lunes, 26 de noviembre de 2018

CLIPDA CCXXXIX: Klimt convertido en anunciante de gafas


Con tanto humor al arte como coleccionamos últimamente, acumula un considerable el retraso esta reseña de la campaña de Otoño-Invierno 2018 del fabricante de gafas Etnia Barcelona, que fue presentada a comienzos del mes de septiembre. Tras la diversidad de artistas utilizados como fuente de inspiración la pasada primavera-verano, un asunto documentado en el CLIPDA CCVI, la cuarta entrega de #Beanartist del fotógrafo Biel Capllonch ha optado por recrear cuatro famosas creaciones del pintor austriaco Gustav Klimt.

'Judit I' es un óleo sobre tela, pintado en 1901, que es la primera obra de su "período dorado", que se caracteriza por la fuerte abstracción simbólica y la combinación de oro con los pigmentos al óleo. Esta obra montada sobre un marco de cobre repujado realizado por su hermano Georg, que era escultor y orfebre, es la primera representación de Klimt de la heroína bíblica, que en 1909 tendría una segunda versión. La muy parcial vista de la cabeza de Holofernes del original ha sido bien resuelta en la recreación fotográfica por medio de un casco.



El Friso de Beethoven es un mural del pabellón construido para la 14a Exposición del movimiento artístico vienés denominado Secesión (Secessionsstil) celebrada en 1902. Formaba parte de un conjunto destinado a homenajear al compositor, cuya pieza central era una estatua polícroma realizada por Max Klinger. Lo recreado en la gráfica publicitaria, con una parcial transexualización, es un fragmento de la parte más conocida de un conjunto que supera los 34 m de longitud.

  

El Retrato de Adele Bloch-Bauer I, es el primero de los dos (enlace al segundo) que Klimt hizo a la esposa de Ferdinand Bloch-Bauer, un rico industrial azucarero que le prestó considerable apoyo. Confiscado por los nazis tras la ocupación de Austria, esta obra fue objeto de una larga serie de disputas hasta que fue adquirida en 2006 por 135 millones de dólares, el segundo cuadro más caro hasta ese momento, por Ronald Lauder, para exhibirlo en la Neue Galerie de Nueva York, donde permanece expuesta. 


 


Y, como cuarta pieza, no podía faltar la creación más conocida del artista austriaco, 'El beso' (en alemán 'Der Kuss') que pintó entre 1907 y 1908. Un muy recreado cuadro que forma parte de la colección de la Galería del Belvedere de Viena


 

Nada que objetar a la selección realizada, sin perjuicio de que un poco más de atrevimiento seguramente habría llevado a incluir en la serie la Dánae cuyas recreaciones se repasan en el CLIPDA CL. Pero no perdemos de vista que se trata de una obra en la que no es fácil dar protagonismo a las publicitadas gafas.

A ver que se les ocurre para la campaña que toca lanzar en abril.







No hay comentarios:

Publicar un comentario