En el apunte precedente criticábamos, a la par que tratábamos de subsanar, el protagonismo informativo dado a la publicitaria carga lanzada, frente al hito tecnológico-económico que marcaba la satisfactoria prueba del Falcon Heavy. Pero más disculpable nos parece que los humoristas se hayan quedado con lo más epidérmico de la noticia.
Particularmente exitosa ha sido esa imagen del orbitador descapotado en la prensa británica, mientras que se nos ha hecho muy sorprendente el escaso eco que, de momento, ha tenido en la norteamericana. A continuación mostramos la visión de Mac en el Daily Mail (Tenemos suerte. Parece que los erizos están muriendo en la Tierra por culpa de una cosa llamada coches), Matt en The Telegraph (Típico, 200 millones de millas por delante y atascados detrás de una caravana), Bob en The Guardian (el ministro de hacienda a la primera ministra Theresa May: pon la marcha atrás) y Adams en el Evening Standard (Trump escucha alborozado un fragmento de la canción Live on Mars? de David Bowie: Es el espectáculo más friki / echa un vistazo al representante de la ley).
Inevitables los encuentros con extraterrestres, como el multón policía de Amorim, los "conductores" que se quejan del olvido de los intermitentes accionados durante el último millón de millas de Dave Granlund o la poco elogiosa referencia a la tecnología del Tesla por parte de Marian Kamensky (es la forma de locomoción más primitiva que he visto). Antes que esa viñeta, el ilustrador eslovaco publicó una fálica referencia a lo que denominó el "músculo de Musk" (en inglés, Musk muscle, la paronimia es mayor).
Concluimos con la peculiar configuración del cohete presupuestario ideado por el norteamericano R.J. Matson y con la única referencia que hemos visto en el humor español, la realizada por Tomás Serrano en El Español que aporta una solución a una parte de los problemas políticos que padece nuestro país.
P.S.- Álvaro se suma hoy al grupo desde La Opinión de Zamora con una suerte de ¡Zamora existe! Reciba esa causa nuestro modesto apoyo.
Concluimos con la peculiar configuración del cohete presupuestario ideado por el norteamericano R.J. Matson y con la única referencia que hemos visto en el humor español, la realizada por Tomás Serrano en El Español que aporta una solución a una parte de los problemas políticos que padece nuestro país.
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