miércoles, 25 de abril de 2018

De vacas a meninas


Hace ya algunos días que el centro de Madrid está habitado por unas fibrosas (de vidrio) figuras que conforman lo que se ha dado en llamar Meninas Madrid Gallery. Una iniciativa promovida por el artista venezolano Antonio Azzato que, tras conseguir el apoyo del Ayuntamiento de Madrid y ACOTEX ( Asociación Empresarial del Comercio Textil y Complementos), ha encargado la individualización de esas 'modelos' a un heterogéneo colectivo de colegas, famosos y/o adllegados (enlace a la lista oficial, aunque no todos los que figuran en la misma han expuesto; la organización dice que faltan por instalar algunas).

Se prometían 80 piezas, pero en la lista-plano de la web municipal, en la que nos constan omisiones como las de Marta Hazas o Blanca Cuesta, contamos sesenta junto a otras ocho etiquetadas como pendientes de instalar. Lo cierto es que la intendencia de todo esto está un poco guardainfante por ingle (o manga por hombro, si prefieren).

Este tipo de eventos tiene sus orígenes en el "Land in Sicht" (que pude traducirse como "El campo a la vista") celebrado en Zurich en 1998 por iniciativa de Walter Knapp. Este decorador (director de arte se lee en muchas reseñas; y en alguna otra escaparatista) modeló en colaboración con su hijo, el escultor Pascal Knapp, tres modelos de vacas que fueron distribuídas por la bella ciudad suiza  convenientemente personalizadas por variopintos artistas. Todavía puede encontrase por allí algún recuerdo de aquello, como la adjunta vaca que se asoma a un balcón del Hotel Adler situado en el barrio peatonal de Niederdorf.

Pero cuando el concepto adquirió relevancia internacional fue al año siguiente, cuando Peter Hanig, el propietario de una tienda de calzado de Chicago, tras volver a casa impresionado por la exposición suiza, impulsó la realización de una muestra similar en su ciudad. En el 2000 compró la idea Nueva York y a partir de ahí toda una larga lista de ciudades que puede consultarse en el artículo que la Wikipedia dedica al asunto. La que por cierto tiene algunas discrepancias con la lista oficial, lo que apunta que la edición de Bilbao (2001) parece que se organizó al margen de la franquicia. En todo caso, fue la primera ciudad española que albergó este tipo de vacas que posteriormente visitaron Barcelona (2005), Vigo (2007) y Madrid (2009).

Cuestiones que van de la ruptura de la monotonía a los devengos de derechos, propiciaron que pronto se desarrollaran eventos basados en otros soportes. En 2001 Eva y Klaus Herlitz crearon sobre la base de la figura de un oso llamada Buddy Bär (Oso Buddy), una muestra que se instaló en las calles de Berlín al año siguiente y tuvo continuidad en un concepto de fraternal marketing denominado United Buddy Bears. No tenemos noticia de que esta variante haya recalado en ninguna ciudad española.

El artículo en inglés de la Wikipedia tiene una interesante relación de proyectos similares, en el que de momento no han sido incluidas las menina madrileñas, donde encontrarán toda una variada colección de soportes que configuran un muy completo zoológico. Particularmente exitosa ha sido la subsaga "Elephant Parade" que arrancó en 2007 en la ciudad de Rotterdam. Sus organizadores hasta venden el adjunto kit para que pueda participar en el juego sin necesidad de salir de casa.

Volvemos a Madrid para constatar el agotamiento de un concepto que, aún valorando que ayuda a romper la monotonía de la ciudad, poco puede emocionar a quienes ya hayan pasado por algunas versiones anteriores del invento. Así que no nos liemos con si es o no es arte, como en parte hace la crónica del digital El Español, porque ya dejó escrito Vargas Llosa en su artículo titulado El palo de escoba que "en el arte de nuestro tiempo el verdadero talento y la picardía más cínica coexisten y se entremezclan de tal manera que ya no es posible separar ni diferenciar una de la otra". Y lo cierto es que El País se muestra bastante más comprensivo.

Nosotros vamos a limitarnos a reseñar algunas cosas que nos han llamado la atención:

- Por ejemplo el estricto cumplimiento del famoso 'el que parte y reparte se lleva la mejor parte'. Así que Azzato no solo expone cuatro piezas en muy selectas ubicaciones, sino que se ha moldeado, además, una menina a la medida de una creatividad evocadora de la Estatua de la Libertad que ha instalado en la plaza de Colón (junto a la "gorda" de Botero). También se ha marcado otra con forro vegetal que ha denominado, en inglés of course, "Jardín vertical". Se nos hace feo compararla con el 'Puppy' que mercó Jeff Koons, y muy bien mercado, al Guggenheim bilbaino.



- Una que, por ahora, no ha sido expuesta, apunta en su descripción ("He envuelto la menina en cinta de embalar") un considerable parecido con el muy bien cerrado paquete relaizado por una asturiana. Curioso tic forrador el que muestran las modelos, porque hay otra, todavía en activo, que ha envuelto la suya con periódicos y fotos de monumentos madrileños. 


- También son coincidentes las ideas aplicadas en la "XMENina" de Rodrigo Sánchez, el director de arte del diario El Mundo, y en "Asteroide 310 Margarita" obra del artista urbano Shfir. Una pieza esta segunda, realizada con una pintura que, convenientemente iluminada, produce una impactante fluorescencia nocturna.


- Es llamativo que haya "artistas" tan orgullosos de sus aportaciones que ni siquiera las han hecho un hueco entre los selfis de su Instagram. Otros, sin embargo, se han fotografiado muy motivados, como es el caso de Carlos Baute. Un desperdicio de concurso fotográfico el no celebrado con el lema ¿Qué harías por tu menina?



- De momento solo hemos identificado a dos repetidoras de la Cow Parade de 2009. Ágata Ruíz de la Prada (“Cielo de día y cielo de noche”, Preciados 3) y Begoña Fernández Castaño (“Menina Flamenca”, Goya 6) que entonces participó con la titulada 'Midnight runner'.


  



- Otros participantes como Blanca Cuesta y su profe Pedro Sandoval ya vienen entrenándose en inventos similares, como el que montaron utilizando como soporte el torso de una Venus clásica (que no de Milo como hemos leído aquí). Se dice que en la próxima edición el decorado podría ser un busto del padre Ángel.


- Aún más experiencia en ese tipo de intervenciones tiene el artista Felipao que se dedica a personalizar los canes que vende con el nombre de Poppis. Tras confesar haberse inspirado para su aportación en la cúpula del edificio Metrópolis, que se suponía iba a servir de telón de fondo a su 'Menina Osada', van y se la colocan en Recoletos 10. Pero al identitario perrillo del camafeo seguramente le da igual.

 

- El premio a la creación más currada/transpirada nos parece que claramente debería ser para la Menina Postal de Luigi Cuchillo que está instalada en la Plaza Mayor. Lo malo es que, pese a que ya casi nadie escribe cartas, no tardó en sufrir la sustracción de algunos de los sellos con los que está recubierta. Estas cosas también tienen su curva de aprendizaje.

- La presencia entre los participantes del Colegio Everest,  único centro escolar invitado, suponemos que es una pista sobre los proveedores de servicios familiares del organizador. La obra que han aportado, “Madrid nuestra Escuela” (Velázquez 20), nos parece un trabajo aseado pero demasiado previsible. En línea con el conjunto de la muestra.



El caso es que, llámese arte o no, si se dan una vuelta por Madrid verán que el personal está encantado haciéndose fotos con todas estas guardainfantadas señoritas. Así es la España pacientemente forjada desde Tele 5.


Si tan solo algún participante se hubiera atrevido a poner a la suya una coletita rubia ...







P.S.- Si tuvieran ocasión de darse una vuelta por Ferrol, no dejen de ir a ver 'La meninas de Canido'. En nuestra opinión, una mucho más interesante muestra de arte urbano (enlace al plano). 






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