Iniciamos esta sexta entrega con la pareja tuiteda el viernes 15, formada por dos muy dispares representaciones de Manhattan realizadas, con casi 70 años de diferencia, por Reg Massie (8/10/1949) [1] y Luci Gutiérrez (27/3/2017).
Lo cierto es que la vista de pájaro del primero abarca bastante más que el nuclear territorio neoyorquino. Una ilustración que inicialmente teníamos emparejada con otra escena del vuelo de las aves migratorias, bien que en inusual compañía, cual es la adjunta de Peter De Sève de abril de 2000.
Pero quisimos dar prioridad a la pseudoplanimétrica vista de la quinta firma española que ha llegado a publicar en la portada de la revista neoyorquina. La otras son las de Ana Juan (25; la que falta en ese enlace puede verse aquí), Ceesepe(1), Mas (Francesc Capdevila, 2) y Mariscal (9). Y es que la creación de la ilustradora barcelonesa incluye un buen puñado de sugerentes detalles que se exploran en el apunte Manhattan por Luci Gutiérrez.
El sábado nuevamente emparejamos vistas de Manhattan, pero en este caso nocturnos de Theodore Haupt (11/3/1930) y Alain [Daniel Alain Brustlein] (23/12/1950). Centrado en los rascacielos el primero, con el edificio Chrysler bien reconocible, no así el Empire State que entonces todavía estaba en construcción, mientras que el segundo lo hace en las iglesias. Y es que, Catedral de San Patricio al margen (¿la encuentran? [2]), no son esos los edificios que más asociamos con Nueva York.
Resulta notable que, una vez que ya utilizamos en la septena precedente la antropomórfica vision de Roz Chast (30/6/2008), se nos quedó desemparejada la vista de Manhattan más famosa de cuantas ha publicado The NewYorker: el ejercicio de planimetría-ficción titulado New Yorkistan imaginado por Maira Kalman y Rick Meyerowitz para la segunda tapa de diciembre de 2001.
Enlazamos las explicaciones del segundo, en inglés, sobre la génesis de ese ejercico inspirado por los chocantes topónimos que entonces inundaban las noticias sobre el conflicto de Afganistán, que resultó catalizado por la constatación de la tribal división que vivía el Partido Demócrata. Y bien poco ha mejorado en eso desde entonces, por cierto.
En el enlace anterior pueden verse diversos bocetos. A continuación emparejamos el más evolucionado de ellos con un arte final no incluida en esa serie.
Enlazamos las explicaciones del segundo, en inglés, sobre la génesis de ese ejercico inspirado por los chocantes topónimos que entonces inundaban las noticias sobre el conflicto de Afganistán, que resultó catalizado por la constatación de la tribal división que vivía el Partido Demócrata. Y bien poco ha mejorado en eso desde entonces, por cierto.
En el enlace anterior pueden verse diversos bocetos. A continuación emparejamos el más evolucionado de ellos con un arte final no incluida en esa serie.
Pasamos al domingo en que las anunciadas complicaciones que tendrá tomar el sol en la "nueva normalidad" nos condujeron a emparejar una escenas de azotea de Julian de Miskey (2/8/1930) y Peter Arno (10/7/1937). Muy cotizados espacios ahora, incluso aunque puedan ser objeto de algún sobresaltador sobrevuelo. [3]
Hay numerosas escenas de azotea en la colección de esta revista, pero lo que es propiamente tomando el sol, solo tenemos identificada la ilustración de Arthur Getz que se desmarca un tanto de las anteriores, tanto por estar protagonizada ya por una pareja, como por la ausencia de desnudez. Ya le buscaremos pareja.
El lunes volvimos a las terrazas, pero ya en configuración de privilegiado desayunador espacio en el inicio de una jornada laborable: Edward Sorel (“Early Birds”, 9/11/1998 ) y Frank Viva ( “The Joys of the Outdoors”, 23/4/2012).
Particularmente actual resulta la primera, ahora que tanto se habla y ensalza el teletrabajo. Pero no es mal recordatorio, por más que esos protagonistas estuvieran en la antesala de salir hacía sus convencionales puestos de trabajo, sobre el peligro que encierra esa modalidad laboral por la facilidad que tiene de interferir en la convivencia en el hogar.
De hecho, también teníamos archivada la ilustración de Sorel formando pareja con otro crítica de la interfererencia de la tecnología creada previamente por Jacques de Loustal para la tapa del 8 de mayo de 1995. [4]
Pasamos al martes en que, ante los desacuerdos que se anunciaban para la sesión parlamentaria del día siguiente, optmos por extraer del apunte El oteador de clichés en las portadas (3): la discusión sobre la ruta las tapas de Perry Barlow (16/7/1938) y Frank Modell (1/8/1964).
Tal y como se explica en el citado apunte, el extraño vehículo de la ilustración de Frank Modell es uno de los que teníana a su disposición los visitantes de la Feria Mundial de Nueva York. Unos artefactos llamados escorters que eran operados por la popular compañía de transporte por carretera Greyhound.
Llegamos al miércoles en que escogimos una primera pareja de creatividades que juegan con la irrupción del color en la escena: Sempé (21/3/1988) y Barry Blitt (19/11/2018). Como ya recordábamos en el apunte del miércoles, la ilustración titulada “Welcome to Congress”, fechada el 19 de noviembre de 2018, se hacía eco de las numerosas mujeres, varias de ellas pertenecientes a minorías raciales, que habían accedido al Congreso en las elecciones de medio mandato celebradas poco antes.
Cabe añadir que Sempé da en su ilustración una sutil aplicación a un recurso ya utilizado anteriormente, aunque con menos rigor en el contraste cromático en el caso de la ilustración de Roger Duvoisin del 16/12/1939. El pasado mes de diciembre volvimos a verlo en una muy contrastada tapa de Edward Steed.
Completa esta sexta recopilación la pareja formada con las creaciones de Christina Malman (28/6/1941) y Rea Irvin (9/3/1946) que tuiteamos ayer. La primera quizá es, entre toda la extensa colección del semanario neoyorquino, la que mejor refleja la expectativa del actual desconfinamiento. Máxime afrontado cuando se aproxima el tradicional periodo vacional. Y hemos querido echarle un poco de ironía en un emparejamiento que invita a cuestionarse si no se nos notará un poco el encierro del que vemimos. Ya se verá.
[1] Resulta llamativo que una de las aves oculte gran parte del extremo sur de Manhattan y enclaves tan emblemáticos como Liberty Island y Governor's Island. Así que los mostramos en la magnífica portada de J. C. Leyendecker en la revista Collier’s (23/2/1907) que imagina al aviador brasileño Santos Dumont sobrevolando la zona a bordo de su "14-Bis" (que ni hizo ni podría haber hecho semejante vuelo con ese aeronave).
Otra vista interesante es la de Modern Mechanics de julio de 1929 en la que ya aparece el puente de Manhattan, ausente de la vista anterior, concluido en 1909.
[2] A media altura de la página, próxima a St. Thomas, que está situada al otro lado de la Quinta Avenida (esquina con la calle 53, mientras que S. Patricio está entre la 50 y la 51).
[3] Un antecedente de los años veinte es la siguiente ilustración de Pierre Lissac publicada en La Vie Parisienne: Una consecuencia imprevista de los grandes raids transatlánticos.
[4] Una ilustración de John Dempsey publicada en Playboy pone espléndido contrapunto (¡Maldita sea, Lorenzo - no tan romántico!).
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