martes, 27 de febrero de 2018

Aviones reconvertidos en hoteles y en alguna otra rareza


Finalizábamos el apunte Edificios avión con un auténtico Boeing 747 integrado en un instalación recreativa. Y anunciábamos entonces una entrega dedicada a los aviones que, tras finalizar su vida útil, han sido reconvertidos para prestar servicio estacionados en tierra ya de forma permanente. Así que una vez que también hemos repasado  algunos destacados Edificios nave espacial, nos ponemos a ello, pero la extensión del asunto requerirá más de un apunte. Comenzamos con hoteles.

Uno de los ejemplos más destacados está ubicado en el mismo cogollo del  aeropuerto de Arlanda próximo a Estocolmo. Se trata del conocido como  Jumbo hostel, inaugurado en 2008, que alberga 79 camas distribuidas en 27 habitaciones. Este Boeing 747-200 en el que hasta los motores han sido convertidos en dependencias habitables, cuenta incluso con una suite ubicada en el puente superior que tiene acceso a una terracita individual que corona la escalera de acceso al hotel. 

 

También es fácil dar en internet con la suite habilitada en un Boeing 727 que ofrece el Hotel Costa Verde situado en las inmediaciones del Parque Nacional Manuel Antonio de Costa Rica. Llamativo el contraste entre el metal exterior y el intensivo uso de la madera en el interior. Añadimos un enlace a una extensa de colección de fotos que complementan la serie que iniciamos con una vista del espléndido puesto de "ingeniero de vuelo" que han ideado.

Este complejo hotelero cuenta con un segundo avión, un Fairchild C-123 que fue utilizado por la CIA para abastecer a la contra nicaragüense y fue abandonado cuando estalló aquel sonado escándalo tras el derribo de otro aparato similar. Adjuntamos una imagen de su aspecto actual, convertido en bar, y del que tenía antes de la construcción del pabellón en que ha quedado integrado.

 

Una instalación hotelera que también incorpora un avión que parece sobrevolar sus instalaciones es el Airways Hotel situado en las inmediaciones del Jacksons International Airport de Port Moresby, la capital de Papúa Nueva Guinea.  Se trata de un DC-3 que inicialmente lucía los colores de la aerolínea local Air Niugini y posteriormente ha sido pintado de blanco con la enseña de hotel. En su interior se ha instalado un internet café.



Otra aeronave convertida en una suite de casi 40 m de longitud es el Ilyushin II-18 que está instalado en el pequeño aeropuerto neerlandés de Teuge. En la página de Uniqhotels en la que se oferta pueden ver una extensa colección de fotos del completo equipamiento con que ha sido dotado. La cabina de pilotaje se ha mantenido en su configuración original para que los clientes puedan sentirse pilotos de tan peculiar alojamiento.

 

Un largo vuelo necesitamos para llegar hasta Nueva Zelanda en cuya isla norte, concretamente en las proximidades de las turísticas cuevas de Waitomo, se encuentra el complejo hotelero Woodly Park. Este oferta variopintos pabellones de alojamiento entre los que se incluye un Bristol Type 170 Freighter que alberga dos habitaciones. Sin embargo, como aquello debía recalentarse bastante, vemos que le han colocado una fea lona protectora. Esto ya no es el nivel de refinamiento del ejemplo anterior.

 

No vamos a profundizar hoy en el muy extenso asunto de los aviones restaurante. Pero aunque no tenga habitaciones, más que esos servicios de restauración presta el club de oficiales de la Air Security Force (ASF) paquistaní instalado en otro 747. Una instalación inaugurada el pasado año que está situada en un pequeño parque (Shuhada park) adyacente al aeropuerto de  Karachi. Un espacio creado para rendir homenajea a las víctimas del ataque talibán sufrido por ese instalación en 2014, un sangriento episodio (más detalles) en el que resultó gravemente dañado este aparato que fue declarado irreparable para el vuelo. Un avión entonces propiedad de la compañía PIA, que fue utilizado a partir de entonces para entrenamiento de las fuerzas antiterroristas. Agradecerá su nuevo destino.


Un cometido entrañable es el que, tras retirase de servicio activo, dió en 2009 el ingeniero de vuelo indio Bahadur Chand Gupta al fuselaje de un aparato de Indian Airlines. Y es que un considerable porcentaje de la población de su país no tendrá la oportunidad de realizar un vuelo en su vida, así que colocó el fuselaje un Airbus A 300 en el jardín de su casa para enseñara a esas personas como es una avión y ofrecerles una aproximación, ciertamente limitada, de la experiencia de volar (más detalles, en inglés). Buena reflexión para nuestra jet society sobre lo que pasa por esos mundos.



Ahora bien, para verdadera rareza, el jumbo que hace funciones de iglesia cristiana en la localidad surcoreana de Namyangju  próxima a la capital del país. En la adjunta foto puede verse como en el ensamblaje se prescindió de la sección que sustenta las alas, con lo que el fuselaje muestra un aspecto bastante rechoncho.


Este peculiar templo está construido a partir del despiece del avión restaurante que estuvo abierto hasta 2005 no muy lejos de allí. El triste aspecto final que presentaba aquella espectacular instalación, tras el cierre de aquel negocio, es el que puede verse en las imágenes que siguen. Pero cabe destacar que se trataba de un aparato muy singular, el segundo ejemplar de ese gigantón fabricado por Boeing,  que voló por primera vez en abril de 1969, y primero que prestó servicio comercial. Algo que hizo en la compañía Pan Am bautizado con el nombre de su fundador Juan T. Trippe. En la web de la revista Airways puede encontrase un artículo del pasado mes de diciembre con más información sobre la peripecia 'vital' de este avión que nos sirve de puente hacia una próxima entrega. La que dedicaremos a una selección de los muchos aparatos que han sido reconvertidos en bares y restaurantes.









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