El cubismo es, publicitariamente hablando, muy proclive a ser utilizado con versiones fuertemente distorsionadas. En unos casos se trata de inspiraciones eclécticas, como ocurre con el anuncio de los televisores Sony Bravia (“que son una obra de arte” proclama) realizado por la agencia Dentsu en 2006, mientras que en otras ocasiones las creatividades son algo más relacionables con obras concretas. Este es el caso de la composición vegetal inspirada en alguno de los retratos de jóvenes de finales de los años treinta como el que puede verse debajo, que está fechado en abril de 1938. La recreación al servicio de un pequeño electrodoméstico es una obra de 2011 de la agencia Shalmor Avnon Amichay/Y&R Interactive de Tel Aviv. En nuestra humilde opinión la menos conseguida de las tres piezas realizadas.
La técnica utilizada es un claro homenaje a las numerosas creaciones de un solo trazo realizadas por el más famoso de los cubistas. Un detalle que, por contra, no se tuvo en cuenta en el dibujo que utilizó el Diario de São Paulo para ilustrar que “el papel vale lo que hay sobre el mismo”.
Pero el juego creativo que, sin duda, ha tenido más éxito es la comparación de una creación con su hipotética contrapartida cubista. En el año 2000 servía para ilustrar la diferencia entre un coche con airbag y las consecuencias de utilizar otro no equipado con ese dispositivo (agencia LOWE Sspm).
En 2004 era una escuela de arte la que nuevamente enfatizaba la diferente valoración de dos obras en función de la formación del estilo (agencia F/Nazca Saatchi&Saatchi), muy en la línea del primer Guernica que vimos hace una semana en el anterior apunte de esta serie.
En 2011 lo ilustrado con una creatividad comparativa fueron tanto las ventajas de la suspensión adaptativa del Volkswagen Phaeton (agencia Grabarz & Partners de Hamburgo) como las bondades del servicio de un transportista turco (agencia McCann Erickson Estambul).
El último ejemplo que vamos a inventariar se sirve de la creación de valor que asociamos con el "toque" de Picasso, aunque sea en detrimento de otros significados cubistas. En este caso se utiliza para proclamar las excelencias de una marca de cuchillos en una suerte de “cubismo a machetazos” (agencia Memac Ogilvy Dubai, 2013) que se nos hace aplicación un tanto forzada. Y se trata de un ejemplo que, nuevamente, nos trae a la mente más a Juan Gris que a Don Pablo. Acompañamos unos violines en la artística visión de cada uno de ellos.
Un ejemplo más de campaña que juega con diferentes estilos artísticos (Tamara de Lempicka, Gustav Klimt, Andy Warhol, Henri Matisse y Salvador Dalí), aunque sin presencia de cubistas, puede verse en este enlace.
Finalizamos esta segunda y última entrega sobre el cubismo con un coche representado con ese estilo creado en 2006 para anunciar una exposición de Picasso. Buen anuncio de la muestra promocionada que, sin embargo, no presta un gran servicio al producto del patrocinador.
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