Comenzamos este repaso con las recreaciones artísticas hemos encontrado en las portadas de este mes de abril. La conservadora National Review propuso una versión californiana del en Norteamérica muy popular "El espíritu del 76" de Archibald Willard (1836-1918) con la que se ilustra el llamado Calexit. Recordamos que los inspiradores cuadros, que no son uno sino varios, cuentan en este blog con dos apuntes específicos (CLIPDA LIV y LV).
Otro cuadro ya tratado en este blog que ha podido verse recreado en la prensa del mes es el "Napoleón cruzando los Alpes" de David. La suiza Die Weltwoche lo interpretó con Marine Le Pen como protagonista, cierto que acompañada por el resto de candidatos a la presidencia francesa.
El suplemento semanal del Frankfurter Allgemeine ha optado por presentar a Marine Le Pen como la Libertad del famoso cuadro de Eugène Delacroix.
Pasamos a la revista Harper's que llevó a su portada la trumpiana apropiación que, rotulada como Disobey, hizo una ¿anónima? manifestante del famoso cartel con el que Shepard Fairey popularizó su alias Obey. Esta vez parece que se ahorraron el ilustrador, aunque la impecable factura de la réplica incita a sospechar que el asunto podría tener trastienda.
Pasamos a la revista Harper's que llevó a su portada la trumpiana apropiación que, rotulada como Disobey, hizo una ¿anónima? manifestante del famoso cartel con el que Shepard Fairey popularizó su alias Obey. Esta vez parece que se ahorraron el ilustrador, aunque la impecable factura de la réplica incita a sospechar que el asunto podría tener trastienda.
Arte urbano se ha visto también en la tapa de la francesa Courier International que ilustró la camiseta que colocó al papa Francisco con la supermanesca creación que en 2014 dió su momento de fama al artista italiano Maupal.
Entre las fotografías de portada que más nos han gustado está la de la Avenida de los baobabs de Madagascar que pudo verse en Lonely Planet. También nos ha parecido llamativa la macrofotografía de las líneas de flujo de aire que provoca el vuelo de un mosquito que llevó a su cubierta del 6 de abril la científica Nature (autor Toshiyuki Nakata).
La primera tapa del mes de nuestra admirada The New Yorker fue ilustrada por Malika Favre, como ya hemos comentado y comparado en el apunte Imágenes encadenadas a partir de un quirófano.
La siguiente portada fue obra del retratista oficial de Donald Trump en esa revista, Barry Blitt, que se inspiró en la dedicación al golf que ha mostrado el nuevo presidente, un detalle que tampoco pasó inadvertido a The Economist.
El protagonista del número fechado e 17 de abril fue el famoso Flatiron Building que cuando fue finalizado en 1902 era, con sus 20 plantas, uno de los rascacielos más altos de la 'gran manzana'. Para ser sinceros, la ilustración de Harry Bliss no ha llegado a gustarnos tanto como la versión rompehielos del mismo edificio de Birgit Schössow que fue publicada en el muy frío marzo de 2015.
Un habitual tema de portada en TNY es el comienzo de la temporada de béisbol que, al igual que hace 2 años, ha sido encargado a Mark Ulriksen en un número ya fechado en mayo.
En el mismo número en que la edición americana del semanario The Economist evocaba la afición al golf de Donald Trump, la versión británica presentó a una luchadora Theresa May que tendremos que incorporar a nuestra colección de boxeras (15 apuntes que empiezan aquí y finalizan aquí). Tampoco faltó una tapa dedicada a las elecciones francesas que, sin embargo, en Asia y América fue para el líder norcoreano. Este apareció emparejado con Trump en Der Spiegel que volvió a recurrir al arte de Edel Rodriguez, para un ilustración apta para completar nuestro apunte Cabalgabombas. The Spectator, por su parte, dedicó su última tapa del mes al que ya convirtió no solo en presidente de Francia sino en nuevo emperador de Europa, bien que en forma de rey desnudo. Dudoso título cuando el trono continental está de facto en Alemania.
Sin salir del deporte es reseñable la tapa que dedicó Sports Illustrated a la victoria de Sergio García en el Masters de Augusta con el sonoro titular SER-GEE-OH!
The Spectator ha centrado bastante sus tapas de abril en caricaturas de políticos, pero una excepción ha sido la representación del Mont Saint-Michel utilizada para ilustrar un artículo sobre el futuro de la cristiandad. Mismo paisaje elegido por la revista Viajes de National Geographic, en este caso por medio de una espléndida foto.
The Spectator ha centrado bastante sus tapas de abril en caricaturas de políticos, pero una excepción ha sido la representación del Mont Saint-Michel utilizada para ilustrar un artículo sobre el futuro de la cristiandad. Mismo paisaje elegido por la revista Viajes de National Geographic, en este caso por medio de una espléndida foto.
Un 'cantoso' reciclado de una portada que se ha visto este mes es el publicado en la suiza Die Weltwoche con un demoledor papa Francisco. El que el mismo ilustrador, se dice el pecado y no el pecador, ya había plasmado en la cubierta de la británica The Spectator en noviembre de 2015.
Pero ha sido la vuelta al mercado de la norteamericana Blackbook, ahora en formato bianual, la que se ha apoyado en una verdaderamente impactante portada papal. Curiosamente, la alemana Stern también trató, aunque desde un punto de vista muy diferente, la cuestión de la posición de la Iglesia Católica frente a las parejas gais.
La necrológica del mes fue para Chuck Berry a quien curiosamente dedicó su portada la edición española de Esquire, que optó para ello por la foto del disco 'St. Louis to Liverpoool'. Eso cuando pocas revistas norteamericanas se acordaron del precursor del rock&roll, si bien con la lógica excepción de Rolling Stone.
Pero ha sido la vuelta al mercado de la norteamericana Blackbook, ahora en formato bianual, la que se ha apoyado en una verdaderamente impactante portada papal. Curiosamente, la alemana Stern también trató, aunque desde un punto de vista muy diferente, la cuestión de la posición de la Iglesia Católica frente a las parejas gais.
La necrológica del mes fue para Chuck Berry a quien curiosamente dedicó su portada la edición española de Esquire, que optó para ello por la foto del disco 'St. Louis to Liverpoool'. Eso cuando pocas revistas norteamericanas se acordaron del precursor del rock&roll, si bien con la lógica excepción de Rolling Stone.
En el terreno del humor, una vez que el nacional atraviesa horas más que bajas, bajísimas, nos vamos a Francia donde hay que reconocer que Charlie Hebdo estuvo bastante acertado en sus representaciones de los candidatos. Si el mes pasado ya vimos a Fillon en plan ladilla, hay que reconocer que, efectivamente, Macron atrapó todo tipo de votos, al igual que el abismo Le Pen también engulló muchos, mientras que al socialista Hamon le dieron por todos lados en ese sonadísimo batacazo electoral que parece aspirar a emular nuestro Pedro Sánchez.
Fluide Glacial, por su parte, recuperó en su número fechado el 1 de abril, el día de los inocentes francés, la antigua tradición de llevar a la portada un pez representativo de los 'poissons de avril' que es como allí denominan a las inocentadas.
Terminamos con algunos antiguos poissons d´avril editoriales de la prensa francesa, una práctica de la que fue particularmente brillante cultivador el semanario La Vie Parisienne.
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