miércoles, 28 de octubre de 2015

Neología


La pasada semana se inauguró una nueva sección del siempre recomendable Centro Virtual Cervantes titulada “Martes Neológico”. Se suma así una nueva iniciativa a otras como la desarrollada desde Fundéu para contribuir a mejora la comprensión de las novedades que incorpora sin cesar nuestro cambiante lenguaje.

La, en nuestra modesta opinión, poco atractiva palabra elegida para la primera entrega fue risoterapia que, aparte de bastante autoexplicativa, no es un vocablo que encontremos con excesiva frecuencia. Igual nos faltan hábitos saludables. 

Esta segunda semana la analizada es tacticismo cuya presencia en el lenguaje político creemos que concede mayor interés a las explicaciones a cargo de Marina Berri. Esta profesora de la Universidad de Buenos Aires destaca que este término cuyo uso está registrado desde 1998 conlleva una evaluación negativa de la que carece su raíz táctica. En definitiva, es una palabra que se usa en política para identificar a quienes eluden los problemas refugiándose en cuestiones formales (Marina dice técnicas) en lugar de ocuparse de resolverlos.

También se aporta en el artículo un ejemplo de uso en el lenguaje deportivo, un terreno donde nos parece un innecesario eufemismo utilizado para describir los planteamientos abiertamente defensivos. Entendemos que sin llegar a esa versión extrema que en el lenguaje futbolístico denomina con el preciso italianismo catenaccio (cerrojo).

También tenemos que reconocer que la palabra de esta semana nos toca particularmente la fibra sensible por alusiones. Ello es así porque en el apunte del pasado del mes de julio titulado “El manifiesto de Cayetana Faes” criticábamos su uso al atribuirle “un significado bastante ambiguo a fuer de ser una palabra poco consolidada”. Pues con iniciativas pedagógicas así ya va siendo menos confusa, aunque sigue sin encantarnos. Y es que ya nos gustaría que el lenguaje político fuera mas proclive a llamar a las cosas por su nombre. Que cuando alguien esté eludiendo alguna cuestión se diga con toda claridad.

Por ello, y sin olvidarnos de aplaudir la iniciativa de las gentes de Instituto Cervantes, vamos a proponerles que dediquen una entrada a otros neologismos vinculados que resultan mas explícitos, por ejemplo avestrucismo. Además, con lo difícil que debe ser encontrar una ilustración adecuada para tan conceptuales entradas, bonita práctica la adoptada, en el caso de nuestra propuesta la cosa está tirada.

En este punto quizá sea oportuno recordar que algunos intentos no consumados de esa fea variante del avestrucismo que es el anal han merecido en dos ocasiones honores de portada en Charlie Hebdo (agosto 1975 y marzo 2009). Seguro que nosotros tenemos políticos capaces de superar en eso a los gabachos.

Ya para terminar, vamos a permitirnos recomendar a quienes se hayan quedado con ganas de mas lectura sobre cuestiones lingüísticas el interesante artículo de Alex Grijelmo publicado en El País el pasado domingo con el título "Paradojas léxicas".




P.S.- Hemos encontrado una ilustración que bien podría pasar por real avestrucismo, aunque es justo aclarar que el representado en realidad es un diplomático.

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