Seguimos con más odaliscas, aunque es vana cualquier pretensión de exhaustividad porque son muchos los que han sido seducidos por este icono. Comenzamos el apunte de hoy con una de las características obras del fotógrafo chino Wang Qingsong que produce imágenes pobladas por una gran cantidad de figurantes dispuestos en espaciosos platós.
En el verano de 2003 utilizó uno de Beijing que había sido utilizado para filmar Kill Bill para crear la muy elongada imagen titulada China Mansion.
Tras añadir una mediocre imagen con el mayor detalle que hemos podido conseguir de la figura que hoy nos interesa, continuamos con las interpretaciones de la obra de Ingres realizadas por Vincent Calmel y el israelí David Ne'eman. Completa la siguiente serie la cantante Irina Allegrova en su posado para el proyecto "Colección privada" que la fotógrafa rusa Ekaterina Rozhdestvenskaya comenzó a publicar en el año 2000 en la revista "Caravana de historias" (Караван историй).
En el verano de 2003 utilizó uno de Beijing que había sido utilizado para filmar Kill Bill para crear la muy elongada imagen titulada China Mansion.
Entre las numerosas obras de arte recreadas no falta la odalisca que no les costará descubrir en el siguiente detalle de la foto. Todo un examen de cultura artística esta creación de la que pueden ver más detalles en la web del Museo de Brooklyn.
Escenografías minimalistas para el toque humorístico de
Susi Krautgartner y también para el dramatismo de la campaña contra la anorexia que contó con una dura imagen de la modelo Isabelle Caro que fallecería no mucho después de ser fotografiada por Oliverio Toscani.Menos impactante pero dotada de un claro toque macabro es la "Muerte por Slimfast" perteneciente a la serie en la que Daniela Edburg representa mujeres fallecidas por diversas causas, pero mayoritariamente relacionadas con la comida. Para la opuesta "Muerte por Oreo" que puede verse en la nota al pie se inspiró en el no menos conocido la "Madre de Whistler" mientras que otra foto de la serie vinculada con el champú reproduce "La muerte de Marat" (1).
Como contrapunto a la mortal delgadez antes vista, en 1994 había sido Emme, de casada Aronson, la auténtica precursora de las "modelos de tallas grandes", quien reprodujo la famosa pose para el objetivo de la fotógrafa Theo Westenberger. Lo hizo para el número de mayo de la revista People que la había colocado en su lista de 50 personas más bellas.
Lo que no ha tenido este cliché es una utilización publicitaria acorde con su popularidad entre los fotógrafos. Bajo estas líneas puede verse un anuncio de 2001 realizado por la agencia Welcome para el fabricante de paneles de cartónyeso, pladures si ustedes quieren, Rigips. A su lado puede verse como la diseñadora Kathryn M. Ireland se atrevió con ese posado con motivo de la presentación en 2013 de su primera colección en colaboración con el importante fabricante de textiles norteamericano Scalamandré.
Debajo una pieza del año 2006 para el producto de cosmética Keri de Novartis con fotografía de Felix Lammers seguida del anuncio de un transportista de arte que promete evitar que aparezcan improcedentes tatuajes.
Entre los varones no solo han sido fotógrafos los seducidos por el cuadro, porque este es un icono que cuenta con numerosas versiones transexualizadas. Una ilustrada es el adjunto Wolverine de Nick Perks. Debajo podemos ver a James Kinser a quien ya hemos encontrado en algún apunte anterior fotografiado por Niki Grangruth. Sigue una foto de Steeve Beckouet para la revista alemana Schön! de octubre de 2015 (ver más) y cierra el trío una pieza de la belga Charlotte Abramow.
Las versiones masculinas concitan una mayor proporción de creatividades de intención humorística como ocurre con el barbado mucamo que parece estar haciendo una pausa en las faenas de limpieza o la del odalisco de Craig White que suple la ausencia de pecho con una pelota. Desconocemos el autor del peculiar marinero en tierra que cierra la serie.
Una curiosa versión a dos sexos es la realizada en 2009 por el colectivo Objekt Permanence que estuvo activo en Nueva York entre 2008 y 2012 (enlace a una muestra de su trabajo). Una pieza en la que se explota la imposible artificiosidad de la posición de una de las piernas aplicada por Ingres.
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