Publicaba hace no mucho el diario El Mundo un interesante reportaje gráfico sobre el último barco botado por la compañía Royal Caribean que ha sido bautizado con el nombre de Quantum of the Seas. Una de las
innovaciones mas curiosas que incorpora son los llamados "balcones virtuales",
unas grandes pantallas que permiten simular en los camarotes interiores que inevitablemente
todavía tienen estos gigantes las vistas del mar que se disfruta desde las mas costosas cabinas exteriores. Y es que no se trata de una recreación digital genérica, sino de auténticas imágenes tomadas desde las cámaras instaladas en las
cubiertas. O sea, mas o menos como la solución que intentó aplicar Mariano a
sus ruedas de prensa. Pero nos da la impresión de que si un día al gobernante gallego le da por
disfrutar un crucero no va a ser en uno de estos camarotes interiores. Una pena, porque no le vendría mal probar su propia medicina para comprobar como sabe.
En este punto en que podríamos seguir el apunte hablando de Mariano o del Quantum vamos a optar por lo mas interesante. También nos cuenta el reportaje sobre este barcazo botado el pasado mes de diciembre que uno de los restaurantes está dirigido por el cocinero Jamie Oliver. Es curioso que cuando hay quien le critica su afición a echarle la mano a la comida, hasta ensaladas se le ha visto visto mezclar así, vaya a compartir casco con una coctelería robótica. No nos cuadra muy bien la autenticidad que vende este chef británico con los despersonalizados combinados que a Royal Caribbean se le ha ocurrido dispensar en el llamado Bionic Bar. Les adjuntamos la foto del invento por si no han tenido la curiosidad de consultar el reportaje que les hemos enlazado mas arriba y si quieren ver como funciona el cacharro no tiene mas que seguir este vínculo. A nosotros no nos apetece probarlo.
La tecnología cuando procede, por ejemplo para la construcción de estos gigantes que se ensamblan por módulos dando lugar a escenas tan curiosas como la que sigue. Ahí tienen los fragmentos destinados a componer el Anthem of the Seas, segundo barco de la serie, esperando a que su hermano mayor desaloje el dique cubierto donde se realiza el ensamblaje final.
No somos capaces de evitar volver con Mariano antes de concluir, porque el otro día topamos con un fragmento de “Macbeth”, ¡qué obra tan apropiada para políticos!, que ya nos gustaría poder aplicarle, quede claro que metafóricamente. Nos referimos al parlamento de Malcom cuando da a cuenta al Rey Duncan del ajusticiamiento del traidor Cawdor con estas palabras: “nothing in his life/ became him like the leaving it” (en su vida / nada le honró tanto como el modo de dejarla). Aplíquese a su actividad política y tenemos lo que nos gustaría poder decir del dirigente Popular si en un improbable acceso de sensatez decidiera pegar una buena limpieza de los descalificados dirigentes actuales incluyéndose a sí mismo en el postrero lugar de la lista.
No tienen tan difícil ganar las próximas elecciones, pero no están dispuestos a pagar el precio, así que los
ciudadanos tendremos que sufrir las consecuencias de los inevitables pactos contra
natura que se avecinan. A ver que tajada se llevan de esta los nacionalistas. Pero esto les importa bastante menos que sus poltronas.
PS - Y Pimentel, todo un ex ministro del Gobierno de España que, además, parecía sensato, haciendo anuncios de Ikea. Vivimos metidos en un spot permanente de Nike: no limits.
PS 2 - ( y no es una consola) Después de escrito este post leemos la columna de McCoy en El Confidencial y sentimos la necesidad de manifestar que no teníamos noticia de la misma mientras nos explayábamos. Qué manera de coincidir. Reconocemos que nos gusta especialmente su frase final: lo último que necesita su formación y el país es que se empeñe en morir con las botas puestas…
PS - Y Pimentel, todo un ex ministro del Gobierno de España que, además, parecía sensato, haciendo anuncios de Ikea. Vivimos metidos en un spot permanente de Nike: no limits.
PS 2 - ( y no es una consola) Después de escrito este post leemos la columna de McCoy en El Confidencial y sentimos la necesidad de manifestar que no teníamos noticia de la misma mientras nos explayábamos. Qué manera de coincidir. Reconocemos que nos gusta especialmente su frase final: lo último que necesita su formación y el país es que se empeñe en morir con las botas puestas…
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