Aunque hace bien poco que desde Fundéu nos recomendaban sustituir el italianismo del título por
términos como puesta al día o actualización, reconocemos que el término transalpino
tiene una seductora musicalidad. Pero vamos a lo que vamos.
Entre las
muchas batallitas militares que se cuentan, especialmente a medida que sube el
etilismo de las reuniones con baja cuota femenina, no suelen faltar las menciones
a los arrestos pintorescos. Hay quien conoció fusiles en tal situación penando algún
malhadado tiro y hasta alguna estilográfica que había osado manchar la camisa de un
oficial, mientras que solía recibirse con poco disimulado júbilo que alguna
rotura de crisma propiciara el arresto de la “pista americana”.
Desconocemos si algún programa de radio habrá dedicado alguna
de esas típicas recopilaciones de anécdotas aportadas por los escuchantes a
inventariar objetos que han sido arrestados, pero si tienen noticia no dejen
de hacérnoslo saber. Como tampoco sabemos si el alcalde de Oviedo habrá hecho
la mili, pero sospechamos que sí, porque solo la huella que deja en
el subconsciente haber presenciado alguno de esos arrestos puede llevar al último acto de infantilismo que nos ha servido: retirar la bandera de la Unión Europea del balcón consistorial
en desacuerdo por la política de refugiados marcada desde Bruselas. Ahora le falta poner al
día lo de “no como y que se joda el capitán” renunciando a las subvenciones
comunitarias. ¡Esos güevos Wenceslao!
El caso es que con motivo de los atentados de Bruselas han decidido reponer la
retirada bandera en un pueril jugueteo al ahora vuelvo a ser mas europeísta,
mañana ya veremos, que denota que si estos tiene algo de gestores será porque se
pasan el día haciendo gestos, pero lo que es gestionar, poco, poco.
Y sectarismo mucho, mucho. Porque mira que hemos visto ceder
para variopintos finos el balcón del ayuntamiento ovetense, pero la Hermandad
de los Estudiantes, la única de nuestra ciudad que carga a hombros su paso, este año
no podrá realizar desde allí la tradicional lectura de la sentencia de Poncio Pilatos que se remata con el
canto de una saeta.
"El balcón municipal es para actos del
Ayuntamiento" sentenció el castigador de banderas que parece compartir
el complejo ante la religión (católica, por supuesto) tan habitual en la izquierda española. Bueno, en la no andaluza. Añadimos un enlace a la noticia en cuya ilustración anduvo fina La Nueva España al insertar una oportuna referencia a la bienvenida dada
a la enseña arco iris desde tan selectivo balcón. Habrá que suponer que su modelo de convivencia es Molenbeek, por mas que el arco iris combine requetemal con el verde islam.
Siempre los gestos y, casi, solo los gestos. Qué poquitas cosas interesantes hay en esas cabecinas.
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