martes, 26 de septiembre de 2017

Laver contra Davis


El pasado fin de semana se ha jugado en Praga, con indudable éxito mediático, el nuevo torneo de tenis que ha recibido el nombre de Laver Cup en honor al gran jugador australiano Rod Laver. Un evento organizado por la empresa de gestión deportiva Team 8 de la que es máximo accionista Roger Federer. Pueden darse una vuelta por su web para comprobar la escasa transparencia que practica esa sociedad, aunque es conocido que representa a Juan Martín del Potro y a Grigor Dimitrov. Adicionalmente, la revista Forbes la colocaba, con datos de septiembre de 2016, en el puesto 35 de su sector, pero imaginamos que este nuevo invento la aupará unos cuantos lugares en esa clasificación.

Basta echar un vistazo al apretadísimo calendario del tenis mundial para comprobar que lo que menos falta hace son nuevos torneos. Pero nada es inaccesible a los poderosos, y el tenista suizo que tan bien cae tanto por la elegancia de su juego como por sus discretos modales ha decidido abrir hueco a su invento. Y lo ha hecho en las fechas en que, además de un par de torneos ATP menores, se celebran las semifinales de la Copa Davis junto con otras múltiples eliminatorias complementarias de esa decaída competición por países. La que languidece empecinada en no subirse al carro de los tiempos del tenis hiperprofesional. O sea, pagar suculentos premios.

En esta inaugural ocasión, el conflicto de fechas ha levantado ciertas ronchas en Alemania donde Alexander Zverev ha preferido irse a jugar a Praga en vez de disputar con su país la eliminatoria de la Davis frente a Portugal. Como ganaron, la cosa no ha ido a mayores. También procede apuntar, en sentido contrario, que el francés Jo-Wilfried Tsonga, que habría podido jugar la Laver, disputó la semifinal de la Davis en que los galos se impusieron a Serbia.

En este punto quizá sea conveniente señalar que de los seis jugadores que integran cada equipo de la nueva competición, cuatro son escogidos por su posición en el ránking ATP posterior a Wimbledon y dos quedan al 'libre arbitrio' de los capitanes que ya sabrán que han sido Borg y McEnroe. Precisamente el pasado día 6 se estrenó la película sueca que narra su rivalidad (ver ficha). Pocos espacios para el azar en este Matrix del tenis.

De lo que no cabe duda es de que el director de márketing de Team 8 es un gran profesional. Porque ya nos dirán si no tiene mérito convertir en interesante un torneo que enfrentaba a dos equipos integrados por tenistas que ocupaban tan dispar posición en la clasificación mundial como la que se muestra en la tabla que nos hemos traído desde la Wikipedia



Y quizá hayan advertido que ese Mundo que no es Europa padece una severa sobredosis de barras y estrellas. Porque tiene su retranca que McEnroe invirtiera sus derechos de elección en un cuarto estadounidense más un canadiense. Quizá no tardemos en ver al prometedor Tiafoe  representado por Team 8.

Pero el más efectista truco que se han sacado de la manga los organizadores ha sido hacer jugar juntos por primera vez a Federer y Nadal en un doble que casi ningún lector sabrá contra quien disputaron. Una buena prueba del interés deportivo del asunto, pero aprovechamos para informarles que sus oponentes fueron los norteamericanos Sam Querrey y Jack Sock.

Rafa fue el miembro de su equipo que más partidos jugó, cuatro, porque, aparte de dos individuales, también disputó otro doble que perdió emparejado con Tomáš Berdych, el jugador checo que con toda probabilidad fue elegido por Borg sin fijarse en su nacionalidad (Chequia capital Praga, nos permitimos recordar a los más despistados).

Pero todo en esta nueva competición es un poco raro, porque ya nos dirán que tiene que ver con la justicia deportiva el extraño sistema de puntuación en el que las victorias de los cuatro partidos de cada jornada, valen un punto en la primera, dos en la segunda y tres en la que cierra el torneo. Ya se ve que se trata de que todo quede abierto para el último día en que se ponen en juego la mitad de los puntos de la competición que esta vez ganó Europa por 15 a 9. Ya se sabe que la emoción es un buen lubricante para los negocios deportivos.

Sepan que con un cómputo normal, un punto por victoria, la cosa habría quedado 8-4 (7-2 en individuales y 1-2 en dobles) y la última jornada habría arrancado desde un 6-2.

También creemos que tendría cierto interés conocer cuanto se han embolsado los participantes, algo que es totalmente transparente en la mayor parte de los torneos. Pero en este se desconocen los fijos por participar y tan solo se ha hecho público que los miembros del equipo ganador se han embolsado un plus de 250.000 $. Prosaicos detalles que impiden a los alemanes cuantificar como cotiza en su país eso de representar a la patria.

De lo que no cabe duda es que este Federer es un auténtico fenómeno que convierte en oro cuanto toca. Aunque sea a costa de hundir un poco más la decaída creación del poco recordado Dwight Davis.






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