Continuamos nuestro recorrido (enlace a la entrega anterior) por los animales de marca españoles con todo un icono de la España de la poco sofisticada desarrollismo como fue el papel higiénico del elefante. En realidad ni siquiera se llamaba así, aunque no tardó en pasar a ser conocido por el nombre del paquidermo que adornaba un envoltorio en el que se destacaba que un rollo eran 400 hojas y que estaba patentado. Pero ninguna denominación de marca. Este producto fabricado por la Papelera Española que presentaba una cara satinada y otra solo algo menos agresiva fue clave en la paulatina sustitución del papel de prensa en esos menesteres. A partir de mediados de la década de los setenta pasó a ser producido por una filial de la Papelera llamada Sancel hasta acabar desapareciendo de los comercios a comienzos de los años ochenta. Pero aun mantiene una notable oferta en internet al servicio de coleccionistas y curiosos a partir de unos 6€ el rollo.
Otro mítico animal desaparecido fue el que dio nombre a la revista de humor La Codorniz que que se publicó en España entre su fundación por Miguel Mihura en 1941 y 1978 autoproclamándose "la revista más audaz para el lector más inteligente". En el mismo sector también encontramos cabeceras como Hermano Lobo que se publicó entre 1972 y 1976 (y mantiene en la red una espléndida galería de portadas) o la efímera El Cocodrilo Leopoldo que tan solo sobrevivió algunos meses de 1975. Cierra la serie el comic para adultos El Cuervo que se publicó en los años ochenta.
El ingrediente más vistoso de una buena paella de mariscos son las cigalas, aunque sean las de menor calibre que eufemísticamente llamamos arroceras. Y bien lo entendieron en la sevillana arrocerías Herba cuando crearon la marca de arroz "La cigala".
Pero dentro del campo de la alimentación es el subsector de bebidas y, particularmente, el del muy venido a menos anís, el que ha aportado todo un zoológico. El más célebre de ellos el del “Anís del Mono” elaborado desde 1870 en la fábrica fundada en Badalona por los hermanos Bosch y Grau. La conocida etiqueta octogonal luce un simio que supuestamente se había instalado en la fábrica tras ser traído de América en un barco, pero que tiene la notable peculiaridadad de presentar un rostro humano de indudable parecido con Charles Darwin. Parece que los Bosch no eran muy partidarios de la teoría de la evolución, por mucho que hay quien sostiene que se trataba de un homenaje al científico inglés. Para homenajes así…
Darwin, para la comparación |
Y es que el mono del anís tiene hasta una representación en bronce en el paseo marítimo de Badalona. Pero lo cierto es que en los destilados de anís proliferaron de forma extraordinaria las marcas animales. Entre ellas destacó por su agresividad competitiva el Anís del Tigre producido en la destilería de Enric Lladó de Arenys de Munt. En su etiqueta un ejemplar de ese felino se disponía a devorar otro animal, a ver si adivinan cual.
Debajo de tan cruenta escena puede verse el Anís del Taup, topo en catalán, producido en Sabadell por José Germá quien, según reza el adjunto cartel publicitario, hurgó en los misterios del alambique como el topo busca su feliz guarida hurgando las entrañas de la atierra. Tela la del publicista que atendía a este empresario. Completa la siguiente serie gráfica otro cartel del taup junto a uno del Anís Marta producido en Barcelona.
Pero la relación de animales vinculados con el anís es tan extensa que tendremos que continuar con el asunto en otro apunte. Y es que, además, hay entre ellos uno asturiano de adopción que popularizó el lema "desde que amanece apetece" al que le debemos una particular atención. Adelantamos que tiene plumas y hasta da nombre a un adorno realizado con ellas.
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