viernes, 26 de diciembre de 2014

Aún más "Santas"


Tras las portadas protagonizadas por el trineo que veíamos en el apunte anterior, puede resultar oportuno comenzar esta continuación, última de la serie, palabra, reseñando algunas propuestas de medios de transporte alternativos.


La proliferación de Santas es otro tema recurrente en las portadas de The New Yorker como muestran las dos versiones separadas por 30 años de diferencia que siguen. Debajo otras dos composiciones conceptualmente similares aun más distantes en el tiempo, 1929 frente a 1964.


Life también hizo referencia al mismo concepto de la acumulación de "Santas" mientras que en 1989 The New Yorker daba un ecuménico giro a la idea presentando una multicolor colección de Papás Noel.


No siempre la acumulación de tanto embajador de la Navidad se desarrolla con buen rollito como nos recordaba MAD en su número de enero de 1962 ilustrado por Don Martin.

La característica saca también ha dado bastante juego a los editores. Si Judge nos la mostraba en 1930 pasando inspección en la frontera canadiense, The New Yoker actualizó el concepto en 2001 con aplicación de las modernas tecnologías. Por su parte Life llevó en 1936 a su portada un más que sospechoso Papa Noel, mientras que en 1914 el problema es que el contenido había resultado insuficiente.



Así es que en 1999 Franco Matticchio decidó dotar al personaje de un saco que dejaba en poca cosa el bien atestado que había concebido J.C. Leyendecker para el Saturday Evening Post en 1925.


Comparen con la propuesta que hacía Time en 1974, allá cuando la "Primera Crisis del Petróleo" se manifestaba con su mayor crudeza (ilustración de Jack Davis).

Con todo, aun quedan mucho niños que esperaran pacientemente la Noche de Reyes. Así que vamos a concluir poniendo de manifiesto que sus Majestades también ha tenido en The New Yorker su portada protagonizada en exclusiva (recuerden que ya les vimos adorando al niño Jesús en el apunte anterior).




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