Veíamos en un apunte del mes de marzo el ciertamente difícil de adivinar significado
del 26 que da nombre a la compañía de servicios financieros por internet
denominada Number26. Recordemos que ese es el número máximo de rotaciones
elementales (cuartos de vuelta) necesarias para resolver un cubo de Rubik. Y que fue adoptado como metáfora
de que una correcta estrategia permite resolver casi cualquier problema. Esto
nos trae a la memoria que la presencia de números en las denominaciones de marca es bastante frecuente, aunque su significado resulta, en general, poco conocido. Así que hemos decidido realizar algunos apuntes sobre esta cuestión.
Una de las “marcas numéricas” mas famosas, si no la mas, es el perfume Chanel nº 5. En este caso no hay abstrusas metáforas, un cinco era el número que identificaba el frasco escogido por Coco Chanel entre las diez muestras numeradas que en 1921 le presentó el perfumista Ernest Beaux cuando la famosa diseñadora decidió crear un complemento exclusivo para sus diseños de moda.
Chanel nº 5 decidió llamar al perfume que la diseñadora confesó haber seleccionado porque tenía “olor a mujer”. En todo caso el cinco ya era previamente el número de la suerte de Coco que presentaba sus colecciones el cinco de mayo (5/5). Con el tiempo la fragancia se convirtió, no sólo en la protagonista de la famosa declaración de Marilyn Monroe, sino también en la más vendida de la historia.
El frasco se creó emulando las formas de la Place Vendôme de Paris donde se ubica el Hotel Ritz en el que Coco vivió durante algún tiempo.
Chanel nº 5 decidió llamar al perfume que la diseñadora confesó haber seleccionado porque tenía “olor a mujer”. En todo caso el cinco ya era previamente el número de la suerte de Coco que presentaba sus colecciones el cinco de mayo (5/5). Con el tiempo la fragancia se convirtió, no sólo en la protagonista de la famosa declaración de Marilyn Monroe, sino también en la más vendida de la historia.
El frasco se creó emulando las formas de la Place Vendôme de Paris donde se ubica el Hotel Ritz en el que Coco vivió durante algún tiempo.
En 2007 se lanzó la gama de perfumería “Les Exclusifs” para la que se crearon, entre otras, las fragancias
Chanel Nº 18 con el número de la
famosa boutique de joyería de la Place
Vendôme inaugurada en 1997, Chanel 28 La Pausa que evocaba la casa de vacaciones “Villa La Pausa” que Mademoiselle
se construyó en 1928 en la Riviera
Francesa y Chanel 31 rue Cambon, la dirección del palacete que es la sede de
la firma desde 1921. El quinto perfume de esta gama con una referencia numérica
es el bautizado simplemente como 1932,
el año en que Coco presentó su
primera colección de joyas. Les
Exclusifs consta actualmente de un total de quince fragancias que comparten
modelo de frasco.
El
uso de referencias a la dirección ha tenido bastante éxito en el sector de la perfumería. Balenciaga Le Dix se
lanzó en 1947 con el número del establecimiento del modista guipuzcoano en la Avenida George V, mientras que el
perfumista londinense Floris puso en
el mercado en 1955 el Nº 89 que es el que luce su local
en Jermyn Street. Hermès, por su parte, presentó en 1995 su 24 Faubourg dándole el nombre, algo abreviado, de su dirección en el Faubourg Saint-Honoré donde tiene su sede desde 1880.
Y ya no es una concreta fragancia,
sino toda la marca de un perfumista la que toma el nombre de Bond No 9 por la ubicación neoyorquina
en Bond Street de la firma fundada por Laurice
Rahmé.
Sin embargo, el antecedente más antiguo de utilización de una
dirección como nombre de un perfume es el del llamado Nº 4711. Este es un producto de la empresa alemana Mäurer & Wirtz y uno de los artículos de prestigio más
conocidos de Alemania.
La historia del número de esa fragancia se remonta a la toma de la ciudad de Colonia por las tropas francesas en 1794. Ello dio lugar a la numeración secuencial de las casas como se encarga de recordar un cartel publicitario utilizado por el perfumista. Y del número así asignado a su sede (que luce majestuosa en la portada de su web) tomó su nombre el producto.
La historia del número de esa fragancia se remonta a la toma de la ciudad de Colonia por las tropas francesas en 1794. Ello dio lugar a la numeración secuencial de las casas como se encarga de recordar un cartel publicitario utilizado por el perfumista. Y del número así asignado a su sede (que luce majestuosa en la portada de su web) tomó su nombre el producto.
Inicialmente fue vendido como elixir que se consumía disuelto en vino, para convertirse posteriormente en un agua de colonia que se elabora desde 1799. Una de las responsables de que demos el nombre de esa ciudad a las fragancias con menor contenido alcohólico y concentración de aceites esenciales.
Cabe recordar un curioso guiño a esa marca de la cultura pop. Y es que el exótico científico travesti Dr. Frank-N-Furter del musical “The Rocky Horror Picture Show” se caracteriza por lucir en el muslo un tatuaje con ese número. Menos claro tenemos si la matrícula 4711-EA-62 que utilizaba el Aston Martin DB5 de James Bond para circular por Francia en algunas de sus primeras películas es o no una mera coincidencia.
Si el citado perfumista alemán tan solo necesitó para denominar su fragancia, fue una numérica calle, la Quinta Avenida (5th Avenue), pero sin necesidad de especificar número, la que sirvió a Elizabeth Arden para identificar la ubicación de su famoso “Red Door Spa” de Nueva York que estaba situado entre las calles 52 y 53. Y quizá proceda recordar que esa exitosa empresaria nacida Florence Nightingale Graham (1884 – 1966) compuso su seudónimo con el nombre de una antigua socia y el apellido del héroe del poema de Alfred Tennyson titulado “Enoch Arden”.
Llegados a la costumbre de incluir en la denominación de la marca el número de
ingredientes, vamos a dejarlo por hoy porque es una práctica suficientemente extendida como para requerir un apunte específico.
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