sábado, 1 de junio de 2019

La lengua de la 22ª semana de 2019


Comenzamos el recorrido en el artículo No toleramos ni un desahucio más publicado el pasado lunes. Álex Grijelmo  trata en el mismo sobre algunos códigos, como ese final más del título, con los que la lengua establece presuposiciones. Lo que no explica el autor es cómo entiende que deberían de pagarse las deudas de las familias que perdieron su casa injustamente, según presupone sin distingos. Así que no estaría de más que dedicara otro artículo a explicar ese apriorismo que le lleva a saber lo que es justo mejor que a esos jueces que dedican su buenas horas a currarse los sumarios. Presuponemos, por nuestra parte, que el periodismo no es inmune al populismo. Todo un mundo este de las presuposiciones.

Todos hablamos dialecto y no una lengua es el contundente título de la última colaboración de Lola Pons Rodríguez en el suplemento Verne. En el mismo explica que los lingüistas distinguen geolecto (dialecto de tu zona), sociolecto (relacionado con tu nivel educativo) y tecnolecto (profesional), que son objeto de la disciplina llamada Dialectología. Y no olvida citar que también hay una especie de dialecto no marcado al que tienden todos los hablantes, que es el que se considera prestigioso, se enseña escolarmente y se usa de forma oficial: el dialecto estándar.

Particularmente interesante resulta seguir el enlace a la aplicación Dialectos del español, aunque está falta de afinado porque ha situado esta humilde redacción en la próxima, pero bastante diversa, Galicia.

Paola Cañete González trata en el último Martes Neológico sobre la expresión baby boomer con que da nombre a la generación nacida entre el final de la Segunda Guerra Mundial y mediados de los años sesenta. Una década, esta última, en la que efectivamente se produce lo que algunos denominan segunda ola del feminismo. Por tanto, no es en absoluto un rasgo distintivo del conjunto del baby boom. Del mismo modo que quienes tuvieron que "disputarse los escasos recursos y los empleos durante la época de posguerra" fueron los padres de los baby boomers y no estos. Algo no funciona bien en el control de calidad del Cervantes Virtual.

Añadimos de nuestra cosecha que en España es frecuente considerar baby boomers, especialmente cuando se habla de pensiones, a nacidos después del periodo de la definición de origen norteamericano. Y es que el desplome de la natalidad es aquí un fenómeno curiosamente coincidente con la llegada de la democracia.

Pasamos al Laboratorio del Lenguaje del Diario Médico donde Fernando A. Navarro publicó el pasado sábado ‘Ekomo’ (1985)Una breve reseña de la novela de María Nsue Angüe (1945-2017) que el autor considera la primera gran pieza narrativa de Guinea Ecuatorial. La construcción de la historia a partir de una gangrena justifica la pertinencia de la entrada del blog médico, que tuvo continuación en Los curanderos blancos del hospital. Esta es una entrada en la que transcribe un fragmento que da idea de como ven los fang el curanderismo tradicional, frente a la medicina científica del hombre blanco.

Miedo e ignorancia ante el momento final es un artículo en el que José Ramón Zárate como al muerte sigue actuando como un tabú cuyo conocimiento tiene como una de su principales fuentes el cine y la televisión, que rara vez presentan muertes normales. Así que no estaría mal tomar ejemplo de la campaña divulgativa iniciada por la Academia de Ciencias Médicas del Reino Unido.

No parece mal momento para colar un chiste médico de Alberto Montt que ya tiene casi una década (el chiste; el gráfico, queremos decir; el intento de equívoco de este párrafo, igual siglos).

Fernado A. Navarro publicó ayer el breve apunte Occipucio y precipicio en que repasa los derivados del nombre latino de la cabeza: caput, capĭtis.

Fundéu comenzó la semana con un recordatorio de la tilde de reúne, un verbo que demasiadas veces se ve escrito reune, olvidando marcar el hiato creado por la secuencia de una vocal abierta átona y una vocal cerrada tónica.

Prosiguieron con la advertencia de que se escribe poner sobre aviso, no poner sobreaviso, un apunte que encadenaron ese mismo día con la recomendación de utilizar la expresión síndrome del trabajador quemado, mejor que el anglicismo burnout. Anticipamos de la colección que publicaremos mañana la única viñeta que hemos visto sobre la nueva patología admitida por la OMS, que es una pieza de Tomás Serrano publicada en el digital El Español.

Los urgentes se aplicaron el miércoles a combatir la extendida, pero inadecuada, costumbre de utilizar el adjetivo talibán en forma invariable: lo correcto es ofensiva/insurgencia/milicia talibana

Prosiguieron con la recomendación de utilizar seriéfilo, mejor que seriófilo, como neologismo válido para aludir a las personas aficionadas a las series. Y ayer, con motivo de la entrada en vigor del Tratado sobre la Zona de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA por su acrónimo inglés), recordaron los gentilicios aplicables a los habitantes de algunos países africanos. Un apunte en el que nos ha servido para enterarnos de que Suazilandia ha adoptado hace un ya un año el nombre vernáculo que la ONU escribe como Eswatini y que en español es Esuatini. No ha variado, en cambio, el gentilicio suazi, que sigue remitiendo al nombre anterior.

 


Comenzamos la sección de humor con la viñeta de Esteban del pasado domingo que inspiró el apunte titulado Humor inspirado en 'El dinosaurio' de Monterroso.

Y 'La pregunta que más odiaba el capitán Ahab' es el texto introductorio del dibujo que ayer vimos en el Twitter de Raquel Gu.

Tan solo hemos encontrado esta semana un juego de palabras digno de reseña, la antipactía acuñada por Postigo (el Periódico de Aragón) para definir el postelectoral sentimiento mutuo entre Sánchez y Rivera.

Pero también cabe apuntar la coincidencia entre el propio Postigo La Tira y Afloja de La Nueva España (Pablo García y Rogelio Román) en recurrir a una yudoca acepción de llave (que es la décima) para hacer referencia a la negociación de pactos de gobierno.



A falta de ulterior materia en español, añadimos un poco de inglés. Si ayer aportábamos un ejemplo firmado por Bob Moran del intenso uso que el humor británico está dando a la procrastinadora expresión 'kick te can' (marear la perdiz), hoy la complementamos con el de Dave Brown del pasado miércoles.

Y es que el dibujante del diario The Independent es el auténtico campeón de este cliché que hasta ahora venía aplicando sistemáticamente a Theresa May, pero con una lata representativa del brexit inspirada en la de las populares beans cuyo nombre comercial es Heinz Beanz (viñetas de 21/6, 2/7 y 18/10/2018; 30/1/2019).




Asimismo cabe añadir una versión de Peter Brookes del pateador idiom aplicada a los muy demorados planes de expansión del aeropuerto de Heathrow, que fue publicada en The Times en julio del año pasado.

Concluimos con la creativa construcción de la palabra impeachement realizada por Rick McKee a partir de una degustativa onomatopeya más los sabores de melocotón y menta.





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