sábado, 7 de mayo de 2016

Palabras de la semana 18ª



Comenzamos el repaso semanal de lo visto en nuestras webs sobre lenguaje favoritas manifestando un cierto desconcierto ante el criterio de selección aplicado en el Martes Neológico del Centro Virtual Cervantes. Esta semana la escogida es la no excesivamente escuchada reiki, un término de origen japonés que denomina una práctica pretendidamente sanatoria basada en la imposición de manos.

Nos ha llamado la atención que se puedan dedicar a esa cuestión algo mas de quinientas palabras sin mencionar el budismo y, aun mas, la segunda parte de la afirmación “la confianza en esta disciplina oscila entre el escepticismo total y no poca evidencia científica reciente sobre el impacto del reiki como terapia para mejorar la calidad de vida de personas que padecen algunas enfermedades incurables”. Está claro que la autora, Dª Constanza Gerding Salas, se alimenta de fuentes científicas distintas a las nuestras, así que ya nos gustaría que hubiera citado alguna.

Al margen de lo que pueda tener de efecto placebo, ver el reiki aplicado fuera de su ámbito religioso de origen se nos hace como si un psiquiatra recomendara a un budista utilizar la confesión cristiana como terapia. 

Para neologismo interesante el que ha saltado a la prensa esta semana de la mano de las propuestas económicas del BBVA: la "mochila austriaca". Pero parece que este no les gusta mucho a los reaccionarios sindicatos que tenemos. Deben ser mas del reiki, no les vayan a tocar el decreto de la Transición que todavía regula la huelga. Si fueran médicos todavía se diagnosticarían opilaciones con la prueba del ajo.

No solemos hacer referencia a las secciones diarias del CVC, pero esta semana vamos a recomendar un paseo por  “El trujamán” del martes, porque con unas elecciones en ciernes no es malo rememorar de la mano de Dª Marta Sánchez-Nieves el concepto de la kommunalka. Una forma de evitar olvidar que el progreso económico es reversible como bien se encarga de recordarnos a diario Venezuela.

Nos vamos a Fundéu que comenzó la semana proponiendo taller de miseria, taller esclavista o trabajo esclavo como alternativas al anglicismo sweatshop. Al día siguiente, y atentos a la polémica sobre la paternidad del bitcoin, nos recordaron que su adaptación al español lleva acento, bitcóin, y que su plural es bitcoines. El miércoles el recordatorio fue sobre el plural de láser que es láseres, no los láser, los lásers ni los lasers.

El artículo de anteayer aclaraba que, aunque ha tardado, la Academia ya ha admitido decimoprimero como forma válida del ordinal que mas económicamente llamamos undécimo y ocasionalmente, sobre todo en América, oncenoYa se ve que no ha sido esta una de las mas cautivadoras semanas de esos esforzados de la lengua.

Cerraron la serie que comentamos combatiendo otro anglicismo, el off the shoulder utilizado en la afectada jerga de la moda que proponen sustituir por las obvias expresiones hombros desnudos, al aire o al descubierto. No pasen por alto el enlace a un interesante glosario sobre moda, este que reproducimos.

El Laboratorio del Lenguaje del Diario Médico publicó ayer una segunda entrega de su recopilación de palabras raras titulada RAE poética. En la misma nos recuerdan uno de esos irritantes bucles del Drae, aunque aclaremos que el que sigue ya ha sido corregido en la última edición: estipticidad  (cualidad de estíptico) y estíptico (hasta 2014: "que tiene virtud de estipticar"; ahora todo esto). Una astringencia que, sin duda, evitaría la necesidad de tener que recurrir a la última palabra de la docena y media relacionadas: zurruscarse. Igual hasta la dedicamos un apunte, pero mejor cuando ya estemos en plena campaña electoral. Y eso que el término cuya existencia realmente nos tiene admirados es apoyadura, carne de calambur que es definida, nada menos, que como un raudal. Uno de esos vocablos, este último, que diríanse casados con una expresión y apenas tienen uso fuera de ella.

Concluimos con una mención a otras palabras en desuso recogidas en la entrega de esta semana del suplemento Verne de El País al que ya hemos hecho mención en el apunte del pasado jueves "Opilaciones y desopilaciones".

La presencia de dismnesia, debilidad de memoria, inevitablemente evoca la mas conocida amnesia que también ejerce de nombre de una conocida discoteca ibicenca. Pero también tenemos la anamnesisque es la
acción de representarse en la memoria un recuerdo, un cultismo afín a la reminiscencia y a la rememoración. En el lenguaje médico también se denomina así a la recopilación de información realizada para fundamentar un diagnóstico. Por último, tenemos la paramnesia en la que los recuerdos se presentan alterados e incluso pueden evocar sucedidos inexistentes.


Un referencia final a deuteragonista, la poco utilizada denominación del personaje que sigue en importancia al protagonista. Un término de improbable rescate, aunque mira que haría buen sustituto de ese feo "actor de reparto" de los Oscars. El caso es que nos ha incitado a buscar otros comenzados con el mismo prefijo derivado del griego deúteros (segundo).

El primero que le viene a la cabeza a quien ha estudiado algo de química es el deuterio, el segundo isótopo mas pesado del hidrógeno que, además, forma con el protio una secuencia análoga a la del protagonista y deuteragonista, si bien esta carece de un equivalente al tritio. El diccionario asímismo recoge el término deuterón, o también deutón, con que se designa el núcleo del citado elemento formado por un protón y un neutrón. Un tecnicismo que no está muy claro que pinta ahí cuando faltan tantos otros. 

Ya fuera de la recopilación académica, y ello por tratarse de un nombre propio, tenemos el bíblico Deuteronomio cuyo título significa segunda ley, y ello por oposición a la "Primera Ley" entregada por Dios a Moisés en el Sinaí. Sin embargo, para los judíos este quinto y último texto de la Torá ("La Ley") es el Devarim que en hebreo significa "estas son las palabras".

Esperamos que a nuestros lectores les hayan entretenido las nuestras de hoy.



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