En la mañana del lunes se encogieron muchos corazones que ya estaban en navideña disposición, cuando se dio a conocer la aparición del cadáver de Laura Luelmo. Así de abruptamente se perdía la esperanza de encontrar con vida a la joven profesora zamorana desaparecida el miércoles 12 en un pueblo de Huelva. No tardó en detenerse al autor de esa barbarie, ni en desatarse un agrio debate político. Todo a cual más tremendo.

El foco de la actualidad no tardó en centrase, también en el polémico consejo de ministros de Barcelona y la negociaciones del encuentro/cumbre con las autoridades catalanas. Cuanta palabrería hueca y cuanto afán en que aquello pareciera lo que no era. Pero, al final, no fueron pocos quienes acabaron por sentirse avergonzados.

Ese jamón de la viñeta de Álvaro, que emula el anuncio de Navidul, más bien se nos hace en las manos contrarias una metáfora de la mayoría parlamentaria necesaria para aprobar los presupuestos.





El caso es que de ese polémico consejo de ministros salieron medidas como las subida salarial de los funcionarios, mientras que las específicamente pensadas para agradar a la muchachada local no tuvieron buena acogida.
¿Quién se creerá que es el gobierno de España para poner nombre a nuestro aeropuerto?, fue una de las quejas que más se escuchó al coro groc.
¿Quién se creerá que es el gobierno de España para poner nombre a nuestro aeropuerto?, fue una de las quejas que más se escuchó al coro groc.
Entre tanto lío, poca atención recibió el acuerdo entre PP y Ciudadanos para gobernar la Junta de Andalucía, alcanzado tras algunas claras teatralizaciones.
Sansón se fijó en esa rancia tradición de las huelgas navideñas de Renfe, que este año tuvo la especificidad de prolongarse después de cerrado un acuerdo, mientras que no faltaron viñetas dedicadas a esa otra tradición de estas fechas que es la lotería de Navidad, tan plagada ella de tópicos. No faltó alguna lectura política, como la de Anthony Garner en 'el periódico'.





Relato navideño, por excelencia, de la cultura anglosajona es la novela corta 'Un cuento de Navidad' (A Christmas Carol, 1843) de Charles Dickens. En el mismo, el despreciable Scrooge recibe en Nochebuena la visita del fantasma de Jacob Marley, su fallecido socio, que ha sido condenado a vagar eternamente arrastrando una pesada cadena por el egoísmo con que vivió.



El humor británico no podía dejar pasar por alto el cierre del aeropuerto de Gatwick por la presencia de unos drones. Peter Brookes lo hizo en clave política, mientras que Ben Jennings optó por una descarnada escena navideña.





Poco eco hemos encontrado en España de las denuncias del dibujante nicaragüense Pedro Molina (@pxmolina), cuyo diario fue asaltado por la policía de la siniestra pareja formada por Daniel Ortega y Rosario Murilllo. Adjuntamos dos de sus viñetas como modesto apoyo a su lucha.


Finalizamos con Stanley McMurtry, Mac, un humorista británico que el día 21 publicó en el Daily Mail su autorreferente última viñeta, tras casi medio siglo al servicio a ese diario ( se inició en el Daily Sketch, que fue absorbido en 1971 por el Daily Mail). En nuestra opinión, nadie ha retratado como el a la clase trabajadora británica, en una trayectoria en que ha prestado mucha menos atención a los políticos que a los efectos de las medidas que adoptan (pueden verse algunas en el apunte Algunos memes humorísticos recientes o en Las bodas en las familias disfuncionales). Le echaremos en falta.
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