martes, 12 de agosto de 2014

Más mutantes lingüísticos


En un anterior apunte dedicado a los cambios idiomáticos de animal en expresiones lingüísticas veíamos como el español se desmarcaba de la regla más generalizada para denominar el ensamblaje en cola de milano. Otro caso notable de recurso a un ser diferente del habitual en otros idiomas, que ni siquiera es compartido por todos los hispanohablantes, se produce con los conejillos de indias también conocidos como cobayas y que en su Perú de origen son llamados cuys (del quechua quwi).

Y es que aquí nos apartamos hasta del nombre científico cavia porcellus donde está presente el diminutivo de la denominación latina del cochino (porcus). Así es que estos pequeños roedores son cerdos o cerditos en casi todos los idiomas aunque con complementos bastante diversos: guinea pig (inglés), cochon d’Inde (francés), porcellino d’India (italiano), porquinho da Índia (portugués), meerschweinchen (‘cerdito de mar’ en alemán que coincide en esto con el ruso: морская свинка, léase mórskaia svinka). Hasta en Argentina siguen la tendencia general con la denominación chanchito de Indias mientras que el catalán se sitúa a caballo de ambas tendencias con su conill porquí (conejo porcino), aunque estos animalitos tan apreciados en los laboratorios también reciben en esa lengua la más fea denominación conill de rata (conejo de rata).

Lo contrario ocurre en la expresión “llevar a caballito”, similar en italiano con su a cavalluccio, y que, sin embargo, en inglés incorpora un inopinado cerdo al convertirse en piggyback por más que esos animales no sean afamados transportadores de cargas. La explicación está en que esa palabra compuesta es una corrupción de pick pack que, a su vez, se cree que podría ser una derivación de pitch pack. Aquí el cerdo ha llegado meramente de (mal) oído.

Una conocida locución usada en inglés para manifestar que no es fácil cambiar hábitos que se han consolidado durante un largo periodo es “you cannot teach old dogs new tricks” (“no se puede enseñar nuevos trucos a perros viejos”). Su correlativa francesa es “ce n’est pas à un vieux singe qu’on apprend à faire des grimaces” (no se enseña a un mono viejo a hacer muecas), mientras que en español contamos con la no muy utilizada "loro viejo no aprende a hablar". En esto cada idioma con su propio animalito.

Otro caso notable de excepción inglesa a una línea común seguida en otras lenguas se produce en la expresión “como un elefante en una cacharrería”, que también existe en alemán (“wie ein Elefant im Porzellanladen”) y en italiano (“come un elefante in una cristalleria”), pero no así en francés donde “comme un éléphant dans un magasin de porcelaine” no es una frase hecha.
"Dejadme solo. Estropearéis la recuperación"
La frase inglesa equivalente es, sin embargo, “like a bull in a china shop” en la que ya se ve como el paquidermo se transforma en un toro. Así que en la prensa tanto británica como norteamericana las caricaturas que hacen referencia a esta locución tienen el aspecto que vemos en la adjunta viñeta protagonizada por Gordon Brown (una explicación completa, en inglés, de lo representado puede encontrarse en el siguiente enlace).

Por el contrario, la campaña del pegamento Pattex creado por la agencia alemana DDB en 2003 basándose en un cartel de bienvenida para elefantes es indudable que no tiene la misma fuerza en los mercados angloparlantes (y eso que la imagen promocional de la campaña destinada a un certamen publicitario se presenta en inglés).


Las viñetas basadas en la expresión que estamos comentando son muy abundantes en la cultura anglosajona. Vamos a mostrar, ya para finalizar por hoy, algunos ejemplos más comenzando por una creación del ilustrador Louis Dalrymple publicada a finales del siglo XIX en la revista Puck (8/3/1898).

El pie dice “Lo que los revoltosos europeos pueden esperar si Inglaterra no consigue puertos francos en China”

Bastante anterior es la versión de George Cruikshank fechada el 5 de septiembre de 1808 (enlace a la ficha del British Museum).


A modo de colofón, un cuarteto de ejemplos, siempre de intencionalidad política, que ponen de manifiesto la popularidad de esta metáfora.




PS - Una relectura de este apunte realizada bastante tiempo después de su publicación nos lleva a reparar en la falta de ilustración de la expresión española. Nos prestan el servicio una viñeta de JM Nieto publicada en Abc el 5/2/2017 y otra de Ángel Idígoras publicada en Sur pocos días antes (22/1/2017).


Las complementamos con la tapa de Franz Jüttner en un número de febrero de 1914 de la revista Lustige Blätter que pone de manifiesto la coincidencia de la expresión española con la alemana.


Un dibujo de Paco Calderón del 1/12/18 pone ilustración a la variante mexicana "como chivo en cristalería" con López Obrador, entonces recién elegido presidente, en el caprino papel.





Adenda: Puebla sumó una versión el 2/12/23.  


Un togado ejemplar de elefante encabeza la tira de Vergara en eldiario.es del 9/6/24.



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