Aunque el asunto parece que viene de atrás no nos hemos enterado hasta
leerlo ayer en El Confidencial. La cuestión es que el Real Madrid retira la cruz de la corona de su escudo en
las representaciones del mismo dirigidas a países islámicos y, en particular,
en la que aparece en la tarjeta affinity emitida por el Banco Nacional de Abu
Dabi (NBAD por sus siglas en inglés). Ahí tienen la imagen del acto de presentación de
esta colaboración realizado en el Bernabeú el 12 de setiembre pasado y debajo un
detalle de la mutilación.
El asunto no es nuevo porque ya en 2012 se había realizado
la misma maniobra en el símbolo del parque temático sobre el R. Madrid que se está
construyendo en la isla de Ras Al Khaimah de los Emiratos Árabes Unidos. Lo que
pasa que en logotipo específicamente creado entonces la bajada de pantalones
pasaba más desapercibida. Mal camino lleva Occidente liderado por personajes
con semejantes principios grouchianos. Estos sí que son partidarios de aquello
de si no les gustan mis principios tengo otros.
Se consuela la madrileña y aparentemente madridista redacción
de El Confidencial con que el problema del Barcelona con su Cruz de San Jordi es
de mucho mayor en tamaño y por tanto más cantoso de ocultar. Lo ilustra con una
mediocre imagen de una cochambrosa pegatina, así que vamos a enseñarles otro
ejemplo de las hibridaciones que son capaces de discurrir quienes se sienten ofendidos por la
cruz. Así ocurre en el adjunto Ferrari 458 avistado en Dubai en el que se ha colocado
la bandera nacional sobre el símbolo cristiano. Pero a fin de cuentas esta es
la patochez de un ricacho local y no una absurda concesión institucional. Porque como puede verse más abajo lo cierto es que el avión de Qatar Airways que ha sido vestido
con los colores del Barça luce el
escudo de su patrocinado sin alteración alguna. Así que está claro en Barcelona alguien tiene bastante más dignidad que en Madrid.
¿Y si pensamos un poquito a donde nos puede llevar que aún no estemos la moral del todo por la pasta? Aprovechen de paso para poner algún nombre a los sembradores de la pasta que ha llevado a nuestro sistema político hasta la ciénaga en que está sumido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario