Cuerpos metalizados (y III)

Al margen de la iconografía propiamente asociada a Goldfinger, el recurso al cuerpo dorado también es muy frecuente. Fue utilizado, por ejemplo, por Paris Hilton para anunciar el prosecco de la marca Rich. Y menuda sosería de puesta en escena en comparación con lo que aquí se curra Freixenet el asunto de las doradas burbujas. Que hasta Arturo Valls ha sido incapaz de reprimir las ganas de disfrazarse como una de ellas. Vale que en en nuestro cava no se recurría al pintado, pero estamos seguros de que este todoterreno valenciano también es capaz de atender esa variante.

De hecho, en los programas de imitaciones musicales como el que le tiene por colaborador ha sido bastante popular recrear el video de la canción Zombie (1994) de los Cranberries. Vean debajo del muy mediocre fotograma adjunto del original una doble imagen de la madrileña Edurne en dorada faena (enlace a la página de A3 con el video) seguida de una concursante de la versión italiana del programa a la que no tuvieron el detalle de ponerle la pertinente cruz.

La australiana Ricki-Lee Coulter insertó algunos fragmentos de dorados desnudos en el video de la canción "Come & Get in Trouble with Me" (2013) que trata de evocar las fiestas del famoso Studio 54 neoyorquino (enlace al video).

En el caso de la británica Jessie J. no cabe duda de que el título de su canción Gold justifica la puesta en escena que, sin embargo, es exclusivamente fotográfica. Ahí no hay vídeo.

La plata ha tenido incluso más éxito en esto de los videos musicales y ha sido lucida por Madonna en "Fever" (1992), Rihanna en "Umbrella" (2007;  partir del min 2:25), y ya en 2013 por me-apunto-a-todo Miley Cyrus en su colaboración con el rapero Future en la canción  "Real and True".

Compilación de fotogramas del video Umbrella que hemos
tomado prestada de la web Sirensofsong.com

Junto a estas líneas puede verse a Joseline Hernandez que parece que se dedica al hip-hop y a los realities, o a las dos cosas a la vez, porque en Estados Unidos hay un programa que se llama Love & Hip Hop. 

Pero el abuso de los metales ha instigado la búsqueda de alternativas que en algunos casos han llegado a resultar un tanto inquietantes. Compruébenlo con el siguiente gif del video de la canción “RM486” (2015) con el que la actriz Rose McGowan ha iniciado su andadura en el mundo de la música inspirada por las puestas en escena de la danza Butō.

Añadimos una muestra del espectáculo ejecutado por los Goldens de la compañía de butō Dairakudakan fundada en 1972.

La dorada variante femenina de la cabeza afeitada ya había sido explotada por el fotógrafo holandés Willem Schulte con la modelo Nadata Gentle. Esto va estando saturado. La emparejamos con el caso contrario, una modelo de abundante melena que parece que no estuvo por la labor de tintarla. Tampoco cara y manos. Mucho photoshop en ese despezonado cuerpazo, cabe hasta dudar si realmente se pintó.

 

Añadimos una muestra del reportaje "All That Glitters" realizado por Remik Kozdra y Kasia Baczulis para la revista Papercut (enlace al resto del reportaje) en el que se juega con diversas texturas y a su lado una pieza creada por los ucranianos Vitaliy y Elena Vasilieva (más fotos).

El caso es que la lista de muchas más miembras que miembros del club de la tez metalizada es muy extensa y no podemos dejarnos tentar por la exhaustividad. Así que tras hacerles partícipes de la plateada interpretación del cliché a cargo de la artista de burlesque Dita Von Teese (enlace a más fotos) y de una cobriza imagen del fotógrafo Jim Reekes que también nos gusta bastante, vamos a completar este trío final de metales olímpicos reforzando un poco la menguada cuota masculina en este asunto de las metalizaciones corporales. Para ello nos servimos de una imagen del atleta Mo Farah que forma parte del reportaje realizado en 2012 por el fotógrafo Andy Hooper con un septeto de candidatos británicos a las medallas de la Olimpiada de Londres. El resto puede verse aquí.

La idea ya había sido aplicada por la revista Sports Illustrated con motivo de los Juegos de Sidney 2000. En aquella ocasión la portada había sido para el gimnasta bielorruso Ivan Ivankov y entre los atletas que aparecían dorados en el interior traemos como ejemplo a la nadadora neerlandesa Inge de Bruijn para completar así una políticamente correcta pareja.

Y no sería raro que en este reciclador mundo que vivimos, sobre todo de las ideas de otros, alguien retome el concepto con motivo de los próximos Juegos de Río.