En el apunte del pasado sábado hacíamos referencia a la tensión racial que viven los Estados Unidos como consecuencia de
los repetidos casos de mortal violencia ejercida por policías blancos sobre
sospechosos de raza negra. Nuestra manifiesta condición de forofos de las
portadas del semanario The New Yorker
nos obliga a participarles la brillante
representación realizada por Bob Stake
de la quiebra que sufre la sociedad americana. Una ingeniosa metáfora
arquitectónica basada en el famoso arco conocido como Gateway Arch o Puerta del Oeste ubicado en la ciudad de San Luis. Esta ciudad es
la cabeza de la principal aglomeración urbana del estado de Misuri (o Missouri si prefieren), pero no capital que es Jefferson
City. Y es en la pequeña población del citado estado llamada Ferguson donde se detonó la actual oleada de protestas. Un hechoque ya había
recogido otra cubierta de esta misma revista ya reseñada en un anterior apunte.
Lo cierto es que no son muchas las portadas que el seminario neoyorquino ha dedicado a los conflictos raciales. Desde luego muchas menos
que la decena dedicadas a la cuestión gay como tenemos repasado en un apunte de junio de 2013.
Fue muy significativa la de enero del 2000 en la que Martin Luther King aparecía representado en la trivial acción de llamar un taxi. Se trataba de una alusión al incidente denunciado por el actor Danny Glover (el compañero de Mel Gibson en "Arma Letal") cuando varios taxistas de Nueva York se negaron a recogerlo (1).
Fue muy significativa la de enero del 2000 en la que Martin Luther King aparecía representado en la trivial acción de llamar un taxi. Se trataba de una alusión al incidente denunciado por el actor Danny Glover (el compañero de Mel Gibson en "Arma Letal") cuando varios taxistas de Nueva York se negaron a recogerlo (1).
Por si no caen en quien es Danny Glover |
Añadamos que el Dr. King ya había protagonizado otras dos portadas en fechas próximas a la fiesta que lleva su nombre (Día de Martin Luther King jr.). Este es un festivo que fue instaurado en 1983 por el presidente Ronald Reagan, aunque hasta el año 2000 no consiguió ser celebrado en todos los estados de la Unión. Se celebra el tercer lunes de enero de cada año, próximo a la fecha del nacimiento de líder negro acaecido el 15 de enero de 1929.
Una tercera portada originada por un conflicto racial es la
del 15 de febrero de 1993 en la que Art Spiegelman combinaba la alusión a la celebración de San Valentín con los disturbios de Crown Heights. Estos se desencadenaron a raíz de la muerte de un inmigrante caribeño tras ser atropellado por un vehículo de la comitiva de un líder judío. En este caso parece patente la inspiración en la campaña creada en 1991 por el fotógrafo Oliverio Toscani para Benetton. Una marca que volvería sobre el concepto, ya sin la firma de Toscani, en la campaña de 2011 titulada "Unhate".
Volvemos al origen del actual conflicto cual es la facilidad
con que hace uso de sus armas la policía de Estados
Unidos, sobre todo cuando los detenidos son negros. Esta circunstancia que ya fue motivo de portada en la revista The New
Yorker en marzo de 1999 a raíz del caso Amadou Diallo. Este suceso fue protagonizado por un inmigrante guineano de 23
años que murió asesinado por los 41 disparos realizados por cuatro agentes de La
policía de Nueva York que resultaron
absueltos tras un polémico cambio del tribunal que debía entender sobre un asunto. Un episodio que también fue portada de Time.
Ya se ve que poco se ha avanzado en esta cuestión en los 15 años transcurridos. Si nos remontamos un poco mas en el tiempo encontramos otro sonado caso como fue el protagonizado por Rodney King en 1991 que también dio lugar a violentos disturbios en Los Ángeles que recogió en su portada la revista Time (11/5/92). Pero fue la bastante marginal Screw la que anteriormente publicó una muy descriptiva portada del origen del asunto.
(1) Oportuna conjunción de conceptos, pero no particularmente original como puede comprobarse al compararla con la cubierta de 12 de julio de 1993.Una obra de los exiliados rusos Vitaly Komar y Alexander Melamid cuyo protagonista seguramente les recordará un famoso cartel de propaganda que luce el lema "Lenin vivió, Lenin vive, Lenin vivirá para siempre".
(1) Oportuna conjunción de conceptos, pero no particularmente original como puede comprobarse al compararla con la cubierta de 12 de julio de 1993.Una obra de los exiliados rusos Vitaly Komar y Alexander Melamid cuyo protagonista seguramente les recordará un famoso cartel de propaganda que luce el lema "Lenin vivió, Lenin vive, Lenin vivirá para siempre".
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