Geoestratégico es la última palabra tratada en el Martes Neológico. Un concepto que, en forma de sustantivo, está definido en el DLE como ‘estrategia basada en el conocimiento y análisis de las condiciones geográficas de una región’ y en el Alvar como ‘estrategia que afecta a toda la Tierra’.
Pablo Contursi señala que es un probable derivado del inglés geo-strategy que fue usado por primera vez por el historiador Frederick L. Schuman en 1942. Lo acuñó como traducción del alemán wehrgeopolitik en una adaptación en la que prescindió del componente wehr (‘guerra’, ‘arma’ o ‘defensa’). Y resulta oportuno recordar, como bien hace el autor, que estrategia tiene su origen en la palabra griega στρατηγία (stratēgía) que significa ‘oficio del general’.
La que nos ha parecido tirando a espeluznante es la definición que da Contursi de geoestrategia como rama de la geopolítica: un área particular de análisis, diagnóstico y prospectiva acerca de los espacios y las ubicaciones geográficas, abocada a entender situaciones, prever eventos y proponer acciones para lidiar con medios en pos del logro de objetivos determinados. Esperamos que la divina providencia le mantenga alejado de la redacción de diccionarios.
Pasamos al artículo Milenial o milénico de Alex Grijelmo, una columna que titula con las palabras cuyo éxito en nuestra lengua vincula con los complejos que mostramos ante el idioma inglés. Y un calco es lo que utilizamos para dar nombre a la un tanto indefinida generación de nacidos entre 1982 y 2004 (fechas que varían según la fuente) que relacionamos con el nuevo milenio y la adaptación tecnológica (como si no existiera nadie más que hubiese experimentado el mismo tránsito, añade, con razón).
Aunque se muestra receptivo al uso de esos términos, propone algunas alternativas construidas conforme a las reglas lingüísticas del español: “milenial”, “mileniales” y “milénicos”. Muestra su preferencia por la primera a la par que aprovecha para reseñar que Milénico, con la mayúscula de nombre propio, es un vino de la Ribera del Duero. Complementamos esa información con una de sus etiquetas que lucen una pareja de infantiles Atlas.
Día de la prensa, mejor que media day, es el bien descriptivo título del primer consejo semanal de Fundéu. Al día siguiente aclararon las diferencias entre porvenir y por venir: en una sola palabra es un sustantivo que significa ‘tiempo futuro’, mientras que separado se pospone al verbo estar o tiene un valor adjetivo equivalente a ‘venidero’.
El miércoles dieron por bueno el acrónimo alargascencia, creado por la asociación Amigos de la Tierra a partir de alargar y obsolescencia. Se nombra con el mismo tanto al movimiento como a las acciones que buscan aumentar la vida útil de los productos.
4 claves para la escritura de verbos con pronombres titularon el más bien árido apunte del jueves, mientras que el de ayer estuvo dedicado a recomendar el uso de la expresión arte urbano como alternativa a street art. Nosotros procuramos hacerlo salvo para las búsquedas en internet. Así que asumimos que resta lectores a nuestros, ciertamente no mu abundantes, artículos relacionados con esa materia que identificamos con una etiqueta específica.
Pasamos al Laboratorio del Lenguaje del Diario Médico donde José Ramón Zárate explora en el artículo Transhumanismo algunos aspectos del movimiento que propugna el incremento tecnológico de las capacidades humanas para perseguir, en última instancia, la inmortalidad. En el recién publicado libro La muerte de la muerte del, desacreditado dice el autor, ingeniero José Luis Cordeiro (Caracas, 1962) y David Wood, cofundador del sistema operativo Symbian, se fija en 2045 el advenimiento de la “muerte opcional”. Bien fijada fecha para que el previsible error le pille ya octogenarios en perseguidamente opulento estado de 'que me quiten lo bailao'.
El martes fue el Día Internacional de las Familias. Una conmemoración que, como tantas de la larga lista auspiciada por la Onu, pasó sumamente desapercibida. Pero Fernando A. Navarro la aprovechó para comparar el alcance del término familia en diversos idiomas. Encuentra el utilizado en los países mediterráneos el más amplio, pero entendemos que con clara tendencia converger con el mucho más restringido concepto del 'family' anglosajón.

El apunte de ayer viernes estuvo dedicado al médico de formación y poeta de vocación Joseph-Charles Mardrus que ha pasado a la posteridad como traductor de 'Las mil y una noches' (Alf layla wa-layla). Una traslación que hizo directamente del árabe al francés, creando la fuente de muchas traducciones a otros idiomas entre las que se incluye la española de Vicente Blasco Ibáñez.
Volvemos a El País donde Jaime Rubio Hancock recuerda en un artículo publicado en el suplemento Verne que Llevamos 800 años diciendo "guay". Aunque, como bien explica en su texto, con distinto significado.
En el suplemento tecnológico Retina de ese mismo diario, hemos encontrado el sintagma 'drones subacuáticos' tomado de la terminología comercial del fabricante murciano Nido Robotics en cuya web se dice que 'es una Empresa Innovadora de Base Tecnológica con sede en Murcia dedicada al desarrollo y fabricación de drones teledirigidos submarinos (ROV)'. Vaya carajal de uso de mayúsculas y menuda adaptación de la sigla de Remote Operated Vehicle. Por mucho que la palabra dron venda, sobre su origen pueden leer Animales que prestan su nombre (VI): drones y edredones, creemos que el periodismo debería mantenerse fiel a expresiones consolidadas como robots subacuáticos o sumergibles teledirigidos.


Puesto en positivo, esta fase del procés aporta una fantástica ayuda para comprender algo que para tantos resulta inexplicable: cómo pudo llegar Hitler democráticamente al poder arrastrando multitudes.
Completamos la reseña de humorísticas notas lingüísticas con la paronimia 'ver la botella medio hiena' que JM Nieto introdujo en su viñeta de Abc del miércoles.
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