Tiene su punto de ironía que la noticia violenta que se ha abierto camino hasta las portadas de la prensa española el "Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer" sea "Una mujer mata a su marido y se ahorca en el Pumarejo (Sevilla)". Y sepan que el suicidio del comitente se produce en casi un tercio de este tipo de violencias asesinas de pareja, sea cual sea el sexo ejecutor.
Más irónico resulta aún en esta España en que casi todos los medios hacen una lectura reduccionista del problema más amplio sobre el que pretende focalizar la atención la ONU con una campaña basada en el color naranja de la que por aquí apenas hemos tenido noticia. No se lo curran muy bien nuestras enchufadas exministras.
Y es que la organización internacional pretendía que también nos fijáramos en otras violencias como la sexual o la trata de mujeres. Pero parece que hoy en nuestro país solo hay hueco mediático para las asesinadas por sus parejos (sic, que estamos decididos a crear tendencia como Bibiana).
A nosotros nos parece que no está de más acordarse que ese planteamiento deja fuera todo un epígrafe de la memoria de la Fiscalía. Y como vemos que ningún medio se acuerda de esas otras víctimas tendremos que hacerlo nosotros transcribiendo el texto que les dedica la citada memoria referida al año 2014 (pag. 350):
1.1.1.2 Hijos de víctimas de violencia de género. Otras víctimas
A continuación se hace referencia a los supuestos que han sucedido en el ejercicio a que se refiere esta Memoria, comenzando por los menores.
– El día 4 de marzo, el agresor mató a su esposa y su hija, huyó, regresando con posterioridad y suicidándose en la comisaría de policía.
– El día 28 de abril en Madrid el agresor mató a uno de sus hijos, de 19 meses e hirió gravemente al otro de 5 años.
– A finales de junio se denuncia por su madre la desaparición de una mujer y su hija de 9 años, siendo localizados los cadáveres 6 meses después en un pozo en la provincia de Zamora. Fueron al parecer asesinadas por la pareja de la madre, en prisión por estos hechos.
– El 27 de noviembre en la localidad de Pravia (Asturias) un hombre mató a sus dos hijas de 7 y 9 años a golpes en su domicilio, en el que se encontraban por el régimen de visitas establecido judicialmente en demanda de guarda y custodia interpuesta por la madre después de una denuncia por maltrato. El agresor se suicidó inmediatamente después.
– El 13 de enero en la localidad de Cervo (Lugo) falleció M. A. R. L suegra de su agresor. La mató a golpes antes de dirigirse hacia su mujer a la que hirió de gravedad sin conseguir matarla y que presenció la agresión a su madre
– El 5 de mayo, H. B fallecía en la localidad de Villarejo de Salvanés a manos de su marido como consecuencia de las lesiones sufridas por la agresión con arma blanca en su dormitorio mientras dormía, estando acompañada en ese momento por su nueva pareja a la que también agredió causándole la muerte. El agresor se suicidó posteriormente.
– El 30 de agosto la expareja de E. M. D. se dirigió al domicilio de esta en Arganda del Rey, Madrid. Una vez allí agredió con arma blanca en presencia de su familia a su ex pareja y a la madre de esta, resultando la primera herida grave y la segunda muerta a consecuencia de la agresión.
Como bien se ve 5 hijos e hijas (1 contra 4), 2 madres y una nueva pareja, no se explicita su sexo, que no tienen cabida en las estadísticas al uso de la "violencia machista". ¿Por qué? Por obtusismo.
El caso es que resulta sumamente difícil obtener información global sobre la violencia doméstica. Algo así como si nos negáramos a incluir el cáncer de próstata dentro de los estudios sobre esa enfermedad porque solo afecta a un determinado sexo.
Pero no es difícil que una foto de la globalidad del problema nos lleve a la misma conclusión que la estadística penitenciaria que nos dice que un 93% de los 3.846 condenados por asesinato y homicidio doloso de cualquier tipo que estaban en prisión el pasado fin de año eran varones (proporción aún algo más alta si hablamos de lesiones). Así que el título "violencia machista" viene a ser un pleonasmo que, por mucho que obligue a prestar especial defensa a las mujeres, aún hace más ridículo dejar fuera de la estadística otros asesinatos que tienen absolutamente la misma etiología. ¿Queremos analizar el cáncer o solo algunos cánceres?
La respuesta es tan simple como que improbable resulta ver lo que no se mira.
PS - Aparte de innecesario, resulta de pésimo gusto etiquetar el gráfico que nos ha colocado hoy LNE con porcentajes y no con nº de personas.
Equivalencia 2,1% = 1 mujer. Total 48 per-so-nas. Se entendería bastante mejor sin esos porcentajes con ridículos decimales.
Y sepan que las Comunidades que todavía mantienen a cero sus marcadores de 2015 son Navarra y La Rioja. No es que allí sean menos violentos, es la "Ley de los pequeños números". Pero en nuestras escuelas no se enseña a leer estadísticas.
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