Una o es, por encima de otras muchas cosas, una rueda. Y en tal función la tenemos vista en un pasado apunte sobre logotipos ciclistas trabajando para el Tour de Francia o, ya por partida doble, en el logotipo de ciclos Otero.
Otra rueda interesante es la que se dibuja, apoyada con una c, en el logotipo de la marca de neumáticos Continental. En este caso es interesante acudir a un anuncio de 1905 que nos ilustra sobre la forma en que esas letras funcionaban inicialmente como dos neumáticos independientes.
Cambiando de astro, cómo no recordar aquella tierra del logo de la Expo 92, mientras que en el caso del mexicano COMECYT no sabríamos decir si el representado es un cuerpo celeste o subatómico. Dejémoslo en ambos. Volvemos con el astro rey, porque es muy interesante la autorreferencia utilizada por la gestora de inversiones Morningstar al evocar el orto solar de su denominativa 'estrella de la mañana'. Un efecto que nos parece menos conseguido en el logo del programa de radio Morning Edition de la cadena norteamericana NPR (National Public Radio).
Y soleado es León, pero su versión semicircular de la letra que nos ocupa no representa al astro rey, sino que es un característico hemiciclo con el que se hace referencia a su condición de "cuna del parlamentarismo". Un título que nace de la convocatoria de los ‘tres Estados’ realizada en 1188, por primera vez en la historia de España, por el rey Alfonso IX. Unas Cortes que se celebraron en el claustro de la iglesia de San Isidoro.
Redondeadas como una o son las caras, y una de león inserta en su logotipo el Zoo de Leipzig. Es notable como a los parques de animales les encanta insertar en la doble letra de su casi universal nombre todo tipo de referencias a sus huéspedes. Muchas veces combinadas con otros juegos con el espacio negativo en el que se muestran especialmente útiles las jirafas.
El Zoo de Madrid es un caso singular porque cuando recibió en 1982 al oso panda Chulín adoptó un logotipo en el que su nueva estrella se convertía en protagonista. Tras la muerte en 1995 de ese famoso ejemplar resultaba engañoso mantenerlo en el logotipo, así que se optó por la sustitución por un siempre vistoso elefante. Cuando en el año 2010 volvieron los pandas a las instalaciones de la Casa de Campo madrileña tras la cesión por las autoridades chinas de los gemelos Po y De De, ya pudo recuperarse el símbolo anterior. Una circunstancia que se aprovechó para darle un lavado de cara.
La huellas de las patas también dan su juego para ejercer de redonda letra como ilustramos con unos ejemplos procedentes de Sao Paulo, Ohio y San Diego.
Otro uso que cabe dar al grafo doblemente presente en los logotipos de los parques zoológicos es el de unos ojos. Con ellos desarrolló el de Edmonton Valley todo un amplio repertorio de variantes de su marca. Uno solo necesitó, sin embargo, la cadena Hobby Zoo para representar el ave que incorpora su logotipo, mientas que el Zoo de Tulsa (Oklahoma) optaron por una peculiar reordenación de la palabra para poner ojos a los animales creados en el espacio negativo de la zeta.
Mas órganos de visión encontramos en el desarrollador de aplicaciones editoriales itbook, mientras que unos que tienen segundas intenciones son los de la cadena de comida rápida Hooters. Un nombre que ya es en sí una anfibológica alusión a los pechos femeninos. Hoot es el ulular de las lechuzas, de ahí el símbolo. Y Hotter es una bocina, pero, en plural, es una inequívoca referencia a la tetas en el inglés americano.
A veces basta con un solo ojo, como ocurre en el nuevo logotipo turístico de Logroño, pero la o también funciona bien asociada a otras letras para recrear el habitual par. Así ocurre, por ejemplo, en la asociación de receptivos turístico de Moldavia. Pero tan saturado está el territorio de las caritas sonrientes de marca que la Unión Europea tuvo que sustituir su primer identificador de los productos biológicos porque era muy parecido al que ya tenía registrado la cadena alemana de supermercados Aldi.
Entre las frutas son las manzanas las mas habitualmente escogidas para dar un toque vegetal a los logotipos como ilustramos con un par de ejemplos. Tampoco es difícil encontrar cocos que que forman parte de su propio nombre, pero en marcas aquí poco conocidas.
Un morro, concretamente de cerdo, se crea con el mero recurso a una pareja de puntos, tanto en la chacinera marca Joselito como en el portal de pagos Coinc lanzado en 2012 por Bankinter. Aunque en este último ese morro tiene el doble sentido gráfico de una moneda. El nombre adoptado para este servicio es una contracción de coin (moneda) y oinc, la onomatopeya porcina con la que se evoca al animal que da forma a las huchas mas tradicionales.
Hemos visto como la letra de hoy es un espléndido contenedor donde cabe casi cualquier cosa, pero pocas veces ha sido utilizada de forma mas inteligente y sutil que en la marca que nos sirve de punto final. La creada en 1966 por Herb Lubalin para la revista Mother&Child que mostramos junto a otros dos de sus brillantes diseños de cabeceras con simbolismos creados recurriendo únicamente al símbolos tipográficos. Genial ese ampersand (que en español propiamente se denomina et).
P.S.- Quizá les haya sorprendido no haber encontrado ninguna pelota, pero lo cierto es que no tenemos archivados ejemplos dignos de mención. Quedamos abiertos a sus aportaciones. En todo caso, en un próximo apunte dedicado a la q ya será otra cosa. Aprovechamos para incluir un interesante trabajo colaborativo con la una X una B para formar en la antigua marca de la franquicia de comida rápida Jack in the Box el 'muñeco sorpresa' de la que esta toma su nombre.
Adenda: Pues no ha tardado en llegar esa aportación que nos envía un devoto lector y colaborador.
Añadimos algunas versiones anteriores del rótulo de ese semanario deportivo nacido en octubre de 1975.
Otro ejemplo balompédico que nos apuntan es la desaparecida golosina Pita Gol.
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