Alcanzado en el apunte de ayer el recomendable límite de las
mil palabras, decidimos desistir de incluir algunos otros vocablos que hemos
descubierto esta semana. Y es que las noticias de Antena 3 del pasado jueves incluyeron una breve referencia a síndromes como la llamada vibranxiety, la
percepción de falsa vibraciones del teléfono provocadas por la ansiedad que, según leemos
(aquí), estaría emparentada con las sensaciones
del miembro fantasma que sufren los amputados.
También hubo menciones a la whatsappitis que hasta tendría su
propio síndrome de abstinencia asociado a la llamada nomofobia y la selfitis,
la obsesión por hacerse selfies. Esta no es una enfermedad catalogada por la prestigiosa Asociación Americana de
Psiquiatría como se lee, a veces, por ahí. Se trata de una mera compulsión que
solo es grave cuando media el empeño de ejecutar peligrosas rarezas para plasmarlas
en imágenes que pueden convertirse en un tanto oximorónicas mortales inmortalizaciones (leer mas sobre ellas).
Una tipología de trastornos que parece que cada vez son mas
frecuentes son los llamados dismórficos corporales (TDC). Estos designan la exagerada preocupación por algún defecto, ya
sea real o imaginado, percibido en las propias características físicas. Y hemos descubierto que podría tener una variante sufrida por quienes tienden a pensar que sus imágenes son manipuladas para disimular defectos, cuando ello no es así.
Esta misma semana el diario El País publicó una carta abierta dirigida a Lena Dunham, con obsequio de una suscripción anual incluida, para informarle de que la foto
de portada del suplemento Tentaciones
sobre cuyo photoshop se había quejado la americana en su Instagram, no había sido sometida a retoque alguno. O sea, que se trataba de
la misma imagen del fotógrafo Ruven
Afanador publicada en 2013 por Entertainment
Weekly sin que mediara queja alguna por su
parte.
Sea por el incentivo de la oferta de suscripción o no, el caso es que la
creadora de la serie Girls se ha
disculpado públicamente (enlace)
por mas que siga albergando alguna duda de que esos sean sus auténticos muslos.
Mujer, igual hace tres años te cuidabas un poco mas, no te empecines con la imagen que hayas podido ver en el espejo por la mañana. Hasta podrías tener la promocional suerte de que le pongan a esa especie de alucinación el nombre de "síndrome de Lena Dunham" o símplemente "lenadunhismo". Y eso que a nosotros, tan impenitentes como faltos de éxito neologistas, nos gustaría mas fotoalucinaciones. Ya se verá en que queda la cosa.
Mujer, igual hace tres años te cuidabas un poco mas, no te empecines con la imagen que hayas podido ver en el espejo por la mañana. Hasta podrías tener la promocional suerte de que le pongan a esa especie de alucinación el nombre de "síndrome de Lena Dunham" o símplemente "lenadunhismo". Y eso que a nosotros, tan impenitentes como faltos de éxito neologistas, nos gustaría mas fotoalucinaciones. Ya se verá en que queda la cosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario