El siglo de las paronomasias

Dejó dicho Dámaso Alonso que el XX fue el siglo de las siglas. Y a nosotros se nos hace que el XXI bien podría ser el de los juegos de palabras, particularmente, de las paronomasias, aunque lamentablemente no nos sale una para explicarlo como a D. Dámaso. Pero basta abrir la prensa para ver que hay pocos periodistas que no maten por encontrar algún juego verbal que les sirva de titular. Parece mentira que la Asociación de la Prensa no organice algún concurso anual con la consiguiente cena de entrega de premios y todo esos boatos que tanto gustan.

Por nuestra parte, hemos descubierto, parece que con bastante retraso, que existe una aplicación para organizar las finanzas domésticas que responde al nombre de Fintonic. Según nos dicen un derivado de “finanzas tonificadas”, pero la vemos una denominación forzadilla. No andamos con tiempo para meternos en el análisis de cronologías, pero parece que el nombre incluso podría ser anterior al de la serie de televisión Gym Tony. Así que ya ven como la bebida que ayudó a llegar a centenaria a la madre de la reina cincuentenaria también triunfa en el lenguaje de las marcas.

Aprovechamos para recordar que ya nos hemos ocupado anteriormente de algún otro juego de palabras convertido en marca como el perfume Lady Million “Eau my Gold!” de Paco Rabanne. Pero tampoco en este caso, ¡oh my god!, somos capaces de dilucidar si es anterior o posterior a la franquicia de peluquería “Oh my Cut”.

Así que hoy solo nos queda mencionar que ya hemos tratado algunos juegos de palabras hosteleros en un apunte del año 2013 antes de anunciar que procedemos a dar inicio a un seguimiento mas sistemático de este entretenido asunto. Tiene pinta de dar bastante juego.