Seguimos el repaso de nuestra personal selección de las
mejores portadas del año recordando una obviedad cual es que la pose es de suma
importancia para disimular los atributos menos agraciados. Un buen
ejemplo nos lo brinda la instagramera
Demi Rose a la que vamos a dar el
premio a la “Modelo mejor colocada”. Las razones se nos antojan obvias a la vista de la otra imagen de la moza que emparejamos
con la tapa de la desaparecida edición australiana de Zoo.
Para compensarla del disgustín, a ver si esto va a hacerla perder algún follower, adjuntamos una muestra del estilo típico de las fotos que le proporcionan tantos seguidores en la red a tan plástica pupetta.
A Indéya Passfield ya le hemos dedicado un apunte para ella sola que no ha tenido tantos lectores como esperábamos. Aun así se nos hace merecedora del mejor “Con un ojo basta” del año, por más que no llegue a destronar a la que seguimos teniendo por mejor portada monocular de Penthouse, la protagonizada por Laura Doone allá por noviembre de 1976. Nos da que lo de esta última va ser como lo del récord de los 800 m lisos femeninos, el más antiguo del atletismo que data nada menos que de 1983. Sentimos no poder hacer hueco en este apunte a su poseedora, la checa Jarmila Kratochvilova.
En todo caso Indéya nos ha descubierto que la edición australiana de la revista que allí se autoproclama “Inteligente, irreverente, australiana”, a diferencia de otras ediciones de la misma, practica un erotismo refinado. El que ha producido otras portadas que también nos ha gustado por más que todavía no hayamos conseguido averiguar la identidad de la modelo del primer número del año. En cuanto a la cubierta de mayo que se ha ganado el galardón a “La sotateta del año” (o underboob si prefieren), la premiada es una polaca llamada Violetta de quien pueden conocer algo más aquí.
No salimos del continente austral para otorgar a Renae Ayris el premio “Era difícil sacarla mal (o así cualquiera)".
Complementamos su portada de Maxim con otra foto de ese reportaje en la que nos recuerda un tanto a Joana Kruppa como documentamos con una portada de 2003 de la edición alemana de esa misma cabecera que está protagonizada por la varsoviana emigrada a los USA donde el físico se cotiza bastante más. Cierto que pagando el precio de las tremendas photoshopuzas a que ha sido sometida por la revista Playboy (enlace al apunte explicativo).
Y fíjense que si tuviéramos que llamarlo de otra manera probablemente no lo concederíamos, porque esto es a partes casi iguales un reconocimiento anatómico y un acto de conservación de un eufemismo en retroceso que nos daría mucha pena perder. En cualquier caso, la ganadora es la portada de la revista canadiense Vanquish protagonizada por Alexandra Lillian.
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