A mediodía de hoy cruzaremos el ecuador de los tres días de duelo oficial decretados tanto en España
como en Alemania con motivo del accidente de la compañía Germanwings. Puede
parecer llamativo que no se haya previsto nada similar en Francia, pero en esto claramente impera la nacionalidad sobre la territorialidad. Por traer un ejemplo reciente, recordemos que en nuestro país tan solo el
ayuntamiento de Albacete decretó luto oficial con motivo del accidente
acaecido en la base de Los Llanos el pasado 27 de enero en el que perecieron
ocho militares franceses y dos griegos. Lo cierto es que tampoco lo hizo
Francia, un país que restringe bastante el uso de esta figura que declaró por
última vez el pasado 8 de enero, allí siempre se hace con extensión de una sola
jornada, con motivo del atentado contra Charlie
Hebdo. Algo que si no estamos mal informados no ocurría desde los atentados
del 11-S de 2001.
Ya en el plano nacional, no podía dejar de entra en juego
nuestro característico guirigay autonómico. A falta de una ley que impida que
se superpongan redundantes lutos autonómicos a los de ámbito nacional, está
claro que estos vinculan a todas las CC. AA. Aunque cabe comprender
que lo haya decretado Cataluña por su condición de punto de partida del vuelo y, a priori, presumible residencia del mayor número de víctimas. Pero todo lo demás
es esperpento. Hasta donde nosotros sabemos Baleares, Navarra y hasta nuestra
querida Asturias han decretado sus propios lutos de tres días, ¡cómo iban a ser menos!
Y eso que las indagaciones de nuestra prensa regional tan solo han conseguido
encontrar un autóctono vínculo matrimonial con las víctimas.
Pero casi siempre hay alguien capaz de ser mas ridículo y, esta vez, quien ha venido en socorro de nuestro presidentín es el alcalde de Vigo, el socialista Abel Caballero. El que fuera ministro de González ha tenido los güévidos de establecer un luto municipal cuando se desconoce toda conexión viguesa con el siniestro.
Tampoco está mal la pirueta que ha tenido que hacer “La Voz de Galicia” para destacar la conexión local. Vean junto a estas líneas al difunto Pep transmutado en Pepiño.
Pero lo que da auténtico asco es ver tanto chalaneo político con los sentimientos. A ver cuando algún partido se pone a ordenar esto copiando de los franceses lo de los lutos de un solo día, no vaya a ser que Felipe VI decida emular a papá cuando nos colocó siete jornadas, siete, por el fallecimiento de Don Juan. Había que intentar contrapesar la balanza de aquel desamor paternofilial. También parece indispensable imponer como buena práctica terminar con la ridícula superposición de duelos autonómicos y nacionales. Aquí habría que buscar un pacto político, y allá quien decida retratar su necedad quedándose fuera, porque resultaría patético, amén de seguramente inconstitucional, tener que restringir legalmente esa patochada de quienes no quieren enterarse de que ya están de luto cuando lo decreta el Gobierno de la Nación.
(1) Desbarajuste nos parecía demasiado convencional y cachondeo poco apropiado en tan luctuosa situación. Otro sofineologismo para la colección. ¡A ver si alguno prende!
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