Comenzamos con la viñeta de Puebla sobre las acusaciones de falta de patriotismo formuladas en X por Óscar Puente contra el periodista David Alandete por preguntar a Trump sobre el gasto militar de España. Un asunto que, aparte de un editorial de Abc, también trató José F. Peláez en El Estado contra Alandete. Sigue la viñeta de Miki y Duarte protagonizada por Ábalos, la de Vergara con Feijóo en la que el humorista navarro se lía [queremos creeer] con el significado de la trasposición de una directiva europea (esos autónomos dejarían de repercutir IVA; no se apropian de nada) y la de Peridis con Yolanda Díaz, Pablo Iglesias y Ione Belarra en la que el dibujante cántabro desaprovecha la ocasión de insertar alguna referencia al llamamiento a "reventar a la derecha" realizado por el exvicepresidente. 



JM Nieto se ocupaba de la última ocurrencia de Yolanda Díaz y todavía coleccionábamos tres viñetas sobre el (parcialmente modificado) aumento de las cotizaciones sociales de los autónomos: Idígoras y Pachi, Kap y Santi Gutiérrez.
Asier y Javier combinaban el inicio de la temporada de vacunas con el problema de la soledad y Napi publicó un divertimento sobre el cambio climático.
La viñeta de Nani [Adriana Mosquera] en 20 minutos impidió que pudiéramos declarar jornada exenta de Trump, Ferreres metió a Pedro Sánchez en su reunión de dirigentes europeos sobre la guerra híbrida practicada por Rusia, Javi Salado se ocupó del regreso de los gazatíes a lo que queda de sus hogares y Santy Gutiérrez fue el primer dibujante español al que vimos tratar el robo del Museo del Louvre (y lo hizo sumándose a la errónea mención de una motosierra que hemos visto en múltiples crónicas de esa noticia; la prensa francesa hacía referencia a una disqueuse, una radial).





Psamos al martes. El asunto más tratado en las secciones de humor de la prensa española de esa jornada fue la oportunista propuesta de suprimir el cambio de hora formulada por Sánchez. Kiko da Silva, que ya apuntaba que vamosa hacia horarios de derechas e iquierdas, Pinto & Chinto, Luis Davila, Kap, que supuraba por la llaga de la oficialidad del catalán en la UE, y Tomas Serrano, con un guiño al Aprendiz de brujo de la película Fantasía, dedicaron sus dibujos a la horaria cuestión que en 2018 suscitó la creación de una comisión de expertos que no consiguió formular un dictamen concluyente. Lo mejor que hemos encontrado sobre esta maniobra de distracción sin duda es El sinsentido de cambiar de mes de J. F. Peláez (lo enlazado es un podcast).Sansón, Idígoras y Pachi, estos en una viñeta combinada con las indagaciones del juez Peinado, y Santy Gutiérrez dedicaron sus dibujos a la caída de la nube de Amazon que tanta repercusión tuvo en numerosos servicios de pago.
Tomás Serrano ofreció una expresiva visión de la hipotética caja B del Psoe, mientras que Peridis ponía el foco en el comienzo, ¡16 años después de los hechos!, del juicio por la última pieza de la Gürtel. Feijóo también compareció en la tira de Miki y Duarte, mientras que García Ortiz lo hacía en la de Puebla sobre los numerosos nombramientos que ha realizado antes de que comience su juicio.
JM Nieto sumó una pieza de apoyo a David Alandete, Napi cargaba contra el Premio Planeta (aunque no ha escogido el caso más oportuno para plantear el trabajo de negros en la redacción del texto; una colaboración mucho más presumible en algunos pasados premiados) y Ferreres criticaba la construcción en suelos inundables.
No muestra el dúo Antón buena comprensión de cómo se producen las electrocuciones en la viñeta protagonizada, al igual que la de JJ Aós, por una atribulada paloma de la paz. Fontdevila se ocupaba de la injerencia de Trump en la política Argentina (con la promesa de ayudas vinculadas a que Milei gane las elecciones), al igual que también hizo Ferreres, pero este ya ayer.
Proseguimos con humor del miércoles. Vergara se ocupaba de las negociaciones de paz para Ucrania, mientras que Ricardo y Kiko da Silva se inspiraban en el bombardero vídeo difundido por Trump en respuesta a las manifestaciones celebradas con el lema "No kings".
Gaza ocupaba a Miki y Duarte y a Pedro Sabiote, que se marcó una grouchesca paloma. Completamos este bloque gazatí con los brotes verdes de Ella Baron en The Guardian.
Saltamos a la actualidad de Francia para dar cuenta de las tres viñetas que encontramos en la prensa española sobre el ingreso en prisión de Sarkozy: Asier y Javier, Pablo García y Ermengol.
Tomás Serrano encabeza la crónica nacional con una viñeta sobre el [ya retirado] anuncio creado por el inutilísmo ministerio de la Vivienda. Sigue la ironía de JM Nieto sobre los manejos de efectivo del Psoe y la tira de Puebla sobre los opinadores gubernamentales.
La ya desechada propuesta de suspender el cambio de hora todavía ocupaba a Terán (20 minutos) y a Sansón, mientras que Pinto & Chinto y Javi Salado trataban la rectificación sobre la subida de la cuotas de los autónomos. "La congelación de cuotas beneficiará a 1,4 millones autónomos" titulaba un fentanilado (cfr. viñeta de Puebla) El País en su primera página (un titular que fue rectificado en la edición digital). Antón completa el humor de ayer sobre los autónomos.
Peridis dio el protagonismo a Yolanda Díaz, pero evitando cualquier referencia al doble lapsus que ayer llevó a la vicepresidenta a todos los noticiarios. JM Esteban aportó un eufemístico sintagma al arsenal presidencial en una viñeta que hace buena pareja con la columna Mentir de verdad de Ignacio Camacho en Abc y Santi Orue convirtió a Trump en El cobrador ninja del frac. JL Martín completa este bloque con el viacrucis de Feijóo.
Álvaro y Napi dedicaban sus viñetas de ayer al robo del Louvre, un asunto que también inspiró la última portada de Charlie Hebdo (¿Hasta dónde la humillación?), que está dibujada por Salch. La hemos emparejado con la viñeta de Vadot (Eras tan dinámico y ambicioso; 19 millones de votos, la mujer más bella, el Rolex más bonito ... Y después, te has dejado sobrepasar por tu lado oscuro .../ ¡Vete, pobre idiota!) que introduce a Sarkozy en la colección albergada en el apunte Confrontaciones entre ángeles y demonios sobre los hombros (1ª parte).
Tomás Serrano encabeza nuestra selección de humor de esta jornada de jueves con una cinematográfica visión de las palabras pronunciadas por Miriam Nogueras, inspiradora también de la tira de Pablo García, en el Congreso: "Quizá habría que hablar menos de cambios de horarios y empezar a hablar de la hora del cambio". Pinto & Chinto han optado, en cambio, por dar el protagonismo a Puigdemont.
El dúo Antón se hizo eco del lapsus de Yolanda Díaz en el Senado y Napi también le dió el protagonismo, pero ironizando, un tanto en negro, sobre los diez días de permiso por fallecimiento que ha planteado.
Proseguimos con una nueva constatación de que cualquier motivo es bueno para Fontdevila para cargar su cruz de pasarse el día dibujando a Isabel Ayuso. Sigue la tira de Ferreres sobre Silvia Orriols que presentamos en versión bilingüe para que puedan comprobar lo deficiente de la traducción. Y es que la expresión equivalente en español al catalán estar "a tocar" (tener algo muy próximo) es tener "al alcance de la mano", mientras que "tot y que" equivale a "y eso que".
Cuádruple presencia de Trump hemos registrado. Protagonista de las viñetas del poco caricaturizador El Roto, JM Esteban, JL Martín y Peridis, que evoca el vídeo del bombardeo ya comentado anteriormente en una tira dedicada al ingreso de España en el grupo de países que financian los suministros bélicos estadounidenses a Ucrania.
Luis Davila ironiza sobre el robo del Louvre, Asier y Javier se ocupan de la vida en prisión de Sarkozy y García Morán apoya en ese hecho su referencia al popular cuando las barbas de tu vecino veas pelar... Sansón tampoco pronostica a Sánchez un futuro halagüeño y David Parkins completa la colección de hoy con una expresiva visión del aplazamiento del encuentro entre Trump y Putin. Concluimos con la columna de hoy de Daniel Gascón.
Cómo arreglar los problemas del periodismo
Daniel Gascón (El País, 23/10/25)
Deberían ser los políticos los que hicieran las preguntas a los informadores. Puede parecer excéntrico, pero hay argumentos de sobra
Cuando las cosas no funcionan, es preciso cambiarlas. Una definición de la locura es repetir los mismos actos y esperar un resultado diferente (por lo visto, es una frase falsamente atribuida a Einstein; en el caso de la afirmación “la educación es lo que queda después de olvidar lo que se ha aprendido en la escuela”, que aparece en un anuncio del Ministerio de Educación, lo que sin duda es fake es el ministerio). Hace tiempo que las ruedas de prensa dejaron de ser útiles en política. Hay problemas con el reparto de preguntas, los periodistas rara vez plantean las cuestiones adecuadas y los políticos responden hablando de otra cosa. Con desalentadora frecuencia, solo dicen algo pertinente cuando cometen un lapsus: es lo que le sucede a Yolanda Díaz. Las entrevistas tampoco resultan satisfactorias. Enfrentarse al típico periodista impertinente es desagradable y no hemos venido aquí a sufrir: bastantes problemas tenemos como para llevarnos más disgustos. Por eso, cada vez es más común que los políticos prefieran que solo los entrevisten medios ideológicamente cercanos. Es una forma de evitar la polarización. Ha habido otros intentos meritorios, como filtrar las preguntas o pactarlas, para evitar esos momentos desagradables que no benefician a nadie. Pero necesitamos un cambio de modelo.Deberían ser los políticos los que hicieran las preguntas a los periodistas. Puede parecer excéntrico, pero hay argumentos de sobra. Con lo difícil que es legislar en España, entre tanta fragmentación y coaliciones imposibles, los políticos se tienen que dedicar a algo que produzca resultados y no resulte frustrante y dañino para su salud mental. Además, la principal obsesión de muchos de ellos es la comunicación y no hay que desaprovechar su expertise. Algunos, como el ministro de Transportes, tienen asesores que contabilizan las críticas que reciben, una tarea probablemente menos ambiciosa que enumerar los trenes que llegan con retraso. Es decir: ya hay políticos y asesores con práctica en la exégesis, glosa y ataque a los medios, y ya hay recursos públicos dedicados a esa valiosa tarea. Además, si los periodistas tienen las ideas tan claras de por qué algunas cosas están mal, que propongan soluciones. Es muy fácil poner pegas sin aportar nada. Qué se han creído, con ese desparpajo, y qué méritos han hecho para importunar a un político. No hay que olvidar que a los periodistas no les ha votado nadie, mientras que los políticos nos representan a todos. A ellos ―es decir, a nosotros― les corresponde la tarea de fiscalizarlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario