viernes, 19 de enero de 2018

Unas fotos que nos han contado cosas


Diarios como The Guardian o el El País mantienen la sana costumbre de publicar en su web diarias selecciones de fotografías. Y hoy hemos optado por traernos unas cuantas de este mes que nos han llamado la atención, complementadas en algún caso con otras fuentes.

Comenzamos con el sorprendente aspecto de las calles de Dhaka, la capital de Bangladesh, durante la oración en la Bishwa Ijtema que congrega a cinco millones de vistantes en las orillas del río Turag en torno al 8 de enero.


Continuamos con otra imagen que nos ha descubierto que en Benin se celebra cada 10 de enero el "Día Nacional del Vodoo", una religión que, al parecer, por allí practica el 60% de los 6,3 millones de habitantes.

Seguimos en África, concretamente en la ciudad nigeriana de Makurdi, tristemente  sorprendidos por la visión de unos remolques-góndola convertidos en vehículos funerarios en los que el día 11 se transportaban los féretros de los cerca de 80 muertos en los enfrentamientos entre agricultores y ganaderos. 

Indagando un poco más sobre ese asunto, averiguamos que desde el año 2011 vienen produciéndose mas de dos mil muertes anuales en esa confrontación. Y no recordamos haber visto una sola línea sobre ello en la prensa española. A la regional se lo disculpamos porque probablemente no haya asturianos involucrados y su línea editorial está bien clara.


Volvemos con celebraciones para ver la foto de Juan Medina tomada en localidad abulense de San Bartolomé de Pinares durante el tradicional ritual de la noche del 16 de enero. La víspera de la festividad de San Antonio Abad, allí es costumbre saltar sobre la hoguera a lomos de équidos para que el santo les proteja de enfermedades durante todo el año. Y es curioso que El País ha publicado en su selección fotográfica de ayer una imagen de Jaime Villanueva que pone de manifiesto lo azaroso que resulta captar el momento más espectacular. En el siguiente enlace encontrarán un reportaje publicado en 2017 en ese diario sobre este ritual.


El inminente mamporro del motociclista argentino Franco Caimi en un barrizal de las proximidades de Uyuni (Bolivia) fue captado por el fotógrafo Franck Fife durante la séptima etapa del llamado París - Dakar. Una carrera que hace años que no se aproxima a ninguna de esas dos ciudades, y una imagen que nos descubre que no todo son parajes áridos de esa carrera. Y que nos invita a sospechar que la organización podría filtrar a los medios de comunicación los puntos más adecuados para captar acciones espectaculares/ accidentes. ¡Todo por el muy lucrativo espectáculo! Esto del llamado Dakar, sin porrazos tiene mucho menos tirón.



La siguiente foto que hemos encontrado de ese percance, que le costó el abandono al provocar el barro adherido el posterior recalentamiento de la moto, es la que sigue. Diríase que hay una cierta ética de no recrearse con los pilotos tirados por el suelo.


Ahora bien, para puesto de observación deportiva la de quien identifican como un entrenador de esquí, encaramado a un árbol para apreciar mejor el descenso femenino durante la Copa del Mundo de Esquí celebrada en la estación austriaca de Bad Kleinkirchheim. Una foto de Joe Klamar que también es quien captó el canteo al límite de Luca De Aliprandini, durante los entrenamientos del descenso de Kitzbuehel, que puede verse debajo.




El aplastamiento requerido para el periódico tallaje de las rayas de un acuario de Hanover hará sufrir a más de un animalista, pero no lo vemos más agresivo que el requerido por una mamografía. Una foto de Holger Hollemann (que no lloró).


Terminamos con la espectacular formación de una bandada de aves captada en Israel por Amir Cohen, la puesta de sol en el lago Dal registrada por Yawar Nazir y unas vistas de los bufones de Pría durante el temporal, que ayer publicaba el diario El Comercio.






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