El título del apunte del pasado martes nos ha traído a la memoria las palabras a las que una tilde cambia de significado. En ese inspirador caso un simple acento convierte apodo, el sobrenombre al que dedicábamos la entrada, en ápodo, el ser falto de pies.
Hasta donde nosotros sabemos este tipo de términos no tiene un nombre específico por lo que nos ha dado en llamarlas palabras mutantilderas porque mutan su significado por acción de una tilde. No quedan incluidas en ese sofineologismo (así llamamos a las palabras que creemos inventarnos) las que símplemente cambian de oficio gramatical por medio del acento llamado diacrítico.
Y son miembros espurios los verbos que marcan esa diferencia en alguno de sus tiempos pero que en otros son estrictamente homófonos con la palabra de referencia. Por ejemplo oro y oró, que en presente es el coincidente oro, o libro y libró.
Algunos pares mutantilderos que cumplen estrictamente con las características buscadas son:
cártel - cartel
Y son miembros espurios los verbos que marcan esa diferencia en alguno de sus tiempos pero que en otros son estrictamente homófonos con la palabra de referencia. Por ejemplo oro y oró, que en presente es el coincidente oro, o libro y libró.
Algunos pares mutantilderos que cumplen estrictamente con las características buscadas son:
cártel - cartel
sábana - sabana
chicle - chiclé (el que el Drae no dice que, aunque parezca mentira, procede del francés gicleur, surtidor; ya ven lo mal que se nos da pronunciar ese idioma)
ingles - inglés
bebe - bebé
chicle - chiclé (el que el Drae no dice que, aunque parezca mentira, procede del francés gicleur, surtidor; ya ven lo mal que se nos da pronunciar ese idioma)
ingles - inglés
bebe - bebé
papá - papa (estamos pensando en la patata, no en el de Roma)
mamá -
Una subcategoría imperfecta que no consideramos mutantildera es la constituida por los términos que, aunque cambian de significado, se mantienen dentro del mismo campo semántico, como puede ser el caso de público - publico que aun admite la tercera forma publicó.
Ello nos lleva a las palabras tritónicas, que son las que pueden ser acentuadas en tres sílabas diferentes aunque, en general, algunas de esas variantes son distintos tiempos de un mismo verbo o sustantivos vinculados. Así ocurre en óvulo - ovulo - ovuló que, por tanto, no es mutantildera porque los significados son conexos.
Y la verdad es que no conocemos ningún vocablo al que el cambio de la sílaba tónica conceda tres significados claramente distintos. Si se les ocurre alguno no dejen de participárnoslo.
Y puestos a ponerles a pensar, a ver su adivinan qué es lo que se deconstruye en la imagen que pone punto final al punte de hoy. Es una pieza, ligeramente retocada por nosotros para aumentar la dificultad, realizada por el artista Adam Lister aplicando su característica técnica inspirada en los gráficos de los primeros videojuegos.
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