sábado, 4 de octubre de 2025

Lenguaje de la semana 40/2025


Adónde vas con el Donbás se titula La punta de la lengua que Álex Grijelmo ha publicado esta semana y que, como es habitual, adjuntamos como anexo que harían mal en saltarse.

Más lamento, uno de tantos Trujamanes de ese tono, que otra cosa resultan las Reflexiones sobre el Día Internacional de la Traducción de Rafael Carpintero Ortega. Un texto que, con todo, cuenta con una interesante parte anecdótica protagonizada por el escritor, crítico y traductor turco Tahsin Yücel. A ver si el año próximo la celebración de San Jerónimo mejora de talante, por ejemplo en la descriptiva línea del publicado el año pasado por Carlos Mayor.

Francisco Ríos publica hoy en La Voz de Galicia «Miembra» no prospera, un artículo cuyo expresivo título sintetiza bien el contenido que incluye un oportuno recordatorio de que desde 2001 miembro tiene género común en su acepción de Individuo que forma parte de un conjunto, comunidad o corporación.

A falta de otras lecturas lingüísticas recientes que nos animemos a recomendar, vamos a participarles un enlace al vídeo en que la periodista de Rtve que el pasado martes cubría una manifestación en Valencia se marca, en primera persona, un “Hemos vuelto a pedir… la dimisión de Carlos Mazón”. Echamos en falta algún recopilatorio de pifias periodísticas. Si conocen alguno, no dejen de compartírnoslo.

Pasamos al lenguaje del humor con J. Morgan que el lunes jugaba a dotar de una nueva acepcíón al verbo malversar. Oroz da cuenta hoy de la jerga en clave utilizada por Koldo y su mujer en la que los billetes de 500 euros son chistorras, los de 200 soles y los de 100 lechugas.

Proseguimos con un calambur de Riki Blanco que nos hemos llevado a la quinta entrega de la serie que tenemos dedicada a esa figura retórica y un juego de homofonía en inglés del australiano  Matt Golding. Completamos este ludolingüístico bloque con las paronimias de hoy de Asier y Javier y Ramón, más unas recientes dilogías de Javier Cuervo / Pablo García e Idígoras y Pachi.

Antón llevó a su viñeta del jueves una popular coletilla del humorista Jesús Mota que el pasado mes de marzo ya habíamos visto aplicada aplicada a los presupuestos por Tomás Serrano, mientras que Miki y Duarte llevaron a su tira a Mahatma  Gandhi para que recordara a Putin y Netanyahu que "no hay camino para la paza, la paz es el camino". La acompañamos con dos comparecencias precias del pacifista indio en las secciones de humor nacionales: en marzo de 2022 en la Idígoras y Pachi en El Mundo y en octubre de 2023 en la del mayor de los hermanos malagueños en el diario Sur.

Lo más literario que esta semana hemos encontrado en las secciones de humor es la adaptación de Peridis de los primeros versos de La canción del pirata (texto íntegro originalde Espronceda.

Concluimos con unas piezas de la quijotesca campaña que ha lanzado General Óptica (enlace al spot de televisión).


Cachitos

- Diego Rubio abrió de par en par el corazón de palacio: hay cuatro principios básicos que guían la política migratoria del gobierno de España. ¿Ustedes lo sabían? Alberto Olmos en Ahora sabemos que el plan del gobierno era más inmigración [incluye la transcripción de las palabras del director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno que pueden escuchar aquí]

El sistema de gobierno previsto en la Constitución ha sido reemplazado por otro radicalmente diferente que podemos denominar ‘parlamentarismo negativo’. Según este perverso modelo, el Gobierno no cuenta con el respaldo del Congreso en torno a un programa, sino que su única razón de ser es impedir que gobierne una determinada formación política. Javier Tajadura Tejada en Gobierno y Presupuestos

La gran novedad histórica del sanchismo consiste en que en vez de consolidar el sistema se ha dedicado a buscarle las grietas y, en vez de repararlas, a colarse por ellas para prolongar su supervivencia. Ignacio Camacho en Las grietas del sistema

- Todo es cosa de empezar: si el presupuesto del Estado puede prorrogarse indefinidamente a conveniencia del gobierno de turno, ¿por qué no prorrogar también las legislaturas hasta estar seguro de ganar las elecciones? Ignacio Varela en Sánchez versus la ley

- El llamamiento a la inmolación palestina [...] ha sido una constante desde 1948. Ese sacrificio vicario, esa feroz soteriología, esa transferencia del dolor -sufre tú por todos nosotros- es lo más aberrante de la mirada colonial del activismo occidental sobre Palestina. Rafa Latorre en Sufrid por todos nosotros

Para finalizar, enlazamos, sin extraer cachitos, la columna OK, 'boomer' de José F. Peláez y la réplica Ok, Peláez de Juan Diego Madueño



[1] Una muestra de la afición de Peridis a esos versos. Viñetas del 10/9/20, 12/4/23, 19/12/24 y 3/2/25



Anexo

Adónde vas con el Donbás
Álex Grijelmo (El País, 1/10/25)

Ese topónimo se formó con los nombres de una cuenca y de una región, por lo que no tiene sentido el artículo masculino

La región administrativa de Ucrania denominada Donbás está alcanzando gran importancia en los últimos tiempos, pues Rusia aspira a quedarse con ese territorio en un hipotético acuerdo de paz.

El topónimo se mantiene por ahora en español conforme a la transliteración exacta desde el ucranio: letra por letra; y no mediante la adaptación del sonido completo de la palabra como solemos aplicar al transcribir nombres escritos originalmente con el alfabeto cirílico (el inventado por san Cirilo en el siglo IX). Así que, al menos por ahora, escribimos esa delante de que no pronunciamos como tal (a un hispanohablante le resultará casi inevitable tornarla en una eme). Sucede lo mismo con Canberra, la capital australiana, pero en este caso no hay transliteración porque compartimos con el inglés el alfabeto latino. Tal vez algún día un uso más frecuente haga que escribamos “Dombás” y “Camberra”, si pasamos a considerarlos ya como topónimos del español.

Las transcripciones desde otros alfabetos suelen ser fonéticas, para que así las digamos de la forma más parecida al original. Por eso los medios en inglés escriben “Kharkov” y nosotros “Járkov”, para que la pronunciación del nombre de esa ciudad rusohablante termine siendo la misma en ambos casos. Si ellos escribieran “Jarkov” interpretarían esa inicial como si se tratara de nuestra (griega): Yárkov; es decir, con arreglo a la correspondencia entre su fonética y sus grafías.

Pero aparte de todo eso, podemos plantearnos qué pinta el artículo masculino “el” delante del nombre de esa región.

La denominación “Donbás” se formó a partir de dos palabras escritas en cirílico: “Donetsk”, nombre del río que pasa por allí como el Pisuerga pasa por Valladolid, y “Baséin”, la cuenca que lo alberga (por tanto, “Donetski baséin”: la cuenca del Donetsk). De ese modo, se funden en una palabra las sílabas iniciales de ambos sustantivos, para crear así “Don-bás”. O sea, más o menos como si nosotros abreviáramos la Ribera del Duero en “Ridué” (espero que no triunfe esta idea). Pero en español tanto “región” como “cuenca” concuerdan en femenino, lo que quita sentido al artículo masculino “el” cuando decimos “el Donbás”. ¿De dónde sale entonces esa construcción?

Empezaron a hablar de “el Donbás” los escasos políticos españoles que están en contacto con otras lenguas y que abordaron la reivindicación rusa. (Yo se lo oí por primera vez a José Manuel García Margallo, exministro de Exteriores). Y de ahí lo habrán tomado quizás los periodistas.

El origen primigenio se halla seguramente en el francés, idioma en el que muchos nombres geográficos (aunque no ciudades y pueblos) necesitan el artículo en determinadas situaciones sintácticas (“vive la France”, “j’ai visité l’Espange”…); y en el que “bassin” (cuenca) es masculino. Eso ha tenido influencia a su vez en inglés, aunque ocasionalmente: “Why is The Donbas important for Ukraine to keep?” (“¿Por qué es importante para Ucrania conservar El [o La] Donbás?”. Portal Sky News, 18 de agosto). Este uso, por cierto, también contraviene las reglas del inglés, pues a las regiones no les precede artículo, salvo que este forme parte del nombre mismo.

La locución “el Donbás” se ha colado además en la página oficial del Ministerio de Exteriores español, en el texto que se refiere a la invasión de Ucrania por Rusia, pero con cierto margen para contentar a todo el mundo: en solo seis líneas de distancia, una vez aparece con artículo y otra sin él. O sea, un ni pa ti ni pa mí. A lo mejor proponen al autor para participar en las negociaciones.


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