Estuvo valiente la semana pasada el diputado del PP Vicente Martínez Pujalte cuando, con motivo de la publicación de la sentencia condenatoria de su amigo Carlos Fabra, afirmó tajante ante las cámaras que "más allá de lo que
haya hecho tendrá siempre mi amistad, a veces la amistad supera el que uno haya
hecho algo mal".
Interesante ejercicio, no solo para Vicente oiga, dotar de
contenido a ese “a veces”: ¿debería ser igual cuando el delito ha sido cometido ocupando un cargo público que si no hubiera sido así?, ¿depende de la cantidad, o prevalece el fuero sobre el huevo?, ¿cambiarían las
cosas si se hubiera tratado de un delito de sangre? Ya en
plan un poco truculento, ¿y si el occiso hubiera sido un compañero de partido
dispuesto a “cantar cosas”? ¿En la mafia hay amigos, o solo son compañeros de destino en lo particular?
Aun tenemos mas curiosidad, ¿se creerá Don Vicente la veracidad de la improbabilísima cadencia de premios de lotería que con que ha sido agraciado a
su amigo? Qué prodigios no será capaz de obrar una verdadera amistad máxime en ese complejo caldo
de cultivo que son las organizaciones políticas. Y eso que nos falta saber cuales son los motivos por los que este
diputado habría llegado a romper un vínculo así. Tratándose de una deuda insatisfecha, ¿cual sería la cantidad que marca el umbral? Damos por sentado que no hay amistad que merezca ese nombre que se quiebre por unos pocos euros.
Así que cabe constatar, una vez mas, la escasa severidad
moral con que se valoran por estos pagos los delitos económicos. País de sangre y cuernos. ¿Habría perdonado su señoría a un amigo una corona con estos últimos?
Mediocambiando de tema, ¿y eso de que el Jordi Pujol le viene costando al erario público casi un millón de euros al año, presumibles escoltas aparte, con esos 400 m² de despachos, tres secretarias,
coche con chófer y hasta dotación para una Fundación? ¿Mantendría Pujalte su amistad con el catalán en el improbable caso de
haberla tenido? Lo que sí está claro es que el Jordi tendrá muchos amigos pero ninguno como Vicente. Todos callados como muertos.
En todo caso, qué divertido es poner ética en un buscador (hay que aprovechar, no vaya a ser que el Jordi se acoja al derecho al olvido que hemos tratado en un reciente apunte).
Fuente ABC |
P.S.- Con el apunte ya publicado nos enteramos de que Pujalte también es amigo de Matas. El Whatsapp de este hombre debe ser un no parar. Esta vez Vicente se ha venido aun mas arriba y se ha permitido mostrar su pena por que su amigo haya ingresado en prisión por un asunto liviano. Dicho por un señor con capacidad legislativa (afortunadamente colegiada). ¿Ves, Mariano, cómo no es tan difícil identificar parte de la grasa que le sobra a tu partido?
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