viernes, 17 de junio de 2016

El reciclado iconográfico de la sandía: de símbolo racista a sexy (I)



El uso de la sandía que veíamos hacer a David LaChapelle en un pasado apunte (enlace), nos ha traído a la memoria que esa fruta fue en el pasado un estereotipo racista. El mismo se hacía presente, con frecuencia, en las representaciones de personas de raza negra a las que se suponía ávidas consumidoras de esa fruta.

Véase, por ejemplo, la adjunta portada de la revista Pictorial Review de setiembre de 1924 ilustrada por Nell Hott que emparejamos con una curiosa hucha de la época. Pero aun es más expresivo el “chiste” gráfico que puede verse debajo junto a una marca llamada Dixieland que también hacía uso de esa tópica asociación. 

 


Pero ya en 1904 la revista Puck había publicado una caricatura de un ennegrecido presidente Teddy Roosevelt degustando una enorme rodaja de esa fruta.

"Scrub Me Mama with a Boogie Beat" es un corto de animación estrenado en marzo de 1941, basado en la homónima canción de Don Raye que había sido un éxito el año anterior. Hoy es visto como un ejemplo clásico de compendio de estereotipos racistas entre los que no falta el la afición a la sandía de sus negros protagonistas. El adjunto fotograma está en min 3:26 del video que hemos insertado a continuación.

Con todo, hay que apuntar que en setiembre de 1927 ya podemos encontrar una niña blanca consumiendo sandía en la ilustración de Jessie Willcox Smith para la revista Good Housekeeping. En cuanto a la morena tez del niño de la italiana “Noi e Il Mondo” de agosto de 1928, nos parece meramente circunstancial. Hasta donde nosotros sabemos ese cliché no estaba asentado en los países  mediterráneos.

 

En 1932 hasta Ginger Rogers se aprestaba a dar cuenta de una rebanada en el cartel de la película “You Said a Mouthful” (aquí titulada "Nadando en seco"), aunque ya se ve que no faltaba el voraz negrito de turno. A su lado hemos dispuesto un ejemplo argentino de comedores de sandía en una portada de los años cuarenta de la revista infantil Billiken ilustrada por Lino Palacio. Muy ajustada al estereotipo racista era, sin embargo, la mascota que lució en la portada el comic infantil británico The Beano desde su lanzamiento en 1938 hasta ser reemplazado por una avestruz en 1948. 

 

Un blanco consumidor de sandía representó Perry Barlow en la portada del semanario The New Yoker del 20/7/1940, al igual que blancos eran la chica de la revista "The American Girl" de agosto de 1946 y el niño que se relame con un hermoso ejemplar en la cubierta del semanario The Saturday Evening Post del 22 de agosto de 1942 ilustrada por Charles KaiserEn esa misma publicación, la fruta que hoy nos ocupa volvió a ser motivo de portada, aunque con bastante más discreta presencia, en agosto de 1952, en un campamento de verano creado por Steven Dohanos.

 
 

Erwin Blumenfeld es quien introduce en 1951 a la sandía en el glamour de la moda al colocar a la modelo Anne St. Marie en la portada del número de junio de Vogue rodeada de esos frutos.

Ya en 1955 encontramos en Life una portada llena de la refrescante fruta que podríamos considerar una tímida precursora del advenimiento de la sandía sexy. Véase qué diferencia con la presencia de esos frutos en otra cubierta 18 años anterior.

Pero lo del interior del número de agosto de 1937 es bastante más fuerte. Y es que el reportaje incluido acababa contraponiendo un muy wasp "watermelon picnic" con el topicazo de que “nada hace más la boca agua a un negro…” ilustrado, nada menos, que con una “mammy” dando el pecho.

Y, de remate, una aclaración de que los frutos no consumidos por los negros, referenciados además con el hoy proscrito negroes que todavía no había pasado a escribirse nigroes, eran aprovechados por los cerdos. Impactante testimonio del descarnado racismo de la época. El contenido competo de ese números de la revista está accesible en el siguiente enlace.

 
 

No es raro que en los años sesenta se recurriera a tan asentado cliché para realizar una parodia de una famosa campaña del pan de centeno Levy’s ideada por la agencia neoyorquina Doyle Dane Bernbach. El lema "no tienes que ser judío para adorar el auténtico pan de centeno judío Levy´s" fue convertido en un descarnado "no tienes que ser negro para adorar la sandía".


Pero ya eran tiempos en que difícilmente se osaba representar a un negro comiendo sandía. Así es que cuando el político George Wallace se impuso en 1972 en las primarias de Florida del Partido Republicano Bill Mauldin le representó como un feliz sureño descalzo aplicado a disfrutar una buena rebanada de esa fruta. Una viñeta que ya nadie habría osado publicar con un protagonista negro.

Retornamos a los años cincuenta para, con permiso de LIFE y su fresca imagen de Susan Strasberg, pasar a considerar el número de julio de 1959 de Esquire, que entonces se autocalificaba como revista para hombres, el definitivo punto de arranque de la versión sexy del cliché. Pero el repaso de lo ocurrido a partir de ahí deberá quedar ya para otro día.




[Enlaces a la segunda y tercera parte de la serie dedicada a la sandía]



Adenda 7/2016: Curiosa elección la realizada por la revista española Tapas para su "dulce y fresco homenaje a Muhamed Ali". Nos da que no leen Vetustideces.

Suponemos que no venden muchos ejemplares en USA, pero ya nos gustaría saber si esta imagen todavía es capaz de crear suspicacias racistas.












Adenda 8/2023: “Cocomero” [sandía en italiano] de Olimpia Zagnoli en The New Yorker 28/8/2923



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