sábado, 4 de noviembre de 2023

La lengua en la semana 44/2023

 

Álex Grijelmo publicó en El País del pasado domingo Catalán, valenciano, mallorquín, ibicenco..., un artículo cuyo texto íntegro encontrarán en el anexo a este apunte. Básicamente coincidimos, más allá de que nos parezca interesadamente extemporánea la relevancia que da, incluso en el título, a un mitinero desbarre de Pablo Casado, en la desafortunada reacción del PP, en el ámbito lingüístico, al expansionismo del nacionalismo catalán que, obligado a enterrar primigenios fundamentos étnicos, ha convertido la lengua en su ariete. Desafortunado corolorario del famoso principio de acción y reacción. Adicionalmente, nuestro juguetón subconsciente se ha encargado de hacernos reparar en el tabú en que se ha convertido la palabra dialecto. 

Un curiosa coincidencia es que precisamente la víspera Xaquín Marín publicara en La Voz de Galicia su enésima declaración de excluyente nacionalismo lingüístico, en este caso gallego. El avance de ese "todo isto ... debería ser Teu" nos inquieta bastante más que la torpe ignoracia de Casado. 

A más a más, el profesor Tododepende explicaba el domingo desde la tira de JL Martín en La Vanguardia el muy diverso diagnóstico del estado del catalán que formulan los nacionalistas según resulten los intereses del momento. Lúcido y valiente.

Abundaba anteayer en El País el escritor Gonzalo Torné en el artículo Limitaciones del idioma común sobre los consabidos argumentos que suelen aplicarse a la defensa del uso de las lenguas cooficiales en el Congreso. Pero basta una sola pregunta para desmontar ese impostado andamiaje: ¿En qué idioma ha negociado el Psoe con Esquerra y Junts [en un proceso del que ha sido expresamente excluido el catalanoparlante Salvador Illa]? Todo lo demás, teatro. Barato, dice Torné, que seguro que escribe gratis.

Vamos con un emergente ejemplo de la función eufemística de la neológica incorporación de anglicismos, como es el caso de coliving. Una cierta sensación de alipori nos ha dejado la lectura del blanqueador artículo de la agencia Efe que encuadra esta variante de la tan de moda conversión de la necesidad en virtud dentro del “Flex Living”, subsector del residencial que agrupa bajo el concepto de flexibilidad las nuevas soluciones habitacionales temporales. El progreso, o los logros del gobierno de progreso si prefieren mayor incisividad, en comercial versión de la agencia pública de noticias.

Retornamos al lenguaje del humor con Napi, que ayer llevaba a su viñeta de Diari de Tarragona la paronimia "Coto de Gaza" que  ya habíamos visto el pasado día 14 de octubre en la gallega versión de Kiko da Silva. Aprovechamos para recordar que el primer registro que tenemos de ese juego de sustitución es el de Javi Salado de mayo de 2021, pero no dudamos que habrá otros bastante anteriores.


Miki y Duarte aportaban, también ayer, un ejercicio de retroacronimia que da a la sigla ERC el significado de El Revisor Catalán. El combinado equívoco con la 1ª y 2ª acepciones de billete nos invita a sugerir a la Real Academia que quizá debería ir pensado en retocar el carácter de impresos que exige en la segunda.

Flavita Banana publicó en El País del domingo una informativa versión del "Que coman pasteles" (enunciado original:  Qu'ils mangent de la brioche), la famosa respuesta atribuida a María Antonieta a las quejas de los campesinos de que no tenían pan para comer.

Y anteayer era Dave Brown quien evocaba esa desconsiderada salida en su viñeta sobre las peticiones de un alto el fuego en Gaza. Un dibujo que incorpora en la amazónica caja una caricatura del líder laborista Keir Starmer que tan cantosos equilibrios dialécticos viene realizando. 


Un poco de francés. Alex jugaba en su viñeta de Courrier Picard con la homofonía que presentan en ese idioma "fiesta de los muertos/difuntos" (fête des morts) y "haced muertos" (faites des morts): "he dicho ... no ...", mientras que Coco hacía en Libération una oportuna observación toponímica:  ¿Quién es el imbécil que ha llamado a esto Tierra Santa?

Puebla encabeza la sección musical con una parodia del toque de diana "Quinto levanta ..." publicada el domingo en el diario murciano La Verdad. Sigue Dave Brown, que apoyaba su viñeta de ayer en la nueva canción de los Beatles titulada Now and then (vídeoletra).  


El suizo Valott robotizó Abbey Road en 24 Heures, mientras que el belga Vadot daba la vuelta al título para contraponer en el diario L' Echo el John Lennon de "entonces" con la inteligencia artificial aplicada "ahora" para depurar el sonido de una grabación que venía siendo considerada inutilizable. Oportuna, por tanto, la autoría asignada por el suizo Alex Ballaman a The Aitles.


Cambiamos ya de asunto con la tira utilizada el domingo por Liniers para su tuitera muestra de pesar por la muerte de Matthew Perry. Una pieza que muestra una llamativa discrepancia con su versión en español cuyo texto es un fragmento de la canción Mientras miro las nuevas olas (escucharla; letra), el quinto tema del álbum Bicicleta (1980), compuesto por Charly García, de la banda argentina Serú Girán.


Prologamos la sección literaria con una viñeta de Tom Gauld publicada en The Guardian el 30/10/21 que el brillante humorista escocés recordaba el martes en su tuit de Halloween. Y la complementamos con una tira con cuatro concretas referencias novelescas que es una de la 150 que incluye el libro La venganza de los bibliotecarios (Salamandra Graphic, 2022) que ha sido traducido al español por Carlos Mayor Ortega.


El dibujante mexicano Antonio Rodríguez creó un desolado asteroide Gaza que ha pasado a engrosar nuestra colección de humor inspirado en 'El Principito' de Saint-Exupéry  albergada en tres apuntes (1ª parte2ª parte  y 3ª parte).

Proseguimos con JM Nieto, que desvelaba el pasado domingo la pinochesca formación "cambio de opinión" que es capaz de adoptar la escolta de Sánchez. En la nota al pie de La lengua en la semana 50/2022 (2ª parte) encontrarán algunos otros Pinochos de los dibujantes de Abc

Malagón dedicaba su viñeta del martes en 20 minutos al desplazamiento de las antiguas tradiciones por las celebraciones de Halloween que, ciertamente, tienen mucho más gancho para los niños.

Y JM Nieto no faltaba el día de Todos los Santos a su habitual cita con la tradición teatral para sumar su séptimo dibujo al recopilatorio El Tenorio en el humor de prensa que publicamos el martes. Muy oportuno el recordatorio de los primeros versos en que don Juan da cuenta a don Luis Mejía de sus méritos para ganar el reto de maldad que se han planteado, atinadamente apostillados con una estrofa de cosecha propia.





Anexo

por Álex Grijelmo (El País, 29/10/23)

Si la ley argentina declarase como idioma oficial el argentino, los argentinos seguirían hablando castellano

Algunos dirigentes del PP mantienen desde antiguo una rara relación con la lengua catalana, cuyo nombre niegan cuando sale de las lindes de Cataluña. Frente al saber filológico, para ellos ese idioma se vuelve “mallorquín” si se habla en Mallorca o “valenciano” si se usa en Alicante.

El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, declaró el 9 de octubre en la SER,  preguntado acerca de la negativa del PP al uso parlamentario de las lenguas cooficiales: “Quien más se ha negado a que se hable el valenciano ha sido el partido socialista, que ha dicho que aquí se habla valenciano barra catalán, o que directamente es catalán. Yo tengo un estatuto que dice que aquí se habla valenciano. (…) Cada vez que se haga referencia a las lenguas cooficiales del Estado, o está el valenciano o no jugamos”. El 25 de julio de 2021, Pablo Casado, aquel día presidente del PP, afirmó durante una visita a Baleares: “No habláis catalán, habláis mallorquín, habláis menorquín, habláis ibicenco, habláis formenterés; y esta cultura no es apéndice de nadie, no sois països catalans”.

Ambas intervenciones se parecerían mucho a que los diputados de Canarias reclamaran una traducción de los debates al idioma canario; o a que alguien llegara a Hispanoamérica y dijese: “No habláis español, habláis nicaragüense, habláis mexicano, habláis peruano; y vuestra cultura no es apéndice de nadie”. Como soflamas populistas cumplen los cánones, pero sería difícil encontrar un filólogo sobrio que las secundara.

El idioma cooficial en la Comunidad Valenciana se llama “valenciano”. Ahora bien, eso no lo convierte en una lengua distinta del catalán ni hace precisa una traducción específica. Si la Constitución de Argentina estableciese que el idioma oficial es el argentino, los argentinos seguirían hablando castellano.

El PP mantiene en esto desde hace años las posiciones gonellistas (en Baleares) y blaveristas (en la Comunidad Valenciana). El gonellismo surgió a partir de unos artículos publicados en junio de 1972 por el Diario de Mallorca y firmados con el seudónimo “Pep Gonella”. (Hasta 2017 no se confirmó la identidad real: Josep Zaforteza, senador de UCD durante la Transición y presidente de la empresa editora). Sus textos no ponían en duda que las variedades del archipiélago, una por cada isla, formaran parte del idioma catalán, pero renegaba de los barcelonismos que se colaban en el habla de los isleños catalanohablantes. Algunos de sus seguidores, en un intento de resaltar la cultura balear, han ido más allá y defienden que se trata de lenguas distintas. Por su parte, el blaverismo, de posiciones similares, surge en la Transición a partir del término blava (femenino de blau, azul), por la franja de ese color que distingue a la bandera cuatribarrada valenciana de la cuatribarrada catalana.

Sin embargo, para la filología románica no cabe duda: es el mismo idioma, con unas diferencias en el vocabulario básico de las distintas variedades que no superan el 5%; muchas de ellas, debidas a arcaísmos antiguamente compartidos. Además, la uniformidad es mayor que la de otras lenguas románicas, como ya explicó en este diario el lexicógrafo y académico José Antonio Pascual el 3 de noviembre de 2021. Incluso la Acadèmia Valenciana de la Llengua lo proclamó así en 2005, pese a las enormes presiones en contra. Una cosa son los datos y otra las emociones.

La utilización política de las lenguas constituye una de las desgracias de la humanidad. Pero los políticos no están por encima del saber. Al revés: en muchos casos, como se ve, suelen situarse por debajo.



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