La red está llena de increíbles fotos de novios sometidos a los mas ridículos rituales fotográficos. Según el dictado de internet los rusos pasan por ser los mayores alimentadores del cliché (algunos ejemplos y unos pocos mas).
Como se da la circunstancia de mientras disfrutábamos de una copita en una azotea madrileña hemos tenido ocasión de asistir a una escena bastante chunga, queremos hacer nuestra pequeña contribución a ese poblado meme fotográfico por mas que no íbamos provistos de la utillería mas adecuada para captar una imagen a larga distancia cuando ya caía la tarde.
La verdad es que no alcanzamos a entender cual pueda ser la gracia de tener en la mesilla una foto besándose con un fondo de viandantes que, en este, caso cruzan la Gran Vía madrileña. Encima estos tuvieron que repetir tres veces el posado hasta que los hacedores de sus recuerdos gráficos se dieron por satisfechos.
Estos excesos entroncan con una tendencia que se va
imponiendo entre los organizadores de bodas consistente en introducir un
pequeño numerito, preferentemente musical, protagonizado por los novios. ¡Ay cuan ingrata es la persecución de la originalidad!
Así que nosotros nos preguntamos si no debería estar castigada la incitación al ridículo. Máxime a personas
tan susceptibles a caer en la confusión como son las parejas de novios que, en su mayoría, aun no han superado el peligrosísimo "lo que tu digas".
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