viernes, 12 de agosto de 2016

-bra


Bra es la denominación que el idioma inglés aplica al sujetador. Un apócope del anticuado término francés brassière que tan solo permanece en uso en el habla de Québec. Y no deja de ser curioso que el origen de esa palabra sea la muy masculina camisola llamada braciere que se colocaba debajo de las armaduras para proteger el cuerpo, y especialmente los brazos (les bras), del roce de las armaduras.

El monosilábico bra es un término que se ha mostrado bastante productivo en la creación de otras palabras por sufijación. Hace solo unos días que dábamos cuenta de la acuñación de fishbra para denominar la pose en la que se tapan los pechos, nominalmente con peces, pero en la práctica con todo tipo de seres marinos. Una evidente necesidad lingüística en un mundo que se pasa el día fotografiándose y tiene la consiguiente necesidad de organizar en categorías el ingente material producido y, por supuesto, difundido a través de la red.


Sin embargo, el derivado mas popular del término que nos ocupa es handbra, una palabra que incluso tiene artículo en español en la Wikipedia, aunque se ilustra con una variante a una mano que no es la que mejor refleja el concepto. Vamos a permitirnos sugerir que bien podrían incorporar la muy apropiada y para nadie ofensiva portada del número de septiembre de 2005 de la revista Las Vegas Weekly protagonizada por Lucy the Slut, un personaje del musical Avenue Q.

Y como hemos admitido pulpo como animal válido para el fishbra, también adjuntamos la síntesis de conceptos que podríamos llamar handfishbra.


El "sujetador manual" es un recurso de posado que ha permitido que numerosísimas portadas hayan podido acceder a la exhibición pública en los quioscos. Entre sus muchas variantes cabe destacar la modalidad que se ejecuta con ayuda de un colaborador, una versión que ha dado pie a todo un un cliché particularmente explotado a partir de una famosa foto de Janet Jackson realizada por Patrick Demarchelier. La imagen tomada con el propósito de utilizarla en la carpeta del disco Janet también se convirtió en portada de la revista Rolling Stone de septiembre de 1993. Lo curioso es que en el disco la foto fue troceada entre la cubierta y la contracubierta omitiendo, precisamente, el luego famoso handbra. Otro día volveremos sobre ese cliché porque nuestro repaso del mismo está desperdigado entre dos apuntes (este y estotro), el segundo de ellos lleno de añadidos, que están pidiendo una reelaboración. Pero hoy vamos a limitarnos a traer la comparativa entre disco y revista.


 

Nuestro objetivo del día es centrarnos en el handbra textil, pero excluyendo los muy numerosos creados con enguantadas manos. Y ello por mas que, a veces, puedan producir efectos equiparables, como los que vemos en la portada de Mimi Rogers en Playboy de marzo de 1993 y 
Aimee Sweet en Penthouse de agosto de 1998.


El primer antecedente de handbra aplicado a un vestido que tenemos documentado es el diabólico disfraz que lució en los años veinte la actriz Marion Martin

Damos un salto hasta 1970 en que se hizo muy popular el salto de cama lucido en la película “The Owl and the Pussycat” por Barbra Streisand. Ojo, Bar-bra, que no Barbara, otro bra mas.

Años mas tarde la revista High Society lo convertiría en portada de su número de noviembre de 1979 en el que publicaba unos fotogramas del topless de la actriz que fue suprimido del montaje final de la película (1).


 

El siguiente hito de este subcliché textil lo encontramos en la portada de noviembre de 1992 de la revista francesa Fluide Glacial en la que la tremenda Sœur Marie-Thérèse des Batignolles lucía una vistosa pieza en su "mochila adulta". 

Casi tan vistosa como la que lució Lady Gaga en 2013 en el video de la canción Applause que pueden ver en el siguiente enlace. Quizá inspirado en el que presentó Jean Charles de Castelbajacs en un desfile del año 2011. Y una alternativa que también planteó para las prendas muy escotadas la firma brasileña Neon en la São Paulo Fashion Week de ese mismo año. 



Pero no es difícil encontrar modelos que van desde los de factura metálica a los representados en camisetas, aunque pocos tan osados como el adhesivo que se atrevió a lucir en el ring la luchadora Rena Mero mas conocida como Sable.


Esto nos lleva al handbra-huella del que hay significados usos en portadas de revistas como es el que pudo verse en una de las dos opciones que propuso GQ en su número de febrero de 1997 protagonizado por Rebecca Romijin y el excéntrico jugador de baloncesto Dennis Rodman. Lo complementamos con otros ejemplos que se nos hacen menos brillantes, pero que estamos seguros son ciertamente efectivos para vender revistas.


 
 


El caso es que nos hemos enrollado y no hemos tocado ni el hairbra, el socorrido "sujetador de pelo", ni la marca Wonderbra, el "sujetador maravilla" que popularizó la modelo Eva Herzigova. Y fue casi inevitable que la revista Playboy la llevara a su portada haciendo "el handbra de la chica wonderbra".

Aprovechemos para recordar el famoso anuncio del año 1994 que muchos sitúan entre los mas efectivos de la historia de la publicidad (2).


También quedarán para otra ocasión los detalles sobre el gun bra que es un sujetador diseñado para portar un arma, ¡lo de los americanos con este asunto es tremendo!, pero también algunos delirantes artefactos que hemos visto portar a Lady Gaga o Sofia Vergara



 

Y aunque el hairbra también haya quedado para otro día cerramos con un anticipo de dos versiones contrapuestas del concepto.

 




(1) ahorramos a los curiosos el buceo por la red:



(2) buena prueba es que aquel hello boys sigue siendo reutilizado como acabamos de ocurrir en la edición neerlandesa de Esquire





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