Ya hemos ido viendo como son bastante frecuentes las portadas inspiradas en obras de arte. Más raras son las que combinan una pluralidad de artistas, una categoría a la que vamos a dedicar hoy nuestra atención.
Anticipábamos en el apunte inicial de esta serie las tres portadas de la revista "The New Yorker" de inspiración "multiartista" en las que participaba Picasso. La primera de ellas era la del primer número del año 1964 en la que una copia del "Guitarrista ciego" (1903) adornaba la pared de un comercio de útiles artísticos. A su lado aparecía una reproducción de unos de los múltiples cuadros de girasoles pintados por Van Gogh en una muestra en la que también es notoria la presencia de copias de obras de Braque o Degas.
Pero la cubierta que realmente batió un récord de pluralidad inspiradora fue la fechada el 7 de enero de 1991 en la que cada uno de los meses se ilustraba con una imagen ad hoc inspirada en las obras o estilos característicos de doce grandes pintores: Picasso, Lichtenstein, Chagall, Rousseau, De Chirico, Warhol, Miró, Dalí, Magritte, Matisse, Munch y Manet. Adviértase que una cuarta parte de los seleccionados por el ilustrador Kenneth Mahood son españoles, la nación más representada seguida de Francia (los franceses son tres, recuerden que Magritte era belga). A su lado hemos colocado la portada de julio del 93 firmada por Bob Knox en la que eran nueve los pintores que aportaban los desnudos allí reunidos.
En esta última entraba en juego un nuevo artista español, Francisco de Goya que lo hacía con la "Maja desnuda" y se unía así a la aportación hispana encabezada por una no demasiado conocida bañista de Picasso que aparece en primer término. El malagueño era uno de los cuatro artistas presentes en ambas portadas junto con Henri Matisse, Henri Rousseau y Eduard Manet. Este último repetía cuadro, el archirrecreado "Dejéuner sur l´herbe" con el que se ilustraba el mes de diciembre utilizando una peculiar versión invernal. Algún día volveremos sobre el uso de esta obra porque requiere un apunte monográfico.
En la misma tira representativa del último trimestre del año "El grito" de Munch pasó a ser protagonizado por el icónico pavo al que tanto se recurre para representar el "Día de Acción de Gracias", mientras que en octubre una calabaza colocada a modo de cabeza en un remedo de la "Mujer recostada en un sofá" (1940) de Matisse nos recuerda que ese mes concluye con la fiesta de Halloween en cuya iconografía nunca faltan las cucurbitáceas talladas que se denominan jack-o’-lantern.
Decíamos que el cuarto "repetidor" era Henri Rousseau quien contribuía a la portada más antigua con una variante de la "Gitana dormida" (1897) mientras que colocaba en la colección de desnudos uno extraído de su cuadro "El Sueño" (1810).
A continuación mostramos una imagen un poco más detallada de la tira correspondiente al segundo trimestre para que pued apreciarse mejor la distorsión aplicada a la gitana seleccionada para ilustrar abril. Un mes que también es habitualmente lluvioso en la Costa Este americana.
El tópicamente florido mayo fue representado con una onírica emisión realizada por una de esas locomotoras que recorren el fondo de diversos lienzos de Andrea De Chirico, el hijo de un ingeniero ferroviario prematuramente fallecido, mientras que el comienzo del estío se relaciona con una veraniega variedad de la sopa Campbell que Andy Warhol lanzó al estrellato del arte pop.
Para crear el Tío Sam que nos recuerda que la fiesta nacional de Estados Unidos se celebra en julio se recurrió al característico estilo de Joan Miró, aunque no hay ninguna obra del artista catalán directamente asimilable a lo representado. Lo contrario que ocurre con Dalí cuyo reloj blando utilizado para representar el punto álgido de la canícula inevitablemente trae a la memoria un fragmento del cuadro "La perseverancia de la memoria" (1931) que fue complementado con algunos derretidos adminículos urbanos.
En el caso de la hoja representativa del comienzo del otoño claramente se evoca, a pesar de las diferencias formales, la obra "La traición de las imágenes" del también surrealista René Magritte que reproducimos a continuación.
El característico universo de Dalí ya se había asomado a la portada de la revista neoyorquina en enero de 1937 con motivo de la celebración de la gran exposición "Fantastic art, Dada and Surrealism" que ocupó las cuatro plantas del MoMa. Esa muestra, que causó notables controversias entre los miembros de ambas corrientes artísticas, sirvió para disparar la popularidad del cuadro que hemos visto anteriormente, pero la recreación de la obra del ampurdanés realizada por Richard Taylor se centró en otros de sus característicos elementos compositivos como son los cajones corporales que Dalí había utilizado en diversas obras fechadas el año anterior.
Terminamos el repaso de la escenificación de los meses año en el primer trimestre que arranca con unas muy reñidas rebajas cubistas que ilustran el mes de enero.
Siguen un sorprendido personaje de comic propio de la obra de Roy Lichtenstein y una pareja sometida a los efectos de un tornado en el mes más azotado por los mismos. Una ilustración que remeda la composición de Marc Chagall titulada "Sobrevolando la ciudad" de la que existen dos versiones, una en forma de litografía que data de 1924 y la más conocida que es el óleo realizado entre 1914 y 1918 que se exhibe en la Galería Tretyakov de Moscú.
Terminamos el repaso de la escenificación de los meses año en el primer trimestre que arranca con unas muy reñidas rebajas cubistas que ilustran el mes de enero.
Siguen un sorprendido personaje de comic propio de la obra de Roy Lichtenstein y una pareja sometida a los efectos de un tornado en el mes más azotado por los mismos. Una ilustración que remeda la composición de Marc Chagall titulada "Sobrevolando la ciudad" de la que existen dos versiones, una en forma de litografía que data de 1924 y la más conocida que es el óleo realizado entre 1914 y 1918 que se exhibe en la Galería Tretyakov de Moscú.
Entre los cuatro desnudos aun pendientes de comentar hay que señalar que en dos casos están extraídos de los cuadros la "Bañista rubia" (1881) de Renoir y del "Desnudo reclinado" (1919) de Modigliani con notable fidelidad. En esta última pintura también conocida como "Le Grand Nu" se ha sacado pudorosamente del encuadre el pubis al igual que en el caso de la "Maja desnuda".
La figura femenina característica de Fernand Léger más próxima a la representada que conocemos es la del cuadro "Tres mujeres" (1922) que precisamente se exhibe en el MoMa neoyorquino. Comparen vds. mismos.
No es frecuente encontrar portadas basadas en la obra de Léger, una notable excepción es la del semanario alemán Der Spiegel del año 1966 en el que se utilizaba una versión del cuadro "Las tres hermanas" (1952) complementado con billetes para ilustrar el artículo titulado "El arte como inversión".
Otra "legeriana" dama puede encontrarse en una divertida viñeta de Harry Bliss que muestra la sala de espera de una agencia artística que también habría suministrado modelos a Modigliani, Munch, Picasso y Whistler.
Finalizamos el repaso de la playera portada con la doble contribución de Paul Gaugin. Decimos doble porque el propio pintor hace pareja con la nativa tahitiana procedente del cuadro de 1894 titulado "Mahana no atua" (Día del Señor). La figura del artista está extraída de su "Autorretrato con Cristo amarillo" (1890) que también puede verse a continuación.
Como anticipo de un futuro apunte les dejamos con una cuarta "portada multiartista" publicada en mayo de 2001. Se trata de la titulada "Descanso en el Met" en la que Edward Sorel representó catorce personajes presentes en diez obras exhibidas en ese museo neoyorquino, un dato que ya es en sí una importante pista. Una de las figuras ya ha sido tratada en un relativamente reciente apunte, así que esa no se puede fallar. Tampoco deberían errar la identificación de la debida a un pintor muy de moda en España este año. Más difícil es identificar a la modelo de la que ya hemos visto hoy un desnudo. Hasta aquí podemos leer.
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