Si fuéramos de Tele 5 bien podríamos comenzar este apunte menospreciando
la reseña titulada “¿Y por qué no le pillo yo la gracia?” publicada el pasado viernes por Carlos Boyero manifestando que el crítico de El País la comienza diciendo “No vi Ocho apellidos
vascos”. Algunos hasta le discutirán que omitir el complemento circunstancial “en un pase de prensa” no es técnicamente una
mentira.
El caso es que antes de leer a Boyero ya habíamos decidido que nosotros con una entrega de apellidos por octetos
ya tenemos bastante. Y por suerte, el pasado jueves el colaborador de la sección Rinconete del Centro Virtual Cervantes llamado
José Ángel Lázaro tuvo el detalle de
recordarnos (aquí) que este año se ha cumplido el vigésimo aniversario del corto de Javier Fesser titulado “ El secdleto de la tlompeta” (1995). Llegado el relajado fin de semana hemos tenido tiempo de comprobar que los casi
18 minutos de tan espléndido engendro han envejecido de maravilla y, encima,
están disponibles gratis total en la red.
Así que nuestro consejo es que pinchen este enlace y suplan así la tentación de engordar la deletérea hucha de Tele 5 a la par que disfrutan
de una espléndida muestra del mejor absurdo practicado en los noventa.
Acérquense cinematográficamente hasta la gasolinera ubicada en la carretera que
va de Torrevieja de Matute a Miraelrío de las Fuentes y descubrirán
que, encima, es una producción dedicada a todos los listos de mundo (aunque parece claro que, en particular, a los productores de cine).
Igual no les consuela del disgusto de haber comprobado que la deportista (y senadora portavoz de Educación y Deporte del PP, ¡ahí es na!) que se ponía como modelo de coraje
tenía tanto que no admitía perder.
Qué ridículo
suena hoy en día aquello de “lo importante es participar”. Hoy lo mas adaptado al signo de los tiempos mas bien es "gana como sea, aunque solo sea la pasta".
Feliz otoñal domingo.
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