sábado, 4 de noviembre de 2017

La lengua de la 44ª



Comenzamos nuestro habitual repaso lingüístico sabatino en el Laboratorio del lenguaje del Diario Médico. En el artículo «Bugs Bunny me salvó la vida», Fernando A. Navarro cuenta como, tras un grave accidente que había dejado en coma a Mel Blanc ("Man of 1.000 voices"), uno de los actores de doblaje más famosos que haya habido, un neurólogo tuvo la feliz ocurrencia de hablarle como si lo estuviera haciendo a uno de sus más famosos 'representados', el conejo Bugs Bunny. Y así fue como consiguió sacarle del estado de inconsciencia en que permanecía. Aprovechamos la reseña para poner imagen al "That´s All Folks" que se cita en el párrafo final de esa interesante entrada del blog médico.

En el artículo titulado Hiberix se repasa la nomenclatura de las vacunas de los laboratorios GlaxoSmithKline (GSK) que, curiosamente, las emparenta con los personajes de Astérix. Y ello porque alguien tuvo la idea de adoptar como sufijo las tres primeras letras del nombre de la localidad belga de Rixensart, muy próxima a Bruselas, donde esa compañía tiene un importante centro de investigación y fabricación de vacunas.

En pocas palabras es una breve reflexión de José Ignacio de Arana sobre las diferencias entre reducir y sintetizar mensajes. La culmina con una referencia los eslóganes publicitarios que ilustra con diversos ejemplos que cabría esperar más centrados en cuestiones medicosanitarias (a botepronto se nos ocurren “¿Qué tal?, muy bien con OKAL”, “Colgate, el mal aliento combate” o el institucional “Póntelo, pónselo”). Dado el minúsculo tamaño de su imagen del sesentero banderín de Quina Santa Catalina con el lema 'Es medicina y es golosina', aportamos una versión de mayores dimensiones. Y también añadimos un enlace a un artículo de El Comidista sobre la hoy increíble publicidad dirigida al consumo infantil que era habitual en los vinos quinados.

Nos vamos al diario El País para comentar El dialecto se posiciona, la última "punta de la lengua" de Alex Grijelmo. Una referencia al abuso que hace el lenguaje, sobre todo político, de las palabras "fijar", "posición" y "posicionar". Un verbo, este último, que se empezó a utilizar en los años ochenta y entró en la edición del Diccionario de 1992 con el significado de “tomar posición”. Un ejemplo más del gusto de nuestros dirigentes por las "palabras largas", quizás con la creencia de que a la abundancia en el número de sílabas debe corresponder mayor contenido y mejor enjundia, dice el autor, añadiendo la propuesta de llamarlas "palabras alargadas".

Concluye con que "posicionarse" y "fijar posición" parecen formar parte del dialecto creado por políticos y periodistas para darse pote, porque, como bien ilustra con un ejemplo, a nadie se le ocurre decirle a su pareja "Cariño, tenemos que posicionarnos sobre qué hacemos esta tarde".

En ese mismo diario hemos leído El "peligro mortal" de la gramática feminista. Un artículo sobre el comunicado  difundido por los miembros de la Academia Francesa, los llamados inmortales, en el que critican el lenguaje que suele llamarse igualitario. El consistente en practicar una insufrible duplicación de las palabras en ambos géneros (y eso de momento, porque esto del género adelanta que es una barbaridad; vean por donde va ya la sigla LGTB que, aun así, está sometida a fuertes presiones ampliatorias).

A veces pensamos si no será más fácil convertir el género femenino en inclusivo, ello porque hay quien cree que el masculino lleva demasiados años ejerciendo ese papel. Y luego buscar alguna nueva fórmula expresiva para referirse específicamente a un solo sexo (como podría ser posponer una tilde ´ para el caso masculino y un º para el femenino). Y todo ello sin olvidar lo que advierte la autora francoiraní Abnousse Shalmani: “lenguas como el farsi o el turco no tienen masculino o femenino y eso no hace que esas sociedades sean más igualitarias”. Bien podría ser este un caso de eso que llamamos "irse la fuerza por la boca".

Muy en línea con la citada inclusividad, el Martes neológico del Centro Virtual Cervantes tituló su artículo de esta semana lobo solitario, loba solitaria m. y f. En el imaginario colectivo, el lobo ha sido siempre un animal feroz y cruel, una imagen motivada por la literatura y el cine comienza su exposición Víctor Ruiz Aldana. Más que motivada, será alimentada. Y es que por más que los urbanitas no tengan fácil encontrase un ejemplar hambriento de esa especie , hay muy interesantes videos que explican muy bien el origen esa fama. Para más información, dirigirse a las gentes del sector ganadero (donde, como en todos lados, también hay algún tramposo).

una contradictoria portada
Como bien se explica en el artículo, la expresión analizada es un calco del inglés lone wolf cuya primera aparición se fecha en el año 1909 en el texto de la obra How to be a Detective, de F. H. Tillotson. Pero el uso más habitual, y casi exclusivo actualmente, es desde hace ya unos cuantos años el que hace referencia a terroristas (o criminales en general) que actúan por cuenta propia, sin estar explícitamente adscritos a ninguna banda. Discrepamos de esta última claúsula que, por ejemplo, parece no cumplirse en el que desgraciadamente actuó en Nueva York al día siguiente de la publicación del artículo. En la era de internet la adscripción y entrenamiento pueden encontrar muy diversos telemáticos caminos.

La importación 'cutre'
Nos vamos a Fundéu, comenzando por subsanar el olvido de reseñar las claves de redacción para Halloween publicadas hace ocho días. En las mismas no falta un recordatorio de que la adaptación 'truco o trato' de la expresión inglesa trick or treat se basa en la paronimia y no en la precisión traductoria. Que luego algunos van por el mundo proponiendo treats en sus negocios. Y qué fantástico es constar que la proximidad no ha desterrado en México el uso de la expresión pedir calaverita. ¡Cuantas cosas podríamos importar de ese país hermano mejor que de su vecino! Siguió un soso lunes con un gramático recordatorio de que la expresión grupos ultras se escribe con el adjetivo en plural. Pero lo más importante es que haya que escribirla pocas veces.

Al día siguiente más gramática, esta relativa a la concordancia del pronombre le que se escribe en plural cuando el complemento al que se refiere también es plural: 'les dijo a ellos' y no 'le dijo a ellos'.

El miércoles un recordatorio de que el anglicismo cluster se escribe en español con tilde, clúster, y que su plural es clústeres. Se añade un recordatorio de que el significado más habitual es ‘conglomerado de empresas de ámbito o actividad comunes, generalmente ubicadas en la misma zona’, pero también puede ser una ‘unidad de almacenamiento en el disco duro’ o ‘los grupos estadísticos homogéneos que pueden formarse con elementos que presentan ciertas semejanzas’. La técnica para formarlos es la clusterización que se diferencia de la segmentación en que esta clasifica en categoría preestablecidas, mientras que en el también llamado 'análisis de conglomerados' las clases surgen del propio proceso. Un ejemplo, ciertamente un tanto burdo, sería el 'clúster de la natalidad mediterránea' formado por Grecia, Italia y España que identificábamos en el apunte del jueves.

El siguiente apunte de Fundéu estuvo dedicado a proponer alternativas al pujante anglicismo skill que puede traducirse en español con voces como habilidad, competencia, aptitud o destreza.

Y como colofón semanal, la muy de actualidad euroorden que recomiendan escribir en una sola palabra y con dos oes. Como también ocurre con microondas o, cambiando de vocal, en antiincendios (que nos gusta más que su ejemplo antiindio).

Lo que se nos ha hecho raro es que los urgentes no se hayan ocupado de los deportes electrónicos, asímismo conocidos como 'esports' (también los hemos visto como eSports y e-sports), que han saltado a los titulares de prensa con motivo de su reconocimiento como "actividad deportiva" por parte del Comité Olímpico Internacional. Un organismo siempre muy atento a todo lo que genera caja. Constatamos que es un término que se nos había escapado de la relación de e-palabras relacionadas en Letras que se bastan como adjetivo (2ª  parte) donde se habla de e-mail, e-commerce, e-book, e-learning, e-business o e-banking.


Dime qué palabras usas y te diré a qué generación perteneces es una reseña del libro «De estraperlo a #postureo» que acaba de publicar la periodista, y cofundadora de Yorokobu, Mar Abad con ilustraciones de Víctor Gomollón. Vemos un poco descuidada la reseña de Héctor Llanos con cositas como hurtar la almohadilla al título del libro o excluir a los nacidos a comienzos de los sesenta del grupo de los llamados baby boomers. En todo caso, tiene buena pinta ese recorrido por 1900 palabras representativas de las especificidades lingüísticas de las cinco últimas generaciones: la silenciosa, los baby boomers, la Generación X, los milenials y la Generación Z.

Esta semana hemos advertido en las viñetas publicadas en la prensa una curiosa concentración de juegos lingüísticos. Como el sinflicto de la publicada por Forges el 30 de octubre que, sin embargo, ya cuenta con una cierta tradición de uso. Por ejemplo en la obra "Conflictos y Sinflictos" de Gabriel Córdoba.


La infausta DUI ha dado bastante juego ludolingüístico. La hemos visto convertida en parafutbolística interjección en una viñeta de Santy González o en prefijo del duicidio que propuso Oroz en el Diario de NavarraPero también, esto en 'La Tira y Afloja' de La Nueva España, paronímica versión del catalán diu (dice) que popularizó la nasal dicción del humorista Eugenio, o convertido en acrónimo de Descenso Unísono del Ibex en otra propuesta más de Oroz. Hasta un pseudanglicismo, el "duisturb" ideado por Gallego & Rey, se ha introducido en esta serie.



El primer recurso a la paronimia Girona-chirona lo vimos en la tira de Postigo publicada el 1 noviembre de en El Periódico de Aragón, pero desde entonces se nos ha ido llenado el whatsapp de diversas variantes de ese juego.

Finalizamos con la expresión 'Ajaytuké' que, según leemos, es un saludo típico de la costa caribe colombiana, aunque no hemos encontrado más explicaciones sobre su origen y significado. El caso es que es el nombre que se ha dado a la mascota de los Juegos Bolivarianos, una competición cuya celebración está programada entre el 11 y el 25 de noviembre en la localidad colombiana de Santa Marta. El así denominado es un erizo de mar, que añadimos a la colección recogida en el apunte Las mascotas deportivas de 2017 (y III). En el siguiente enlace le encontrarán  practicando los deportes en que competirán los doce países participantes.






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