sábado, 30 de enero de 2016

Palabras de la semana



Hoy proponemos un breve recorrido sabatino por las palabras que esta semana han merecido la atención de los principales foros del lenguaje dirigidos al público en general.

Comenzando por Fundéu, el mas activo en lengua española, hay que reseñar que el lunes se ocupó de los anglicismos, en muchos casos innecesarios, que pueblan el lenguaje del tenismientras que el martes centró su atención en el abuso del verbo desplomarse para hacer referencia a todo tipo de caídas de los mercados. Al día siguiente nos advirtieron sobre la perversión lingüística que supone sustituir tactismo por tacticismo, un neologismo al que ya hemos dedicado en este blog un apunte el pasado mes octubre, el jueves el comentario versó sobre la diversidad de prefijos con el significado de cuatro con que cuenta el español 
y ayer mismo se nos alertaba de que es ascendiente y no ascendente el sinónimo correcto de “influencia”.


Por su parte el martes neológico del Centro Virtual Cervantes centró esta semana su atención en los isquiotibiales, esos músculos del muslo que los periodistas deportivos han popularizado entre los aficionados al fútbol. Incluso entre los que tienen dificultades para identificar en que parte del cuerpo pudiera ubicarse el vecino fémur.

En cuanto a los foros del idioma inglés, resulta destacable que el muy recomendable observatorio de tendencias del diccionario Merriam-Webster dedicó uno de sus apuntes a la taurina expresión “mano a mano” dicha en español por los hablantes del inglés. El motivo fue la reciente utilización de la misma por el candidato republicano de origen cubano Ted Cruz para retar a Donald Trump a un debate tras rechazar este último participar en la confrontación previa a los caucus de Iowa

Harto probable que la próxima semana encontremos ese término caucus en los foros lingüísticos que visitamos. Una palabra de posible origen algonquino con la que allí denominan a los complejos procesos de primarias para elegir los candidatos de los partidos. También es curioso que en el citado articulo se entretengan en aclarar que no es una alteración del inglés “man to man”, a la par que se aprovecha para explicar las diferencia de jerarquía entre los préstamos hispanos “toreador” y “matador”.

Y como con Trump hemos topado, no estará de mas que ilustremos esta entrada con la espléndida portada que le ha dedicado la "liberal" y, por tanto, muy crítica con ese orate The New Yorker. Espléndido una vez mas Barry Blitt.





P.S.- Un ratito después de haber colgado este apunte leemos una gacetilla de La Nueva España sobre peinados de moda que no puede pasar por alto una entrada sobre lenguaje. Y es que en la misma hacen uso del anglicismo dreadlocks para referirse a lo que el español denomina rastas con mayor economía verbal y adaptación a nuestra fonación.

¡Qué de pijerío, señor!


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