Como ya veíamos en el apunte "Cuando la inspiración procede del arte (V): parodias de la Mona Lisa", y también en el primer CLIPDA dedicado al Laocoonte, la recreación de obras de arte con intención satírica tiene antecedentes tan antiguos como la simiesca recreación del famoso grupo escultórico realizada por Tiziano a mediados del siglo XVI. Una creación inmortalizada en el grabado de Niccolo Boldrini que recordamos a continuación.
La interpretación más habitual de esta pieza es que se trata de una crítica del empeño de algunas escuelas de pintura en tomar como referente a los clásicos, con los artistas actuando como 'monos de imitación'.Ya en el siglo XIX florece la elaboración de sátiras políticas basadas en la parodia de famosos cuadros, entre los que tuvo particular éxito "El juramento de los Horacios" (1784) de Jacques-Louis David. Lo ilustramos con un grabado de 1814 titulado 'Le Serment des Voraces' (El juramento de los voraces; enlace a la fuente en Gallica) protagonizado por un orondo Jean-Jacques Régis Cambacérès y con otro del año siguiente titulado 'Serment des Nouveaux Horaces'.

Pero sobre las numerosas parodias realizadas en el siglo XIX de cuadro de David esperamos volver con más detalle en un apunte de la serie CLIPDA.
Así que dejamos la crítica política para fijarnos en la reinterpretación de dos cuadros, con animales como protagonistas, realizada en 1829 por Louis-Léopold Boilly. La primera titulada 'Diane et Médor' parodia el lienzo "Ruth et Booz" (Ruth y Boaz) de Louis Hersent que había sido exhibido en el Salón de 1822. Una obra muy significativa dentro de la obra de su autor que está representada en un bajorrelieve de su tumba del Père Lachaise.

La segunda, titulada 'Flore au Tombeau' parodia el cuadro "Atala au tombeau" (Atala en la tumba) que la pintora Anne-Louis Girodet-Trioson había expuesto en el Salón de 1808.




Ernest Meissonier, por ejemplo, ya se había basado en alguna ocasión en creaciones de otros artistas para componer alguna de sus ilustraciones. Una muestra bien expresiva es la titulada "Un cauchemar" (Una pesadilla) publicada el 6 de febrero de 1834 en el nº 37 de Le Charivari cuya inequívoca fuente es el "capricho de Goya" conocido como "El sueño de la razón produce monstruos" (ca. 1798). Pero en este caso se trata de una analogía que se utiliza para dar soporte a una alegoría y no de una sátira de la obra recreada. Muy en la línea, por tanto, de lo que ahora es práctica habitual en el humorismo, sobre todo británico, como tenemos visto en diversos apuntes de la serie CLIPDA (Cuando la inspiración procede del arte), mismamente en el del pasado lunes.

Para la misma se basó en el cuadro de David Teniers el joven titulado "La tentación de San Antonio" que el Louvre había adquirido en 1816 y es uno de los dos de ese pintor belga que comparten título. Es significativo que el monje de porcinos rasgos solo resulta identificable con el simbolizado Talleyrand, quien efectivamente hizo la carrera eclesiástica, a partir del contexto, particularmente por el ofrecimiento de la corona.
El formato se consolidaría con Charles Albert d'Arnoux (1820-1882) que utilizaba como seudónimo el anagrama de su nombre Bertal o, más frecuentemente, Bertall. Este recurrió por primera vez al que se convertiría en popular formato en su publicación "Le Salon de 1843". Ya más adelante, otro gran cultivador del género sería Cham, Charles Amédée de Noé (1818-79).
Resulta destacable que las primeras alusiones satíricas a un Salón realizadas en 1840 por Honoré Daumier se basaron en obras inexistentes. "La peregrinación de San Roque" atribuída a un tal Pétral Vilernomz fue publicada en La Caricature el 5 de abril de 1840 y la "Ascensión de Jesucristo" de un igualmente ficticio sr. Brrdhkmann lo fue el día 26 de ese mismo mes (adjuntamos una versión coloreada que no es la publicada con el monocromático sistema de litografía utilizado entonces para la impresión). En los nombres inventados hay que ver una crítica a las concepciones neerlandesa y alemana del arte.

Pero en 1842 decidió complementar las litografías "serias" publicadas, que eran una selección de las que integraban el album el "Salon de 1842" editado por Challamel (una colección iniciada en 1840), con media docena de láminas de intención humorística. Estas fueron encargadas al ya citado cordobés emigrado a Francia Raymond Pelez (1815–1874) y fueron incluidas en números de Le Charivari publicados en los meses de abril y mayo.
La primera apareció en el del 4 de abril de 1842 y tenía por título "Una tentación. Silueta grandiosa a imitación de las sombras chinescas por el sr. Edouard Bertin". El cuadro satirizado es "La tentación de Cristo (paisaje histórico)" que mostramos a su lado en la litografía publicada por Chalamell (si pasaran por la iglesia de Saint-Bonnet de Bourges, les agradeceríamos que nos consiguieran una foto). La verdad es que la roca era tentadoramente pareidólica (1).
El 14 de abril se publicó "El retratista. Pintaos los unos a los otros (Evangelio según Dubufe) [Édouard Dubufe] en la que se seguía el estilo de pintura de simios que había sido popularizado por Alexandre-Gabriel Decamps. Una buena muestra es su cuadro "Los expertos", una crítica del jurado del Salón que consiguó gran notoriedad en el certamen de 1837 en que fue expuesto.
'Les experts' (1837) de Alexandre-Gabriel Decamps
El grabado del retratista hacía pareja con otro titulado "El pintor histórico". El pie de este dice: en efecto querido discípulo, se comenzó por hacer grabados a partir de las pinturas, pero hoy en día hacemos las pinturas a partir de los grabados. Es más cómodo y da exactamente igual (1ª epístola de S. Ingres al sr. Flandrin) [Hippolyte Flandrin, artista de considerable popularidad entonces con una notable producción de pintura histórica y religiosa].


El 14 de mayo vio la luz la versión del lienzo "Prometeo encadenado sobre una roca" de Paul Jourdy. En la parodia rotulada como "Prometeo transformado en odre" y subtitulada "amplificación del espinazo" se exageraba la desproporción entre el Titán y las nereidas a la par que se dotaba a las ninfas de cabezas de rata, un detalle que se aprecia mejor al clicar la imagen, que es de gran formato.
El 21 de mayo se puso fin a la serie humorística con "Las esculturas divertidas" representativas de la 'Fe escasa', la 'flaca Esperanza' y la 'corpulenta Caridad'. Una peculiares virtudes con las que se parodiaban sendas piezas de los escultores Louis-Joseph Daumas, Joseph-Stanislas Lescorné y Auguste Ottin.
A continuación puede verse al recreeado en el papel de la fe, el Carlos d’Anjou de Daumas cuyo moldeado en arcilla fue expuesto en 1842 y presentado al Salón del año siguiente ya en su versión en piedra.
La colocación de la Inmaculada de Lescorné en la Catedral de Saint-Mammès de Langres, villa natal de su autor, no permite ver la perspectiva representada en la sátira de una figura que la crítica calificó como audaz aunque un poco masiva. Pero ya hemos visto como al humorista se le hizo flaca.
Del que carecemos de referencias sobre su pardero y, por tanto, de imágenes es del Hércules ('Hercule présentant a Eurysthée les pommes du jardin des Hespérides') de Ottin que inspiró la tercera figura.
Lo que parece claro es que este enfoque caricaturesco debió de tener éxito porque al año siguiente Le Charivari amplió el número de planchas hasta una decena cuya publicación se inició en el número del 19 de marzo con la titulada "Primera impresión del salón de 1843". Pero esa colección ya será objeto de otra entrega de esta serie a la que hoy hemos dado inicio.

En el número del 17 de julio se incluía una lámina titulada 'Les illusions d´artistes - Les grand prix' dedicada a los premios que ansiaban los artistas que acompañamos con la publicada en Le Charivari del 2 de mayo 1842. Una plancha en que satirizaba a quienes presumían de tener sus retratos colgados en el Salón.
El extenso pie no visible en la imagen dice: Charmé de se voir exposé, l'original ici présent conduit son épouse au salon, et la place devant son image, pour jouir du jugement de la foule. - Tiens disent les uns, c'est le Commissaire chinois Lin! - Non, disent les autres, vous ne voyez pas que c'est de l'histoire naturelle! - C'est, reprend un Monsieur possesseur du livret, c'est le portrait de Mr. D...., courtier d'assurances - Ah ben avec une boule comme ça, il n'a pas besoin de s'assurer, on ne l'enlevera pas (Madame sa femme sort extremement flattée) (2).
El extenso pie no visible en la imagen dice: Charmé de se voir exposé, l'original ici présent conduit son épouse au salon, et la place devant son image, pour jouir du jugement de la foule. - Tiens disent les uns, c'est le Commissaire chinois Lin! - Non, disent les autres, vous ne voyez pas que c'est de l'histoire naturelle! - C'est, reprend un Monsieur possesseur du livret, c'est le portrait de Mr. D...., courtier d'assurances - Ah ben avec une boule comme ça, il n'a pas besoin de s'assurer, on ne l'enlevera pas (Madame sa femme sort extremement flattée) (2).
(2) 'Encantado de verse expuesto, el original aquí presente lleva a su esposa al Salón y la coloca delante de su imagen a disfrutar de la opinión de la masa. Andá, dicen algunos, es el comisario chino Lin. No, dicen otros, no ve usted que es historia natural. Este, replica un poseedor del catálogo, es el retrato del Sr. D..., corredor de seguros. Ah, con una cabeza como esa no tiene necesidad de asegurarse porque nadie lo robará (su sra. esposa sale extremadamente halagada)'.
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