Como seguidores que somos del editorialismo gráfico que practica en sus portadas el semanario The New Yorker, no podemos dejar de reseñar la referencia al black friday incluida en su último número que es el fechado el 14 de diciembre. Y es que las armas han sido las protagonistas de las ventas de esa celebración laica del comercio que tan chapuceramente hemos importado hasta aquí. A este paso acabaremos celebrando el Día de Acción de Gracias.
A lo que íbamos, vean la ilustración de Eric Drooker que hemos emparejado con la titulada “Armas de setiembre” realizada por Art Spiegelman en 1993 (recuerden que la masacre de Columbine fue en el 99) que aun nos parece más mordazmente expresiva del problema que sufre Estados Unidos con las armas de fuego. Casi una per capita, cabecitas de niño incluídas.
Pero otra reflexión que nos ha suscitado la portada de esta semana es que este año la publicación neoyorquina acumula un inusual número de cubiertas inspiradas en hechos violentos. La cosa comenzó con el espléndido homenaje a Charlie Hebdo obra de la española Ana Juan que ya hemos comentado en un antiguo apunte. Y ya a la semana siguiente fue Barry Blitt quien se basó en una imagen de la Marcha de Selma a Montgomery encabezada por Martin Luther King en 1965 para hacer referencia a la concatenación de diversos episodios de mortal violencia entre policías y ciudadanos.
En mayo fue Peter Mendelsund quien ilustró el brote de violencia surgido en Baltimore tras el funeral de un hombre de raza negra que murió en las dependencias policiales, mientras que en junio nuevamente fue Barry Blitt el encargado de crear una necrológica gráfica de los nueve asesinados en el crimen racial de la Iglesia de Charleston.
Aun hay otras dos tapas de 2015 relacionadas con la violencia, pero en este caso a través de algunas de sus secuelas. La ilustración “En camino” de Lorenzo Mattotti publicada a finales de octubre es una evidente referencia a quienes buscan refugio de las atrocidades del Estado Islámico.
En noviembre la publicación neoyorquina optó por referirse a las atentados yihadistas de París con una vitalista ilustración de la vuelta a la normalidad realizada por Charles Berberian, un residente el mismo en la capital mundial del turismo. En nuestra opinión, una gráfica demasiado semejante a la realizada por el mismo artista parar el número de mayo de 2014 en que se buscaba una un tanto pretenciosa analogía entre el ambiente de los cafés de Brooklyn y París.
Mucha violencia en las portadas de TNY de 2015, luego en el mundo. Téngase en cuenta que un apunte equivalente de 2014 solo incluiría tres ilustraciones y una de ellas vincuada con el 11-S (que recordamos fue en 2001).
Así que nuestra sincera esperanza es no tener que hacer una adenda a este apunte con la tapa que falta por publicar este año.
P.S.- Resulta llamativo que Time eligiera en noviembre para volver sobre el crimen de la iglesia de Charleston, una imagen tan emparentada con la creada por Blitt en junio.
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