sábado, 6 de diciembre de 2014

Mascotas de apoyo emocional


Una llamativa tendencia de las sociedades que llamamos desarrolladas es el incremento de la tenencia de mascotas. Así nos dice la asociación de fabricantes de alimentos para las mismas (Anfaac, no confundir con la patronal del automóvil Anfac) que está la cosa en España:

Fte.
Una clase muy particular de los animales de compañía es la constituida por los que la legislación norteamericana denomina “emotional support animals” (ESA), o sea, “animales de apoyo emocional”. Para ser reconocidos como tales deben contar con la prescripción de un médico, una calificación que les franquea el acceso a muchos lugares donde en otro caso su presencia no sería admitida, como es el caso de las cabinas de los aviones.

No somos los humanos entidades sencillas, así que hay quien parece haber ha conseguido que algún médico le prescriba, por ejemplo, la imprescindible compañía de un pequeño cerdo como inexcusable apoyo para poder sobrellevar los embates de la vida, incluido el stress de un vuelo en avión. Así que siguiendo la normativa implantada en 2003 por el Departamento de Transportes de Estados Unidos algún empleado que no está del todo claro exigiera la pertinente documentación de la prescripción, decidió hace pocos días que una pasajera podía embarcar en un vuelo de US Airways con su peculiar mascota porcina.

Parece que al resto de pasajeros no les hizo mucha gracia esa decisión, no digamos cuando el animal decidió hacer sus necesidades en un asiento. Así que otro empleado de la compañía consideró que ante el riesgo de que se armara un follón era preferible invitar a la pasajera a abandonar el avión, un momento que fue captado fotográficamente por uno de los perplejos compañeros de embarque. Por cierto que, tal y como están las cosas últimamente en los USA, no está muy claro si esa invitación se habría producido en caso de que la propietaria de tan imprescindible mascota hubiera sido de raza negra.

enlace a la crónica de la CNN

Sin poner en duda las demostradas capacidades terapeúticas de los animales, nosotros nos preguntamos ¿puede convertirse la excentricidad en un derecho que se imponga a las razonables expectativas de terceros basadas en los usos y costumbres?

Vayamos pensando sobre ello porque no tardaremos en tener este tipo de conflictos por aquí.

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