Si los programas electorales tienden a ser tan inconcretos
como aburridos, en el caso de las Elecciones
al Parlamento Europeo la cuestión se exacerba. Por ello es muy de agradecer
que la escasa tirada de esos documentos apenas cause daños a nuestros bosques
y que la tecnología nos permita acceder a ellos a través de la red. Uno de
nuestros colaboradores, en busca de quien sabe que récord Guinness, ha
aprovechado para echarles un vistazo a tan plúmbeos como
inanes documentos (PP, Psoe, Iu y UPyD). Les hacemos un breve resumen de lo que nos ha contado.
Vamos a centrarnos en los dos grandes partidos con la deliberada
intención de hacerles conscientes de las consecuencias de darles su voto. Así les participamos que mientras que el Psoe sintetiza
su programa en 100 medidas, el PP necesita recurrir nada menos que a 274 que tiene el
cuajo de llamar “soluciones” para, a la postre, decir incluso
menos. Y es que entre todos esas presuntas soluciones tan solo hay una, sí, sí, u-n-a, que esté cuantificada. Se trata del
objetivo de alcanzar en 2020 un índice
de ocupación del 75% para la población entre 20 y 64 años, lo que se hace sin distinción de
sexos.
Ojo, que ese parámetro no es el complemento a cien de la tasa de paro, la que se calcula dividiendo los que no trabajan entre los que quieren trabajar.
En el caso del índice incluido en el programa, el divisor son todos los ciudadanos de la correspondiente edad. Pues para un dato que concretan, parece que el Floriano de turno se ha tirado a la piscina probablemente ignorante de lo que está proponiendo. Lo del piscinazo lo deducimos del hecho de que el Psoe,
habitualmente muy beligerante en cuestiones femeninas, proponga para las mujeres un
mucho menos ambicioso objetivo del 65%. Y diez puntos de diferencia son muchos. Les adjuntamos como lo dice cada partido
con sus propias palabras:
La muletilla de moda en la derecha para esta temporada de
primavera-verano queda claro que es “poner en valor”. Hasta siete veces aparece en las 119 páginas del
tocho que han preparado, mientras que a su principal rival le basta con 36 folios para incluir
hasta una contraportada. UPyD se nos
va a 52 e IU a 80. Los votantes de opciones convencionales valoradas al peso ya pueden tomar su decisión.
También se pone de manifiesto que la palabra tranversal gusta bastante a los "cañetes", como pone de manifiesto que la encontremos utilizada como adjetivo de
política, objetivo, tratamiento, enfoque y carácter. Casi nada. Cierto que por ahí hasta los tesoreros ejercían la transversalidad.
En el programa del Psoe
nos ha llamado la atención, en cambio, el lío que se montan con las troikas. Por un lado las rechazan tajantemente en el punto 21 (“nuestra oposición a las
troikas”, así en plural), cuando en el 14 acaban de proponer la creación de una
nueva con la participación de algunos de los que han visto mermado el chollo que
tenían con los cursos de formación. Mira que hay palabras en el diccionario
para tener que empecinarse con una rusa que, a fin de cuentas, quiere decir
trío (por antonomasia de caballos). Intenten entenderlo vds. mismos sirviéndose de los textos originales.
Siguiendo las tendencias de moda nos gustaría proponer unas candidaturas
(tratamos de evitar el anglicismo nominaciones) para conceder algunos premios a
las propuestas electorales más pintorescas. Comenzamos por la categoría “no se aclara ni el redactor” en la que
el Psoe compite con la parejita anterior contra el lío que tiene el PP sobre si
quiere adherirse o no al “Convenio de Estambul”.
Esto es lo que nos dicen:
A ver si la evaluación va a resultar negativa. Los deberes hay que hacerlos antes que el programa, amiguitos.
El premio “repítemelo más despacito” se resolverá entre las propuestas que pueden ver a continuación. Una candidatura que en el caso del Psoe llevará aparejada la obligación de responder a la pregunta ¿vinculantes con qué?, ¿con su dimisión, quizá? Sus contrincantes pueden ahorrarse dar más detalles porque va a dar igual. Cuando no se sabe qué se quiere decir no hay manera de arreglarlo.
En la categoría “no
se lleve a Europa lo que no sea capaz de resolver en casa” nos quedamos con la
PPada de pretender que nos organicen fuera los planes de estudios que nos somos capaces de hacer eficaces desde aquí. Y a las huestes de Valenciano vamos a recordarles que los códigos penales están muy lejos
de iniciar un proceso de convergencia, no digamos ya en materia como la que
plantean. Sepan que, además, resulta tremendamente hipócrita evitar la palabra aborto cuando es
de lo que quiere hablarse.
Aprovechamos para permitirnos recomendar al PP que, por lo
pronto, empiece a mejorar las competencias básicas de sus redactores de programas
electorales, sin esperar a que se lo arreglen en la Eurocámara. Y es que la 2ª “solución”
del apartado destinado a los mayores (apartado 4.3) propone el improbable milagro
de que se goce de mejor calidad de vida cuanta mayor edad se alcance. Eso ya lo prometió
la doctora Asland y fue que no. Aunque los que parece que sí que lo han conseguido son los directivos de las cajas de ahorros con sus doradas jubilaciones. Pero esa vía es tan cara como golfa y no va a dar para todos. Otra
cosa es que pretendan potenciar las políticas dirigidas a mejorar las
condiciones de vida de los mayores, pero no esperen a que estén muy achacosos,
no sean cabroncetes.
Queridos lectores: hay otras 39 candidaturas (ver lista)
y en una institución tan ineficaz como el Parlamento Europeo no cabe hablar de voto útil, así que no podemos resistirnos a pedirles que aprovechen para mandar un recado a quienes han parido basurillas como las que acabamos de enseñarles. Con la abstención o el voto en blanco también se emite una protesta, pero no se impide que se repartan los escaños entre los de siempre. Anímense y hagan feliz a un candidato
ajeno al bipartito que, espléndidamente becado, se encargue durante el próximo quinquenio
de tocarles los cataplines a los grandullones.
Por la marca España.
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