...Y Gregorio no l'a

Léase el título de este segundo apunte de hoy encadenado con el precedente. Y es que si una hermosa canción no consigue dejarnos claro que era ese nosequé de Ella Fitzgerald, lo de Gregorio Serrano, a la sazón Director General de Tráfico, es mucho más sencillo: total carencia de las cualidades necesarias para desempeñar el cargo que ostenta.

Pero, como tantas veces, están cargando contra el con los argumentos menos sólidos. Porque tiene toda la razón D. Gregorio cuando dice que bastaba con estar conectado por teléfono e internet. No cabe duda de que esa conexión es más que suficiente para canalizar su aportación. Es más, visto el perfil del exconcejal, es probable que algunos de sus subordinados agradecieran su ausencia para no perder tiempo atendiendo su afán de protagonismo.

Y es que no se pierdan el chusco detalle de que durante los momentos más tensos de la 'crisis de la nevada', casi la mitad de los tuits de la DGT (@DGTes) fueron retuits de mensajes de su Director General. O sea, que esa institución, en lugar de publicar la información que genera, tiene que pasársela al jefe para que este la de en primicia y, luego, reproducir los mensajes de ese político con más ego que dignidad. Encima, de vez en cuando también hay que retuitear al más jefe, o sea, al ministro Zoido.
Un peloteo que conduce a situaciones tan paradójicas como retuitear el mensaje en el que el 'dire' avisa de que "se va a cortar" la AP-51 nueve minutos después de que la institución hubiera informado de que esa autopista había sido cortada. Y eso poco más de media hora después de que el jefe proclamara al mundo que no había retenciones en los accesos a Madrid y que la previsión era de nevadas débiles. 'Es que se informan vds. mal', larga luego el pollo. Convénzanse, la parejita de sevillanos estaban mejor en su ciudad y, preferiblemente, sin línea de internet.

Resumen: de los 37 twits de @DGTes fechados el día 7, 18 son propios, 8 son retuits de Serrano, 3 de Zoído y el resto de otros organismos como la UME o la Aemet. Igual el que tendría que comparecer en el Congreso es el community manager para explicar cuales son las directrices que le han marcado semejantes egos.

Eso sí, una persona que cuida su imagen pública de la manera en que lo hace D. Gregorio, no puede sino desvivirse con algunos selectos interlocutores. Vean que rollito de atención personalizada se marcó con Dª Eva Hache:

Una conversación con un entregado 'Es usted un encanto' que, por cierto, no encontramos en el Twitter de Dª Eva.


El caso es que Serrano debe irse, en primer lugar, por necio y borde al culpar a los usuarios que sufrieron, tanto la deficiente información, como la negligencia de la concesionaria al no exigir cadenas (¿protección del firme de sus túneles frente a la abrasiva acción de esos dispositivos?) En segundo lugar, por cobarde (y mentiroso por omisión) al no reconocer desde el primer momento, cuando expresamente se lo preguntaron, que estaba en Sevilla. Claro que eso es una nadería al lado de la ausencia de Barcelona el 1-O de su patrocinador y jefe. Pero, sobre todo, está de más por poner a la DGT al servicio de su carrera política en vez de ponerse el al servicio de la institución, que eso es para lo que se le paga.

Lo malo es que el presidente se llama Rajoy y todos estos argumentos le importan un pito. Así que Tráfico seguirá teniendo que retuitear a ese ínclito formante del molesto tocino político del que no hay manera de desprenderse ni metiéndose por el recto esos enemas de café que vende la megapija Paltrow. Esta vez, y sin que sirva de precedente, estamos de acuerdo con la visión de Manel Fontdevila.






P.S.- Como solución de compromiso, se nos está ocurriendo que podríamos proponer a Mariano que hiciera a Gregorio Serrano jurado de Operación Triunfo en sustitución de Mónica Naranjo. Esta pasaría a ser portavoz del PP en el Congreso, con lo que, además de a Noemí Galera, probablemente también se le 'subiría la leche' a Irene Montero, caso de que no le esté ocurriendo ya, a la par que pasaría a recordarse a Hernando como un dechado de modestia y espíritu conciliador. Y este bien podría cerrar el círculo pasando a desarrollar nuevas variantes de su estilo perdonavidas en la DGT.