La ong “Periodistas
sin fronteras” suele publicitar “El Día
Mundial de la libertad de prensa”, que desde 1993 se celebra el día 3 de
mayo, con una campaña que habitualmente protagoniza, muy a su pesar, una
selección de quienes considera principales responsables de las mayores trabas a las
tareas informativas. El año pasado basó su acción publicitaria en una explícita
representación de cómo se ciscaban en la libertad de prensa algunos señalados dirigentes
mundiales. Y no puede negarse que aquella campaña anticipó la actitud de Putin
ante bastantes mas cosas que la libertad informativa. Recordemos aquella imagen tan oportuna en estos momentos.
Las restantes piezas de la campaña fueron las que se muestran a cotinuación. Quizá
convenga añadir que el menos conocido de los cuatro es Xi Jinping, el presidente
de China desde marzo de 2013.
No era la primera vez que la imagen de Putin era utilizada en las campañas de la citada organización periodística. En el año 2008 ya
había formado parte de una creatividad en la que las tachaduras censoras recreaban
los rostros de una tripleta de dirigentes mundiales que se completaba con el
repetidor Ahmadineyad y el dirigente
chino Hu Jintao, el predecesor de
Xi Jinping.
En el 2011 el dirigente ruso nuevamente participó en la campaña de “Periodistas sin fronteras” acompañado por el iraní, aunque en aquella ocasión la tripleta era completada por el Presidente de Zimbabue Robert Mugawe, otro habitual en la representación publicitaria de “los malos”. Bastante optimismo subyacía en la expectativa de que el afilado lápiz de la prensa fuera capaz de pinchar alguno de esos globos, particularmente en el caso de Mugabe que viene saqueando su país desde 1987 ante la total indiferencia de la opinión pública mundial. Hay causas que inexplicablemente (en realidad, no tanto, porque daría pie a repasar muchos apoyos internacionales que ha recibido) no prenden. Les recordamos que ya hemos hablado de los logros inflacionistas de este siniestro personaje en un post de diciembre pasado.
La secuencia que sigue en la que el tercero en discordia es el fallecido dirigente norcoreano Kim Jong Il (su hijo aparece en la primera serie insertada en esta entrada) es obra de fotógrafo Marc Paeps, aunque no hemos podido identificar la campaña para la que fue realizada.
En el año 2008 la agencia española Contrapunto creó una
campaña para Amnistía Internacional que reunía una considerable colección de
dirigentes mundiales. En esta también estaba presente George Bush jr. quien
también tuvo gran protagonismo en este tipo de creatividades durante su mandato
presidencial.
Tanto compartir campañas, era inevitable que algún creativo acabara hibridando a Putin y Ahmadineyad. Fue la agencia DDB de Estambul la que en 2010 creó un curioso “Putineyad” para promocionar la cadena CNN en Turquía. El lema ilustrado es “Historias con su completo trasfondo”.
Con todo, aunque no tenemos espacio aquí para demostrarlo,
la presencia de Ahmadineyad en las “colecciones
de malos” ha sido notablemente superior a la de Putin. No obstante el paso del iraní a un segundo
plano tras ser sustituido en agosto del 2013 en la presidencia de su país concede
al ruso la oportunidad de recuperar el terreno perdido. Y ya vemos que se está
aplicando.
El que esperemos no sea tan premonitorio como el ejemplo con
el que hemos comenzado es el anuncio del año 2006 del semanario alemán Die Zeit
(Tiempo) que anticipaba terremotos, asumamos que políticos, con la forma del mandatario
ruso al que nuevamente “Reporteros sin
fronteras” pixeló en dudosa actitud para ilustrar el mensaje “La censura
cuenta la historia incorrecta”. Debajo pueden verse las otras dos piezas de esa
campaña realizada en el año 2011.
Continuamos este repaso de las visiones publicitarias del
presidente ruso con dos anuncios del semanario suizo “Sonntags Zeitung” (el
periódico del domingo) que ha convertido las muy rusas matrioskas en su seña de
identidad publicitaria. En el primero, que data del año 2008, se presenta un Putin inspirado
en Rambo, mientras que en el absolutamente contrapuesto publicado en 2011 se le utiliza
para promocionar una nueva sección de “estilo”. Aún con la ironía que encierra, nos parece que es la pieza visualmente mas floja de la campaña que incluyó una soberbia representación
de un emo Kim Jong Un.
Otras campañas han dejado clara la prevalencia de la versión
rámbica de Putin como vemos en dos últimos ejemplos. Ya se ve que lo de “Reporteros sin fronteras” roza la
obsesión con el personaje. El alfabeto putinesco es obra del fotógrafo belga Dominique Piccinato.
Para finalizar, el ruso mas poderoso les transmite un mensaje. Como bien puede verse, incluso de rodillas:
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