martes, 5 de enero de 2016

Y la ACES mojó en Gijón



Una de las desgraciadas consecuencias de tener un buen número de regidores municipales de muy bajo nivel es la tendencia a comprar inútiles inventos supuestamente destinados a mejorar la vida municipal, pero en realidad claramente al servicio de su propia imagen y la de sus correspondientes partidos. 

Así como Oviedo, por ciertamente limpio que esté, pagó un considerable precio para presumir de escobas de oro (ver apunte), ahora es Gijón la que ha caído en uno de estos pseudotimos. En este caso se trata de la designación como “Ciudad Europea del Deporte 2016” que comparten nada menos que 19 ciudades: 8 italianas, 3 españolas (Gijón, Las Rozas y Melilla) y una de cada una de las siguientes nacionalidades, británica, holandesa, portuguesa, búlgara, letona, eslovena, eslovaca y francesa (enlace al detalle).

Capital, lo que es “Capital Europea del Deporte” solo se atreven a nombra una al año, y este 2016 le ha tocado a Praga. Bella ciudad que no se ha molestado ni en crear un logotipo para la ocasión, a la que seguro que se verá obligada a viajar una delegación gijonesa, faltaría mas la cortesía. Sepan, además, que estas gentes tan precavidas ya tiene elegidas capitales hasta 2020 en que la agraciada será Málaga. Casi como si necesitaran organizar una Olimpiada.

Lo que se observa claramente es que este asunto es fuertemente inflacionista porque las actuales 19 empezaron siendo dos en 2007. A ello se une el curioso detalle de que en el sur de Europa los munícipes manifiestamente pican mas.

No es fácil encontrar información sobre la entidad privada organizadora llamada ACES (Asociación de Capitales Europeas del Deporte) al margen de la que se incluye en su propia web oficial. Ahí nos cuentan que este es un invento del perfecto desconocido Gian Francesco Lupattelli (para tener ese Linkedin mejor apaga) quien, sin embargo, demuestra contar con buenas agarraderas en un Parlamento Europeo. Una entidad que en esto se cuida poco de que su nombre sea utilizado para intereses particulares. Y es que la web de la citada organización privada dice que ACES Europe que, para empezar, parece que ni siquiera es la asociación de ciudades que proclama su nombre, está reconocida por la Comisión Europea en el Libro Blanco (Art.50). Véanlo (fuente):


El caso es que ese Libro Blanco que ni se molestan en especificar, asumido que debe ser el referido al deporte, no tiene propiamente articulado, aunque sí un plan de acción llamado "Pierre de Coubertin" cuyo punto nº 50 apoya el desarrollo de la iniciativa sobre la capitalidades deportivas. Les transcribimos el texto original (enlace) que, como puede verse, no reconoce expresamente a ningún organizador del certamen y solo menciona la iniciativa de las capitales, no la de las "ciudades europeas del deporte":


Pero no se diga que estas historias no crean riqueza. Ahí tienen a los responsables de la empresa gijonesa Neozink con el concejal de turno, forista en este caso, presentando el indispensable logotipo requerido aquí por cualquier evento que se precie. ¿A que ahora es mas significativo lo dicho de Praga?


A mas, a mas, vean que monadas de playos y playas practicando deportes de tanta raigambre en la ciudad como el esgrima han sido creados para la ocasión. Pena que el asunto no tenga mascota porque es un asunto que seguimos con cierto interés.

Aunque no tenemos muy claro que hacemos investigando esto mientras la prensa gijonesa y los concejales de la oposición se tocan las pelotices, también hemos revuelto un poco en busca de los padres de la criatura. Ya anticipábamos que del inventor poco hemos hallado, pero el secretario de la organización es el español Hugo Alonso que según su LinkedIn es un pluriempleado de tomo y lomo: propietario de la agencia Mediamate Comunicación, Director de ABC Punto Radio Sierra, Gerente del Ayuntamiento de Robledo de Chavela (según este enlace eso está desactualizado) y Secretario General de ACES. Menudas credenciales, prototípico conseguidor de la órbita del PP.

¿Será posible que ninguno de los chiquicientos parlamentarios europeos, 750 para ser exactos, tenga un ratito para desmontar estos cuenteretes supuestamente no lucrativos (salvo para la pandilla que vive de ellas que, ciertamente, ya se encarga de planchar a cero el beneficio de la organización)?

Y el concejal de turno podía, cuando menos, explicar cuanto cuesta esta perfectamente inútil broma entre tarifas, dibujinos, viajes y demás. Y es que no uno ni dos, sino que hasta seis evaluadores se pasaron unos días de agosto en Gijón para dar su aprobación. La duda que nos queda es si alguna vez habrán descartado alguna candidatura que haya pagado la tarifa establecida.





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