viernes, 2 de mayo de 2014

Las palabras que le prestamos al inglés


La mala conciencia que nos ha producido el reiterado uso de underdog que hemos realizado últimamentenos ha llevado, a modo de penitencia, a reflexionar sobre la circulación de palabras en sentido inverso. Y no hemos encontrado un ranking de aspecto riguroso con las palabras de origen español mas utilizadas en inglés. No duden en hacérnoslo saber si conocen alguno. Los ejemplos más usuales de préstamos tomados de nuestro idioma por los anglos suelen ser términos que no se utilizan a diario, salvo en muy particulares circunstancias, como ocurre con mosquito, embargo, guerrilla o aficionado (quizá recuerden que en una no muy lejana entrada sobre las portadas con cigarros se muestran algunos ejemplares de la revista norteamericana “Cigar Aficionado”, a fin de cuentas el paraíso de sus compradores está en Cuba). La siesta tampoco parece que sea un práctica generalizada entre los angloparlantes que solo sustituyen party por fiesta o male por macho en muy determinadas circunstancias y con específica intención.

Por nuestra parte, y sin contar con ninguna base probatoria, vamos a lanzar la conjetura de que, a pesar de que la pronunciación adoptada deje el término un tanto irreconocible, quizá sea chocolate el españolismo mas usado en el idioma inglés. No en vano es la lengua hablada por las sociedades mas golosas y sobrealimentadas del planeta. Un purista, sobre todo si es de origen mexicano, nos recordará que, en última instancia, el préstamo es del náhuatl, la lengua franca del Imperio Azteca. Concedido.

Es destacable que el lenguaje gastronómico de Estados Unidos se ha ido poblando de numerosos mexicanismos de la mano del éxito de la asequible comida Tex-Mex. Así que allí tortilla es la mexicana, la oblea realizada con una masa hecha con harina de trigo (mas tex) o maíz (mas mex), y un taco no es un exabrupto verbal. La influencia del vecino país, y sobre todo de sus numerosos inmigrantes, es fuente de algunas otras sorpresas para un español que, por ejemplo, verá en Nueva York como cada vez hay mas “tiendas de la esquina” bajo el rótulo de “bodega” utilizado con la acepción mexicana del término.

De hecho, en el “tercer país Norteamericano” (somos un poco maniáticos con esto, pero mirando un mapa se ve muy claro que la mayor parte de su territorio no está en Centroamérica) hay una importante red de tiendas propiedad desde 1997 de Walmart con la marca “Bodega Aurrerá”, aunque se trata de un formato de comercio bastante mayor que el homónimo del norte. La curiosa promotora publicitaria de la cadena mexicana es “Mamá Lucha”. A continuación se la mostramos retando a los "precios rudos" y recordándonos, de paso, como el dólar se apropió, ese sí que no es un préstamo, del símbolo del peso con el mero expediente de añadir una segunda barra vertical.


Cambiamos de registro para constatar que en el lenguaje técnico son escasísimas las aportaciones del español al inglés, en este momento solo nos viene a la mente el término meteorológico “derecho” con el que se designa un raro fenómeno en cuyos detalles no vamos entrar. Ya como nombre propio encontramos en esa misma especialidad científica “El Niño”, y eso que no tienen eñes en sus teclados, quizá por ello también utilizan la más técnica sigla ENSO (El Niño Southern Oscillation). Este cambio periódico de los patrones de las corrientes marinas que tanto afecta a la climatología global del planeta, tomó ese nombre de la época navideña. Igual ya hay a quien haya que refrescarle que conmemora el nacimiento del Niño Jesús, en la que los pescadores peruanos detectaban el calentamiento del agua que indica la aparición del proceso.

Un nuevo salto de tipología verbal nos lleva a recordar que la semana pasada se aireó bastante una intervención de la esposa del viceprimer ministro británico Nick Clegg. La vallisoletana Miriam González manifestó en un acto público de su marido que, en su opinión, “los hombres que cuidan a sus hijos tienen más cojones", dicho con la palabra que cierra el aserto pronunciada en español, pero con una jota aspirada mucha mas británica que castellana (pueden escucharlo aquí).

Es bastante probable que esa anécdota incentive el uso en Gran Bretaña de este sustitutivo de “bollocks” (que equivale al mas suave pelotas) porque parece que el término español, que en inglés funciona como eufemismo, cae en gracia y, de hecho, no es la primera vez que recibe amplia difusión. Vean, por ejemplo, la siguiente portada del semanario “The Economist” del 31 de diciembre de 2011 en la que se detallaban las características de perfecto republicano. Aunque, como pueden comprobar, tiene la peculiaridad de que los cojones no los ponía un macho. Suponemos que recuerdan a Sarah Palin, la líder del “Tea Party” que disputó la "nominación" (1) republicana para las elecciones de 2012 en USA.

 

Queremos señalar para finalizar que nuestra lengua todavía tiene algunas interesantes ”oportunidades comerciales” para colocar nuevas palabras en inglés. Este idioma no cuenta, por ejemplo, con un término equivalente a nuestro "estrenar" referido a bienes de consumo. Para los espectáculos se utiliza premiere como se apresuran a copiar nuestros compatriotas mas cursis, mientras que para otros inicios (por ejemplo en un trabajo: me estreno como...) recurren a debut que, al igual que nosotros, han tomado del francés. Pero estrenar unos zapatos es un larguísimo “wear for the first time”. Así que hay que hacerles un favor colocándoles estrenar. ¡Por la Marca España!



(1) Utilizamos, no sin desgana, "nominación" como concesión a los usos y costumbres establecidos que reniegan de traducir nominee y nomination como candidato y candidatura. No deja de ser un acto inconsciente de justicia poética porque tal como está la política es toda una ironía aplicar a sus oficiantes un término que procede de una denominación latina del color blanco (otra es albus) que se ha mantenido hasta nuestros días como símbolo de la pureza.

Como recordatorio de Sarah Palin adjuntamos dos portadas particularmente mordaces. La de New Statesman de enero de 2010 y la de Mother Jones de diciembre del mismo año que parodiaba el cartel de la película de 1958 "El ataque de la mujer de 50 pies".






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